
Un agujero en el hielo
Los veintidós hombres que se quedaron después de la partida del Caird todavía no contaban con un refugio. Cavaron una «cueva» en la cuesta nevada, pero la cueva no resultó satisfactoria. «Ya hemos cavado una cámara de buen tamaño, lo bastante grande para que en ella duerman ocho hombres, pero está demasiado mojada para que alguien se atreva a hacer el experimento». (Lees, diario).