Las distintas clases de vida
Recientemente, Carl Woese, un biólogo de la Universidad de Illinois, pergeñó un sistema nuevo de clasificación de todos los seres vivos en grupos y subgrupos. La división se basa en la estructura de las moléculas de ácido ribonucleico (ARN) de unos gránulos diminutos llamados «ribosomas», presentes en todos los seres vivos sin excepción.
Los ribosomas son los laboratorios vivos en los que se fabrican las proteínas, según las copias del ácido nucleico presente en todas las células, y la vida no puede existir sin proteínas. Los ribosomas deben de haberse formado en células muy primitivas, y las moléculas de ARN que los componen se han mantenido durante miles de millones de años experimentando cambios mínimos.
No obstante, se han producido algunos cambios menores. Por ejemplo, las moléculas de ARN están formadas por moléculas de menor tamaño, llamadas «nucleótidos». Cada molécula de ARN de los ribosomas tiene un arco en horquilla en determinado lugar. En este arco hay seis o siete nucleótidos. Las células con seis nucleótidos pertenecen a un gran grupo de organismos vivos. Hay algunas otras pequeñas diferencias que dividen a las células con siete nucleótidos en dos grandes grupos, habiendo tres en total.
Antaño, las formas de vida se dividían por su aspecto. Cuando jugamos a las «veinte preguntas», por ejemplo, seguimos dividiendo a las cosas en «animal, vegetal o mineral» porque consideramos que todos los seres vivos son animales o plantas. También hay formas de vida microscópicas, a las que se acostumbra considerar animales o plantas. A las amebas, por ejemplo, se las consideraba animales y a las bacterias, plantas.
Con el tiempo, a medida que se estudia a las células más de cerca, se descubre que hay dos clases de células fundamentales. En las más primitivas, las moléculas de ácido nucleico están esparcidas por toda la célula. Estas células forman el grupo de las «procariotas», que incluye a las bacterias, algunas con clorofila (lo que les permite vivir a base de energía solar) y otras sin ella. Otro tipo de célula más complejo y desarrollado tiene sus ácidos nucleicos situados en una pequeña zona diferenciada dentro de la célula conocida como «núcleo». A estas células se las denomina «eucariotas». Las plantas y los animales están formados por células eucariotas: las plantas tienen células con clorofila y los animales sin ella. Los seres humanos están formados por células eucariotas que, por supuesto, no tienen clorofila.
No obstante, todo esto se derrumba si, como hace Carl Woese, tenemos en cuenta la estructura molecular del ARN en los ribosomas. De las tres grandes divisiones, dos son formas de vida unicelular con células procariotas. (Las células procariotas nunca han desarrollado organismos formados por más de una célula). Una gran división de las procariotas se establece como «bacterias». A otra segunda gran división de las procariotas, Woese las denomina «Archaea», muy semejantes a las bacterias en apariencia, pero con ciertas características en sus moléculas de ARN que muestran una tendencia hacia las eucariotas.
Aparentemente, las Archaea han empezado a desarrollar características de eucariota y a partir de ellas evoluciona la tercera gran división de la vida, a la que Woese denomina «Eucarya». Son organismos compuestos de células con núcleo.
Los Eucarya son las únicas formas de vida que se han desarrollado en dirección pluricelular. Algunos Eucarya se transformaron en organismos formados por billones o incluso cientos de billones de células eucariotas (nosotros mismos somos un ejemplo de ello). No todos las tienen. De las seis principales divisiones de los Eucarya, tres son unicelulares.
De las tres restantes, dos tienen aspecto de plantas. Los primeros, sin clorofila, forman el grupo de los «hongos». La mayoría de ellos son unicelulares, pero hay formas pluricelulares como las setas. Los segundos contienen clorofila y son las familiares «plantas verdes». También algunas de ellas son unicelulares, como las algas, pero se originan formas gigantes como las secuoyas.
Para terminar, el tercer grupo de los Eucarya son los animales. Son, desde nuestro punto de vista, los más avanzados e incluye ballenas gigantes que pueden pesar hasta 150 toneladas. (Algunas plantas son incluso más pesadas, pero la mayor parte de un árbol está constituido por tejido leñoso de sujeción, que en realidad no está vivo, mientras que los animales están formados casi por completo de tejidos vivos).
En cierto modo esto nos pone en nuestro lugar. Desde la aparición de la vida hace unos 3500 millones de años, ésta permaneció unicelular y procariota durante más de 2000 millones de años. Desde hace unos 1400 millones de años se desarrolló la tercera gran división, los Eucarya, y durante los siguientes 600 millones de años se conservó también como forma de vida unicelular.
Hasta hace unos 800 millones de años no empezaron a aparecer los primeros eucariotas pluricelulares y, al principio, sólo como distintos tipos de gusanos. Formas de vida tan avanzadas como los crustáceos marinos empezaron a desarrollarse desde hace 600 millones de años. Nosotros pertenecemos al subphylum Vertebrala, que hizo su aparición hace 500 millones de años. El género humano y todos los animales con los que está relacionado, incluso los peces más primitivos, son unos recién llegados a la Tierra.