Sisterbye
Adiós te vas
carne usada en exceso por las patrañas locas de mi
madre aferrada a las nalgas
indecentes del carnicero de la esquina
del
cartero
del abre verijas y por último mi padre
Adiós hermana mía irredenta mujer con palidez
de almohada
y precocidad de morcilla a temperatura ambiente
Adiós hermana sabia
sobria
duquesa de la casa
Proxeneta minusválida
Perendeca mártir
En tus pequeños lunares
deberéis abrigar mejores suertes por allá por las
ramblas
y
se llenarán de rosas las gardenias
los peces de ojos saltones se meterán a tu boca
solicitando encajes
y permutarán
tu enagua por tus deseos clandestinos de hacer el
amor como un poeta
no me lo hace a mí
Adiós mi huérfana clavícula
A Dios te encomiendo
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