Bosquejos de cuentos, frases, argumentos, proyectos, descripciones y otros tesoros ocultos se encuentran en los cuadernos de apuntes que llevó durante años el genial escritor norteamericano. A excepción de algunos pocos fragmentos, estos textos han permanecido inéditos en castellano hasta la edición que el lector tiene en sus manos. Dijo Jorge Luis Borges que Hawthorne murió durmiendo y que tal vez por eso nos legó la tarea de soñar. Sin duda, como escritor, Hawthorne soñó muchos más libros de los que podía escribir, pero en lugar de resignarse dejó registrados sus pensamientos en los Cuadernos norteamericanos: una cantera de ideas magistrales, arriesgadas e insólitas de las que han bebido muchos escritores y que se proponen como una irresistible llamada a la imaginación.<

-¡La Sombra! El grito ronco y de espanto brotó de los labios de un hombre que se acurrucaba junto a la pared de la habitación. Sus ojillos miraban azorados a una elevada figura vestida de negro. -¡Si, soy La Sombra! La respuesta partió en un cuchicheo burlón, de unos labios invisibles. Sucedió una pausa escalofriante. Luego, una voz siniestra repitió sus palabras sarcásticas. -Soy La Sombra. ¡Te traigo tu sentencia de muerte, Hawk Forster! El acorralado malhechor seguía mirando al justiciero, con ojos desorbitados por el terror. Se encontraba frente a La Sombra, el temible vengador, cuyo nombre infundía espanto en las hordas de los bajos fondos y aun a los reyes del crimen. A tales ratas como Forster, un encuentro con La Sombra les sucedía una sola vez en la vida. El aterrado gangster conocía el veredicto que le esperaba.<

El vestíbulo del hotel Esparta estaba más concurrido que de costumbre aquella noche. Cliff Marsland, sentado en una de las butacas del vestíbulo, observó este hecho y escrutó con indiferencia los rostros de las personas presentes. Para Cliff Marsland era evidente que se fraguaba un crimen. Hombre de aguda intuición, adivinaba tales indicios. Hallábase allí con objeto de vigilarlos. Una semana de residencia en el vetusto hotel había producido excelentes resultados. Las personas que había en el vestíbulo podían ver a Cliff Marsland, como éste a ellas, mas su presencia no provocó ningún comentario de parte de los concurrentes. Tomaron a Cliff por lo que no pretendía ser, un gangster de lujo, millonario, habitual fisonomía de los bajos fondos. Poseía unas facciones firmes y bien modeladas. Su cabello rubio y sus ojos azules y chispeantes dábanle el aire de un atleta más bien que el de un gangster.<

Wakefield es el mejor relato de Hawthorne y acaso uno delos mejores de la literatura. El doble es uno de los temas recurrentes de laimaginación de los hombres. Lo encontramos tratado de un modo inesperado yoriginal en El Gran Rostro de Piedra. El holocausto del mundo correspondeadmirablemente a la mística especulación de los trascendentalistas de NewEngland, que fueron los amigos de Hawthorne; la mente humana, no el mundotangible y visible, es la realidad esencial. La catástrofe del señor Higginbotham anticipa sorpresasy artificios del género policial. Hawthorne acentúa lo cómico; si el textohubiera sido escrito ahora, su desenlace sería trágico y hubiera sido el puntode partida. El velo negro del pastor, última piezade la serie, es pura y descaradamente una alegoría y, pese a serlo, es no sóloeficaz sino inolvidable. Hawthorne ha escrito los mejores y los peores cuentosdel mundo; en esta selección ofrecemos al lector los primeros. Jorge Luis Borges<

El deslumbrante faro de la gigantesca locomotora, se extinguió lentamente cuando el expreso del Oeste entró en la estación de Weehawken. Un empleado abrió las puertas. Las figuras borrosas de los pasajeros que se apeaban aparecieron en el andén, formando una masa compacta. Dos hombres permanecían de pie, a corta distancia de las puertas. Lejos del resplandor de los faros de la locomotora; quedaban envueltos en la oscuridad, invisibles. Observaban a los pasajeros que descendían por el andén. Dijo uno en voz baja: -Llegará dentro de un instante, Jaime. Tenemos que seguirle. Subiremos juntos al vaporcito.<

Nathaniel Hawthorne es justamente reconocido por la singularidad de sus alegorías y simbolismos, y también por su insólita capacidad de escrutar la psicología y la moral humanas. Sus escritos, de atmósfera enigmática, llevaron a Borges a compararlo con Melville y Kafka. Los relatos que conforman estos Cuentos contados dos veces —y que supusieron el comienzo de una fama que ha acompañado al escritor desde entonces— revelan, a través de sus personajes y situaciones, soledad y desasosiego, y, al cabo, una sensibilidad de turbadora vigencia. El volumen incluye: La muñeca de nieve: un milagro infantil. El gran rostro de piedra. Etham Brad. Mi pariente, el mayor Molineux. El ruego de Alice Doane. El joven Goodman Brown. La hija de Rappaccini. El ferrocarril celestial. La marca de nacimiento. Egolatría o la sierpe en el pecho. El holocausto del mundo. El artífice de la belleza. El repique nupcial. El valor negro del pastor. El Mástil de Mayo de Merryl Mount. La catástrofe del Sr. Higginbotham. La hondonada de las tres colinas. El experimento del Dr Heidegger. El manto de Lady Eleanore. La vieja Esther Dudley. El huésped ambicioso. Feathertop: una leyenda moralizada. Los retratos proféticos. El Tesoro de Peter Goldthwaite.<

La Casa de los Siete Tejados es el nombre que recibe popularmente la mansión de la familia Pyncheon, que se cree víctima de una maldición desde que el patriarca, el puritano coronel Pyncheon, arrebató las tierras sobre las que se erige al humilde Matthew Maule, que terminaría siendo ajusticiado por brujería durante los célebres juicios de Salem de 1692. Ciento cincuenta años después, parece que el destino de los escasos descendientes de la familia que aún viven en la casa confirma la maldición de Maule. La inesperada llegada de la joven e inocente Phoebe Pyncheon parece prometer un nuevo hálito de vida y esperanza para los moradores de tan lúgubre residencia, pero ni ella ni sus primos se imaginan que pende sobre ellos una terrible amenaza de consecuencias imprevisibles.<

'¿Quién sabe qué maldad acecha en el corazón de los hombres?' Bruce Duncan recibe una herencia extraña. ¡Una herencia que al mismo tiempo es una misión! Las fuerzas del mal entran en acción. En el silencio de la noche Duncan recibe la visita de una criatura grotesca, preludio de una serie de crímenes que van a cometerse. Un cerebro superior dirige los hilos de la complicada intriga. Sólo La Sombra, con todo su poder, podía derrotarles... '¡La Sombra sabe!'<

-LL=%1f__ii /r// Los extraños caracteres del mensaje críptico tenían un color sangriento. Aparecían vivos y misteriosos bajo la luz oval de la lámpara del escritorio. -¡El mensaje de un muerto! Reynold Barker miró a su alrededor mientras hablaba. Un silencio hosco le rodeaba. Sus dedos temblaban. El papel crujió. Incluso este sonido le sobrecogió. Los oscuros paneles de la pared de la habitación le resultaban opresivos. Sintió deseos de palparlos, pero no se atrevió a hacerlo.<

Como consecuencia de su relación adúltera con el pastor del lugar, Ester Prynne queda embarazada. Luego, al negarse a revelar el nombre de su amante para no manchar su reputación, es condenada a llevar bordada sobre su vestido la infamante letra color escarlata. A través de su trama, Nathaniel Hawthorne nos presenta un fiel retrato del ambiente puritano del Boston de la época.<

La lámpara de la mesa de escritorio, provista de una pantalla de cristal verde, proyectaba un resplandor lívido, espectral, sobre el individuo sentado a la mesa. En su rostro crispado se leían los fúnebres pensamientos que le atenazaban; su mano, que asía temblorosamente la pluma, indicaba que el terror dominaba sus acciones. Con un esfuerzo convulsivo, el hombre posó la punta de la pluma, sobre una larga hoja de papel amarillo rayado. Al inclinarse sobre la mesa, se hicieron visibles sus facciones, iluminadas de lleno por la lámpara. Era una cara puntiaguda, un continente anguloso que denotaba su facilidad de palabra y dotes de persuasión. No obstante, en las circunstancias actuales, tan sólo el terror se registraba en su pálida faz.<

Relatos breves conectados entre sí mediante un elemento fantasioso muy curioso: una vieja silla, que aparece siempre en todas las escenas históricas que son descritas a lo largo de la narración.<

Rodolfo Weston, comisario de policía, estaba sentado a su mesa. Con un codo en la ancha superficie cubierta con una tapa de cristal, descansando la barbilla en una mano, miraba con fijeza al detective José Cardona. Era la primera entrevista entre el recién nombrado comisario y el famoso detective, reconocido como el mejor sabueso de Nueva York. Junto al comisario, había un montón de informes hechos a máquina que había estudiado detenidamente. Ahora, en presencia del detective, dio unos golpecitos al montón de papeles, mientras hablaba. —He estado estudiando sus informes, Cardona—dijo —. Deseo felicitarle por la capacidad de trabajo e inteligencia que ha desplegado. Ha sido usted un factor importantísimo en la lucha contra el crimen.<

Relatos breves del Nathaniel Hawthorne, el gran autor de La letra escarlata.♦ El entierro de Roger Malvin♦ El joven Goodman Brown♦ Ethan Brand♦ La ambición del forastero♦ Wakefield<

El Mountain Limited avanzaba lentamente sobre la vía férrea que atraviesa la parte más agreste de América: la vertiente occidental de las Montañas Rocosas. La velocidad fue reduciéndose mientras el tren ascendía hacia el punto más elevado de su recorrido: unos siete mil pies sobre el nivel del mar. Era más de medianoche. Fuera, las sombrías montañas dominaban la vía férrea y parecían a punto de derrumbarse sobre el minúsculo tren y sus viajeros. En el coche salón sólo quedaban unos cuantos hombres sentados en los cómodos sillones. Casi todos dormitaban, a excepción de uno que, sentado al final del vagón, daba furiosas chupadas a una pipa apagada. Parpadeaba incesantemente y cada vez que alguno de sus adormilados compañeros hacía algún movimiento, se volvía aterrorizado.<

Musgos de una vieja rectoría es una colección de relatos fantásticos del escritor norteamericano Nathaniel Hawthorne, publicada en 1846. La antología incluye varios cuentos inéditos de Nathaniel Hawthorne, y otros que ya habían pasado por la imprenta. La vieja rectoría o vieja mansión a la que hace referencia el título es un homenaje a The Old Manse, en Concord, Massachusetts, donde Nathaniel Hawtorne y Sophia Peabody vivieron los primeros tres años de matrimonio.<

Una luz suave y misteriosa se esparcía por el cuarto de negras paredes. El resplandor tenía un tono purpúreo y sus rayos centrábanse en un solo rincón, donde reflejaban la reluciente tapa de una mesa. El aposentado permanecía sumido en un silencio completo. Semejaba un cuarto de muerte; y lo más misterioso de todo era la figura espectral que se hallaba sentada a la mesa. Vestido con una capa negra como el azabache y oscurecidas las facciones por las anchas alas de un sombrero negro, el personaje presentaba las características sobrenaturales de una aparición. ¡La Sombra se hallaba en su santuario! Envuelto en la oscuridad, este ser fantasmal esperaba un mensaje del mundo exterior. Las paredes mismas de la habitación donde se encontraba La Sombra parecían fundirse en la nada.<

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