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Máximo Gorki

Días de infancia

Máximo Gorki escribió Días de Infancia en 1913, durante su destierro en la isla de Capri, donde permaneció siete años. Aunque se resistía a 'evocar tantas situaciones penosas, tantas miserias morales, y reavivar tantas heridas aún no cicatrizadas', cuando se decidió a escribir sus recuerdos infantiles estuvo a la altura de su genio. Gorki narra los 7 penosos años que transcurrieron tras la muerte de su madre. El propio autor, resume así sus días infantiles: 'Tengo la impresión de haber sido en mi infancia una colmena, hacia la que las gentes más diversas, sencillas y oscuras traían, como si fueran abejas, la miel de su experiencia; cada una de ellas enriquecía generosamente mi alma. A menudo esta miel era impura y amarga, pero qué importa, todo conocimiento es un precioso botín.'<

Máximo Gorki

La madre

«No conozco personaje más limpio que una madre, ni corazón con más capacidad de amar que el corazón de una madre». En estas palabras se resume toda la justificación sentimental que llevó a Maksím Gorki a convertir a Pelagia Nílovna Vlásova en una de las protagonistas más universales de la literatura rusa. Una protagonista con su trasunto de carne y hueso: la ciudadana Anna Kirílovna Zalómova, madre del obrero metalúrgico Piotr Zalómov, arrestado por la policía zarista mientras participaba el 1 de mayo de 1902 en la primera manifestación obrera que se celebraba en Sórmovo, una pequeña población de la región de Ivánovo, en el centro de la Rusia europea. La madre es el relato pormenorizado de cómo una víctima, Pelagia, una «vieja de cuarenta años», una mujer apaleada por su marido y embrutecida por el trabajo doméstico, un ser simple, ignorante y resignado a su sino (porque su alma, como ella misma reconoce, «estaba claveteada como una vieja casa condenada al derribo»), es capaz de romper los dos lastres psicológicos que la atan a su condición de paria social —el miedo y la resignación— y convertirse en una combatiente por la libertad, en un sujeto activo de la Historia.<

V5 Domnia Haosului

Rachel Caine - Vampirii din Morganville

Máximo Gorki

Los vagabundos

En los tres relatos que conforman esta obra, Gorki retrata de manera magistral tres caras de la marginalidad presente en la sociedad rusa de aquel entonces. En efecto, tanto el panadero Konovalov, la recalcitrante feminista, Malva, y el ratero, Tchelkache, no son personajes de laboratorio, sino fieles semblanzas de individuos de carne y hueso pertenecientes al inframundo de la desigualdad que caracterizaba el Imperio Ruso de fines del siglo XIX.<

Umbra Hegemonului

Orson Scott Card

Máximo Gorki

Malva

Máximo Gorki. (Seudónimo de Alexéi Maximóvich Peshkov; Nijni-Novgorod, 1868 - Moscú, 1936) Novelista y dramaturgo ruso, maestro del realismo y considerado una de las personalidades más relevantes de la cultura y de la literatura de su país. Tras la muerte de su padre, cuando contaba cuatro años de edad, Gorki se trasladó a vivir con la familia de su abuelo, en un ambiente pequeño-burgués venido a menos y en ocasiones rayano en la pobreza. Ese mundo de su niñez, que lo marcó decididamente, se recrea magistralmente en Mi infancia (1913-1914), primera parte de su trilogía autobiográfica. Gorki esta considerado un modelo de escritor autodidacto. A los once años se marchó de la casa de su abuelo y emprendió una vida llena de aprendizajes incompletos, largas navegaciones por el río Volga, y numerosos viajes al sur de Rusia y a Ucrania, que serán el tema del también autobiográfico Mis universidades (1923). El éxito literario le llegó tras la publicación del relato breve Makar Chudra en 1892, donde combina una descripción brillante de la naturaleza con un rico flujo narrativo interno para abordar el tema de la dignidad humana y la libertad en forma folclorista y ultra romántica.<

Michel Houellebecq

H. P. Lovecraft. Contra el mundo, contra la vida

Autor de la Llamada de Cthulhu, Dagón y En las montañas de la locura, H. P. Lovecraft, maestro indiscutible del horror y de lo fantástico, sigue siendo objeto de una fascinación muy especial por parte de nuestros contemporáneos. Fue un hombre extraño, al igual que sus escritos. A pesar de haber nacido en una ciudad portuaria, sintió siempre auténtica fobia al mar. Profundamente apático, hostil a todos los valores del mundo moderno y, a fin de cuentas, de un racismo visceral, sufrió durante toda su vida pesadillas recurrentes. Su intento de llevar una vida normal se saldó con un fracaso. Michel Houellebecq recorre un itinerario fuera de lo común, saludando en Lovecraft al autor de un mito fundador, y extrae de sus escritos un alegato en favor de una literatura vertiginosa, “yuxtaposición de lo minucioso y lo ilimitado, de lo puntual y lo infinito”.<

Michel Houellebecq

Sumisión

Una turbadora fábula política y moral, como 1984 y Un mundo feliz. Francia, en un futuro próximo. A las puertas de las elecciones presidenciales de 2022. Los partidos tradicionales se han hundido en las encuestas y Mohammed Ben Abbes, carismático líder de una nueva formación islamista moderada, derrota con el apoyo de los socialistas y de la derecha a la candidata del Frente Nacional en la segunda vuelta. François, un profesor universitario hastiado de la docencia y de su vida sexual, que a sus cuarenta años se había resignado a una vida aburrida pero sosegada, ve cómo la rápida transformación que sucede a la llegada del nuevo presidente al Elíseo altera la vida cotidiana de los franceses y le depara a él un inesperado futuro. Los judíos han emigrado a Israel, en las calles las mujeres han cambiado las faldas por conjuntos de blusas largas y pantalones, y algunos comercios han cerrado sus puertas o reorientado el negocio. Y la Sorbona es ahora una universidad islámica en la que los profesores conversos gozan de excelentes salarios y tienen derecho a la poligamia. Al igual que Huysmans, el escritor del siglo XIX convertido al catolicismo al que consagró su tesis, François sopesará pronunciar las palabras que le abrirán las puertas de la religión islámica y de una nueva vida: «No hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta.» Sumisión llegó a las librerías francesas el mismo día del trágico atentado contra Charlie Hebdo y Houellebecq, acusado de islamofobia o de dar alas a la extrema derecha, afirmó: «No tomo partido, no defiendo ningún régimen. Deniego toda responsabilidad. He acelerado la historia, pero no puedo decir que sea una provocación, porque no digo cosas que considere falsas sólo para poner nerviosos a los demás.» Más allá de la polémica, Sumisión es una novela de «política ficción» como 1984 y Un mundo feliz–, una turbadora fábula política y moral, en la que coexisten intuiciones poéticas, efectos cómicos y una melancolía fatalista.<

Máximo Gorki

Narraciones

La publicación a principios de la década de 1890 de los primeros relatos de Maksim Gorki revelaron a un autor insólito en las letras rusas: no sólo conocía con profundidad las leyendas populares y se movía con desenvoltura en la tradición de la narración oral, sino que había recorrido la inmensidad de las estepas, de las orillas del Volga y el mar Negro, de las tierras del Cáucaso y Crimea, y convivido con una legión de vagabundos, jornaleros, delincuentes y prostitutas que hasta entonces nadie había reclamado con tanta veracidad para la literatura. Los «exhombres» (como se titula uno de sus más célebres relatos) tomaron por sorpresa la escena literaria, y sus vidas atribuladas, sus pasiones brutales y su dignidad perdida se colaron en las tramas del realismo, ofreciendo una imagen inédita de un mundo sin justicia humana en medio de una naturaleza colosal. Chéjov y Tolstói no tardaron en declarar su admiración, y a principios del siglo XX Gorki era ya, junto a ellos, el escritor más popular de su tiempo. Este volumen de Narraciones reúne catorce de sus mejores piezas, en una selección amplia y representativa que cubre, desde el principio, los años más productivos de su carrera.<

Maxwell Grant

Anillo de engaños

¿Quién es La sombra? Un ser cuya voz se escucha en el éter y cuya risa es una amenaza para sus enemigos. Si alguien está en peligro aparece La Sombra para salvarlo en el momento oportuno y desvanecerse nuevamente en la oscuridad. Nadie ha visto su cara. Nadie conoce a La sombra. Pero La Sombra sabe…<

Miguel Ángel Hernández

Intento de escapada

La rutina de Marcos, aplicado estudiante de Bellas Artes, asocial, retraído y «enfermo de teoría», se ve interrumpida por la llegada a su pequeña ciudad de provincias del célebre Jacobo Montes, el gran artista social del presente, cuya controvertida y transgresora obra pretende denunciar los lugares oscuros del capitalismo contemporáneo. Gracias a las clases de Helena, profesora de Historia del Arte y directora de la sala con la que el artista va a colaborar, el joven Marcos queda fascinado enseguida por la figura de Montes y, casi por azar, acaba convertido en su asistente durante el periodo de preparación de la exposición. Unos meses en los que Marcos, aparte de comprender los mecanismos internos del mundo del arte, aprenderá a mirar con nuevos ojos toda una serie de realidades que había dejado pasar de largo, en especial la del universo complejo y marginal de la inmigración, problema central sobre el que Montes pretende trabajar en la ciudad. Toda una experiencia de iniciación en el arte y en la vida que, sin embargo, no acabará como Marcos había imaginado. Los métodos de Montes no son demasiado ortodoxos. Su «sociologismo visceral» está en el límite de lo admisible. Y cuando la teoría se lleva a la práctica, las cosas corren el riesgo de irse de las manos. En ese momento, el arte se transforma en un juego grotesco y peligroso.<

Maxwell Grant

Dedos de muerte

Una atmósfera de tristeza espectral saturaba la habitación donde Josías Bartram yacía. Quizá fuese el silencio lo que producía ese ambiente extraño; quizá el aspecto del mismo Bartram. Gracia Bartram sintió la tensión desde el momento en que entró en el dormitorio de su tío. Josías Bartram era un hombre de edad mediana. Pero esa noche presentaba el aspecto de un viejo. Su cuerpo permanecía inmóvil debajo de las colchas de la cama. Su rostro, con los ojos clavados en el techo, se destacaba amarillento contra la blancura de las almohadas. Sus manos, también, aparecían amarillentas, al crisparse lentamente sobre la superficie de la colcha. No se hallaba solo en el aposento, mas parecía estar por completo inconsciente de la presencia de otras personas.<

Miguel Hernández

Cancionero y romancero de ausencias

En los tramos finales de su vida, en la cárcel de Alicante, Miguel Hernández escribió las desgarradoras canciones de este libro, que concitó la admiración de las sucesivas generaciones que lo fueron leyendo, donde el amor, la muerte y la ausencia de todo aquello que da la vida, como la libertad, se entrelazan como en un desgarrador y apasionado alarido. Miguel Hernández empezó a escribir Cancionero y romancero de ausencias, en octubre de 1938, después de la muerte de su primer hijo, y lo terminó en septiembre de 1939, si bien la primera edición, publicada póstumamente por Lautaro (Buenos Aires, 1958), recoge otros poemas también inéditos compuestos desde mediados de 1937 a comienzos de 1941.<

Miguel Hernández

El labrador de más aire

El teatro de Miguel Hernández constituye una notable singularidad en la literatura española del siglo xx que sobresale por su carácter mixto. Escrita por un poeta de superior inspiración, responde, sin embargo, a circunstancias externas al quehacer literario que revisten una notoria peculiaridad. ' El labrador de más aire ' se inscribe en el llamado teatro social dentro de la producción dramática hernandiana. Es la principal pieza dramática en verso del poeta de Orihuela, de clara intención social y de raíz tradicional, rara combinación de eficacia dramática y acento lírico, salpicada de canciones populares. Una nueva visión -ahora dramática- que enriquece la oferta de Letras Hispánicas de la obra de Miguel Hernández. Este es el cuarto volumen dedicado a ella. Los profesores De Paco y Díez de Revenga han colaborado ya en la colección y son un buen aval para la difusión de la obra.<

Maxwell Grant

Diez millones

El vestíbulo del Hotel Corona se había llenado de gente a la salida de los teatros. El gran reloj que había por encima del mostrador del conserje señalaba las doce menos veinte. El conserje contempló, serenamente, a la muchedumbre de alegres visitantes que se dirigían al jardín que el hotel tenia en la azotea. El Corona era conocido como una de los lugares más animados de Manhattan. Grandes hombres de negocios lo frecuentaban. El empleado había visto muchas caras conocidas entre los circunstantes. Cada ascensor que subía a la azotea iba atestado de clientes. En el Corona el negocio era siempre bueno. Un hombre alto, de edad madura, entró en el vestíbulo. Resultaba excelente su figura con su inmaculado traje de etiqueta. Andaba haciendo girar un bastón ligero, y mirando a su alrededor con gesto de aburrimiento.<

Miguel Hernández

Poemas de amor

Figura singular dentro de la poesía española del siglo XX, MIGUEL HERNÁNDEZ (1910-1942) depuró en su poesía amorosa con sensibilidad extraordinaria las pulsaciones más naturales y primarias del impulso erótico, como el deseo, los celos, o la reproducción y la fertilidad como instrumentos de pervivencia. Como indica Leopoldo de Luis —preparador y prologuista de la presente antología—, los POEMAS DE AMOR del poeta alicantino enriquecen los modelos clásicos que los inspiraron con símbolos e imágenes originales que los individualizan y les confieren un sello propio e inconfundible.<

Maxwell Grant

Doble Z

La mano que empuñaba la llave temblaba. Tras no pocos trabajos consiguió hacerla entrar en la cerradura. Un hombre de elevada estatura penetró en el oscuro vestíbulo y cerró la puerta tras él. Un ligero suspiro salió de sus resecos y delgados labios, que sobresalían de la gruesa bufanda que le cubría el cuello y aun la barba. Aquel hombre avanzó lentamente por el vestíbulo. Al llegar al pie de la escalera se volvió receloso y lanzó una mirada de soslayo a al puerta que dejara a su espalda. El cristal del montante le inquietaba. Por él penetraba la débil luz exterior que iluminaba vagamente el sombrío vestíbulo, constituyendo una verdadera claraboya. Recordó el nerviosismo que le acometiera.<

Maxwell Grant

El asesino

¡Numero extraordinario! ¡”La Noche”! ¡Otro crimen en un tren! Los vendedores de periódicos de Nueva York exhibían un diario con grandes titulares delante de un hombre rechoncho y de rostro moreno, que caminaba presuroso por la calle. El individuo apartó de un manotazo el periódico y gruñó en tono alto al dirigir sus pasos hacia una de las calles de Manhattan. -¡Número extraordinario! Durante todo el camino, el hombre de rostro moreno había sido perseguido por el mismo grito. La historia del crimen, un producto del periodismo sensacional que sabía despertar el interés público, llenaba la primera página e inspiraba a los vendedores de periódicos.<

Miguel Herráez

Julio Cortázar, una biografía revisada

Una obra de divulgación de uno de los escritores más influyentes en lengua castellana del siglo XX. En ella se recoge infinidad de datos acerca de la vida de Cortázar, desde Buenos Aires a París, a partir de un conocimiento completo de su obra. De carácter ameno, el lector descubrirá a la vez, de manera precisa y sorprendente, a la persona y al escritor. Cuenta, además, con un prólogo del escritor nicaragüense Sergio Ramírez, amigo personal de Cortázar.<

Maxwell Grant

El dueño de la muerte

-Chofer, deténgase junto a la esquina. El chofer torció hacia la acera, mientras atravesaba la calle Sesenta y Seis, y se detuvo, libre del tráfico de Broadway. El pasajero inclinóse hacia delante y sonrió, mientras el coche se detenía en el lugar indicado. Abriendo la portezuela, el hombre bajó y pagó al conductor. Seguía sonriendo. El chofer lo advirtió, y miró interrogador el enjuto rostro del pasajero. En la sonrisa de éste había algo que desagradó al chofer. Mientras el hombre guardaba el cambio, el chofer puso en marcha el auto y al apartarse de la acera volvió la cabeza. Su ex pasajero seguía junto al bordillo, esperando que se interrumpiese el tráfico. A pesar de la distancia que ya les separaba, podía advertirse aún la desagradable sonrisa del desconocido.<

Muncile Lui Hercule

Agatha Christie

Maxwell Grant

El fantasma del castillo

Un hombre de edad avanzada y hombros encorvados caminaba penosamente por la acera de una avenida tranquila y silenciosa. La oscuridad de la noche nublada se trocaba en una negrura siniestra bajo las ra-mas crujientes y pesadas de los árboles batidos por el viento. Solamente las luces que a intervalos pendían en el centro de la calle, proyectaban pequeñas zonas de un resplandor amarillento. A la izquierda, alejados de la avenida, había varios caserones. Las fachadas que-daban tapadas por los árboles de los jardines. Como las luces de la calle, las ventanas de las casas proyectaban destellos visibles de vez en cuando desde la acera, mas era tarde para este aristocrático suburbio de la ciudad de Newbury. La mayoría de los vecinos solían acostarse antes de la medianoche y eran en este momento las once y media. Las luces de las casas indicaban que ciertos miembros de la juventud de Newbury, no habían regresado aún del centro de la ciudad. El anciano que atravesaba penosamente la solitaria avenida no sentía el menor interés por estas indicaciones. Mientras caminaba laboriosamente con la ayuda de su pesado bastón, llevaba su encorvada cabeza embargada por una multitud de pensamientos. Una zona de luz lo reveló momentáneamente.<

Pericol La End House

Agatha Christie

Maxwell Grant

El ídolo viviente

Descendían sobre Manhattan las brumas de la noche. El estruendo de un tren “elevado” se perdió entre la niebla, mientras un hombre solitario descendía por las escalerillas de hierro de la estación. Al llegar a la calle se detuvo al pie de los peldaños para encender un cigarrillo, que colocó en una boquilla de aros de oro. El resplandor del fósforo reveló un rastro astuto y cetrino, coronado por pobladas cejas nejas que indicaban el color de sus cabellos. Tras arrojar el fósforo al suelo, el individuo caminó junto al “elevado” braceando garbosamente. Había en su porte algo de militar combinado con cierto aire de despreocupación. Su manera de andar echados hacia atrás los hombros y bien erguido, le hacia aparecer más alto de lo que realmente era. Se le acercó un mendigo y le pidió unos céntimos para una taza de café. La respuesta que recibió fue una brusca negativa, que le hizo alejarse apresuradamente, refunfuñando.<

Petrecere De Halloween

Agatha Christie

Maxwell Grant

El rayo misterioso

El espacioso vestíbulo del hotel Olimpia, presentaba una escena interesante al hombre que la observaba desde un sillón situado en un rincón. Había escogido un lugar poco conspicuo. Además, había conseguido pasar casi sin ser notado. El cuello de su gabán oscuro le tapaba el mentón firme y cuadrado. Las páginas extendidas de un periódico contribuían a ocultar su rostro moreno. Sentado en el sillón, vigilando desde un lugar oscuro, usando un tipo de sombrero que rara vez utilizaba, el famoso detective José Cardona evitaba que le reconociesen y al mismo tiempo tomaba medidas eficaces para observar las facciones de cualquier persona conocida. El as de los sabuesos de Nueva York actuaba a la altura de su renombrada fama. Los ojos vigilantes de Cardona, se posaron en un grupo de hombres que entraron por unas puertas giratorias. La rápida mirada del detective se clavó sobre un individuo, un hombre corpulento, vestido con un lujoso abrigo de astracán. Cuando este recién llegado cruzó el vestíbulo, volvió la cabeza en dirección de Cardona. Sonriendo a una observación de su compañero, el hombre corpulento exhibió unos dientes de oro en su boca de labios carnosos.<

Milagros Hidalgo

La taquillera del Metro

Novela corta de carácter costumbrista y ambientada en el Madrid de los años cincuenta.Hacía justo cincuenta años que Madrid, el por entonces viejo y pequeño Madrid, estrenaba METRO y por ende, su primera línea.<

Maxwell Grant

El templo del crimen

¿Quién es La Sombra? Un ser cuya voz se escucha en el éter y cuya risa es una amenaza para sus enemigos. Si alguien está en peligro aparece La sombra para salvarlo en el momento oportuno y desvanecerse nuevamente en la oscuridad. Nadie ha visto su cara. Nadie conoce a La sombra. Pero La sombra sabe….<

Mo Hayder

El caso Birdman

Greenwich, al sudeste de Londres. El inspector Jack Caffery —joven, compulsivo, impasible— acude al lugar donde se ha cometido uno de los crímenes más espantosos que jamás ha visto. Cinco prostitutas han sido asesinadas de manera ritual y arrojadas a un descampado cerca del Millenium Dome. Las autopsias posteriores revelan la existencia de una truculenta firma que vincula a todas las víctimas. Caffery se da cuenta pronto de que está tras la pista de una de las figuras delictivas más peligrosas: un asesino en serie. Molesto por la desconfianza hacia él dentro de las fuerzas policiales y obsesionado por el recuerdo de una muerte muy cercana en su infancia, Caffery utiliza todas las armas que la ciencia forense le ofrece para cazar al asesino. Sabe que sólo es cuestión de tiempo que ese sádico criminal actúe de nuevo…<

Maxwell Grant

El triángulo de la muerte

-Ahí es. Entra despacio. El desvencijado sedan se detuvo bruscamente. El chofer atendió inmediatamente la orden del hombre que iba sentado a su lado. Hizo girar el volante y el coche entró en un lugar de estacionamiento entre dos edificios vetustos. Con hábil maniobra arrimó el vehículo a una pared. Paró el motor y apagó las luces. Los ocupantes, hombres ceñudos y silenciosos, escuchaban, sus ojos vigilantes atisbaban la calle que se extendía en línea recta a través del extremo Este de la ciudad de Nueva York. Este era un antiguo distrito de Manhattan, repleto de edificios que en otro tiempo fueron mansiones suntuosas, pero que ahora se habían convertido en viviendas de inferior categoría. Era la única clase de distrito en que se podía ver un automóvil, en espera de un propósito desconocido.<

Mo Hayder

El tratamiento

En el parque Brockwell, una tranquila zona residencial al sur de Londres, la policía encuentra a una pareja brutalmente atacada y encerrada en su casa durante tres días, aunque aún les queda algo peor por descubrir: el hijo de ocho años ha desaparecido. Cuando el detective Jack Caffery llega y analiza las pocas pistas que tiene, encuentra inquietantes semejanzas con oscuros acontecimientos de su propia experiencia: la desaparición de su hermano cuando tenía nueve años, posiblemente a manos de un pederasta de la zona, y cada vez le resulta más difícil mantener la objetividad en el caso. A medida que la investigación y los análisis forenses avanzan, Caffery ve más conexiones entre pasado y presente, y entonces sus pesadillas se hacen reales…<

Maxwell Grant

Falsos fantasmas

-¡Soy Florecilla! Una voz fría, chillona, farfullaba en la sobrecogedora oscuridad. Al cesar la voz aguda, prevaleció un silencio espectral. -¡Soy Florecilla! El grito repetido era como el extraño eco de la primera llamada de ultratumba. Luego, cuando dejó de oírse la llamada, una pregunta baja y trémula surgió le entre las personas sentadas en el oscuro círculo. -¿Tienes un mensaje para mí? Era una mujer quien hizo la pregunta. Su tono indicaba que era una creyente sincera. El auditorio aguardó. La voz de Florecilla pareció rasgar las tinieblas. -Tengo un mensaje de J. H.-decía-. Quiere hablar con alguien que está aquí. Alguien a quien no puede ver. Alguien que le amó en el plano material. Dice que es J. H. Dice que quien le ama sabía... -Reconozco a J. H. -murmuró la voz femenina-. Yo soy aquella persona a quien él querría hablar. Por favor, Florecilla... tráeme su mensaje, por favor... La voz suplicante acabó en abogado sollozo. La mujer no pudo hablar más; estaba embargada de emoción.<

Mohammed Hanif

La explosión de los mangos

El 17 de agosto de 1988 moría en accidente aéreo el general Zia-ul-Haq, dictador de Pakistán. En el avión presidencial se encontraban importantes personalidades del régimen, entre ellas el jefe de los servicios de inteligencia, así como el embajador de Estados Unidos. No hubo supervivientes y las causas del siniestro nunca se aclararon. ¿Pudo deberse a un fallo humano o mecánico? ¿Se debió a la conspiración de un grupo de militares rivales? ¿O fue un complot de la CIA, que entonces colaboraba clandestinamente con el general para desestabilizar Afganistán y acelerar la retirada de las tropas rusas en el país vecino? Por boca de un joven oficial de las Fuerzas Aéreas, que narra su supuesta participación en los acontecimientos, el autor —de origen paquistaní y actualmente periodista de la BBC— urde una apasionante e imaginativa trama en la que cobran vida novelesca seis posibles causas del accidente del avión, especulando así sobre las presuntas conspiraciones que rodearon la misteriosa muerte de Zia.El resultado es una novela brillante y audaz, que fue seleccionada para el premio Man Booker y finalista del premio Guardian First Book. Con humor ácido y un ritmo trepidante propio de los mejores thrillers políticos, Mohammed Hanif retrata sin contemplaciones los aspectos más absurdos de la vida militar durante los últimos días de un dictador delirante y cruel, al tiempo que expone las torpes manipulaciones de todas las partes implicadas que, con su miopía política, contribuyeron al auge del islamismo radical que culminó con los feroces atentados de Nueva York, Madrid y Londres.<

Infidelitati La Hollywood

Jackie Collins

Maxwell Grant

La amenaza roja

“-Su vida – murmuró lentamente el desconocido – ya no le pertenece. Ahora es mía. Sin embargo, aún puede, si quiere, acabar con ella. ¿Quiere que volvamos al puente?” Durante quince años, Maxwell Grant, seudónimo adoptado por Walter B. Gibson, escribió más de 275 títulos de un personaje que fue el furor de una generación: LA SOMBRA. ¿Quién es LA SOMBRA? Un ser cuya voz se escucha en el éter y cuya risa es una amenaza para sus enemigos. Si alguien está en peligro aparece LA SOMBRA para salvarlo en el momento oportuno y desvanecerse nuevamente en la oscuridad. Nadie ha visto su cara. Nadie conoce a LA SOMBRA. Pero LA SOMBRA sabe….<

Doua Aventuri Ale Lui Sherlock Holmes

Arthur Conan Doyle

Maxwell Grant

La clínica del crimen

Un individuo de baja estatura y complexión robusta descendía por una calle del East Side. Llevaba levantado el cuello del abrigo pardo. Su sombrero gris se inclina-ba sobre el rostro invisible. Tenía las manos embutidas en los bolsillos laterales. Aquel hombre tenía toda la apariencia de un vagabundo. Parecía, en realidad, uno de los típicos habitantes del tenebroso distrito de Manhattan. Tropezando a cada paso con los transeúntes, el holgazán continuó su lento paseo. Gruñía a aquellos con quienes chocaba, con tal aire de desafío, que ninguno le replicó, atemorizado por su aspecto. Parecía un camorrista de los muchos que rondaban por aquella vecindad. La calle estaba en tinieblas; sin embargo, el paseante volvía la cabeza hacia otro lado, cada vez que pasaba ante algún sitio alumbrado. Los escaparates de las tien-das estaban iluminados, pues aun a aquella hora tardía todavía se hacían algunas transacciones en aquel barrio alejado.<

Groapa

Eugen Barbu

Povestiri V5 Arhiva Lui Sherlock Holmes

Arthur Conan Doyle

Maxwell Grant

La destrucción del reino de los gangsters

-Su vida – murmuró lentamente el desconocido – ya no le pertenece. Ahora es mía. Sin embargo, aún puede, si quiere, acabar con ella. ¿Quiere que volvamos al puente? Durante quince años, Maxwell Grant, seudónimo adoptado por Walter B. Gibson, escribió más de 275 títulos de un personaje que fue el furor de una generación: LA SOMBRA. ¿Quién es LA SOMBRA? Un ser cuya voz se escucha en el éter y cuya risa es una amenaza para sus enemigos. Si alguien está en peligro aparece LA SOMBRA para salvarlo en el momento oportuno y desvanecerse nuevamente en la oscuridad. Nadie ha visto su cara. Nadie conoce a LA SOMBRA. Pero LA SOMBRA sabe….<

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