En el año 2080, más de 60 años después de una guerra mundial provocada por la crisis económica, el mundo está dominado por las multinacionales. Los países y las ciudades se llaman como marcas: Coca-Cola Light BCN (la antigua Barcelona) o Mar Red Bull (el Mediterráneo). Con frecuencia, la ciencia ficción inventa escenarios futuros en los que podemos reconocer el presente. se erige como una metáfora de nuestro tiempo narrada en primera persona por una periodista de guerra víctima del terrorismo y conocedora de las cloacas del sistema.

El absurdo de ese mundo artificial y violento ocupa un papel central en este relato complejo, estructurado a partir de las perspectivas propias de cada uno de los personajes, que alterna diversos planos de narración y de lenguajes para que el sentido final de la historia siga vivo y oculto hasta sus últimas páginas. Contundente alegato contra cualquier tipo de violencia, cuenta, con modos de novela filosófica de aventuras, cómo la incapacidad de amar vuelve a las personas, o a las sociedades, enfermas.