EL ZORRO CHINO

Para la zoología común, el Zorro Chino no difiere mucho de los otros; no así para la zoología fantástica. Las estadísticas le dan un promedio de vida que oscila entre ochocientos y mil años. Se le considera de mal agüero y cada parte de su cuerpo goza de una virtud especial. Le basta golpear la tierra con la cola para causar incendios; puede prever el futuro y asumir muchas formas, preferentemente de ancianos, de jóvenes doncellas y de eruditos. Es astuto, cauto y escéptico; su placer está en las travesuras y en las tormentas. Los hombres, cuando mueren, suelen trasmigrar con cuerpo de Zorros. Su morada está cerca de los sepulcros.

Existen miles de leyendas sobre él; transcribimos una, que no carece de humorismo:

"Wang vio dos Zorros parados en las patas traseras y apoyados contra un árbol. Uno de ellos tenía una hoja de papel en la mano, y ambos se reían como compartiendo una broma. Trató de espantarlos, pero se mantuvieron firmes y él disparó contra el del papel; lo hirió en el ojo y se llevó el papel. En la posada refirió su aventura a los otros huéspedes. Mientras estaba hablando, entró un hombre que tenía un ojo lastimado. Escuchó con interés el cuento de Wang y pidió que le mostraran el papel. Wang ya iba a mostrárselo, cuando el posadero notó que el recién venido tenía cola. "¡Es un Zorro!", exclamó y en el acto el hombre se convirtió en un Zorro y huyó. Los Zorros intentaron repetidas veces recuperar el papel, que estaba cubierto de caracteres indescifrables, pero fracasaron. Wang resolvió volver a su casa. En el camino se encontró con toda su familia, que se dirigía a la capital. Declararon que él mismo Wang les había ordenado ese viaje, y su madre le mostró la carta en que le pedía que vendiera todas las propiedades y se reuniera con él en la capital. Wang examinó la carta y vio que era una hoja en blanco. Aunque ya no tenían techo que los cobijara, Wang ordenó: "Regresemos".

Un día apareció un hermano menor que todos habían dado por muerto. Preguntó por las desgracias de la familia y Wang le refirió toda la historia. "Ah —dijo el hermano, cuando Wang llegó a su aventura con los Zorros—, ahí está la raíz de todo el mal", Wang mostró el documento. Arrancándoselo, su hermano lo guardó con apuro. "Al fin he recobrado lo que buscaba", exclamó y, convirtiéndose en un Zorro, se fue.

[1] Provincia del norte de Persia.

[2] Ocho patas tiene, según la Edda Menor, el caballo de Odín.

[3] Análogamente, en la Gramática de la Real Academia Española se lee: "Nos, sin embargo de ser plural por su naturaleza, suele juntarse con nombres del número singular cuando de sí propias hablan personas constituidas en dignidad; v. gr.: "Nos, D. Luis Belluga, por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, Obispo de Cartagena".

[4] Es la mayor de las maravillas de Dios, pero Dios que lo hizo, lo destruirá.

[5] Las voces subrayadas no figuran en el original hebreo y han sido suplidas por el traductor.

[6] Esto solían llevar los romanos, / Esto hace que nos teman muchísimo.

[7] Así es, parece, la versión más antigua. Los años le agregaron la metáfora que hace de la vida del hombre un solo día.

Ahora se formula en de esta manera:¿Cual es el animal que anda en cuatro pies a la mañana, en dos al mediodía, y en tres a la tarde?

[8] Parejamente, Schopenhauer escribe: "En la página 325 del primer tomo de su Zauberoioliothek (Biblioteca mágica), Horst compendia así la doctrina de la visionaria inglesa Jane Lead: Quien posee fuerza mágica, puede, a su arbitrio, dominar y renovar el reino mineral, el reino vegetal y el reino animal; bastaría, por consiguiente, que algunos magos se pusieran de acuerdo para que toda la Creación retornara al estado paradisíaco". (Sobre la Voluntad en la Naturaleza, VII).

[9] Judah Loew ben Bezabel

[10] Estos recuerdan la descripción del Esposo en el Cantar de los Cantares (V, 10-11): "Mi amado, blanco y bermejo...; su cabeza como oro".

[11] Cruzar grifos con caballos.

[12] Y vio al huésped y a toda la familia, / Y a otros en las ventanas y en las calles, / Que elevaban al cielo los ojos y las cejas, / Como si hubiera un eclipse o un cometa. / Vio la mujer una alta maravilla, / Que no sería fácil de creer: / Vio pasar un gran corcel alado, / Que llevaba por los aires a un caballero armado.

[13] El título original es Die Sorge des Hausvofers (La preocupación del padre de familia)

[14] Ciudad de Francia sobre el Huisne

[15] 9-41: Versión de Gerónimo Gómez de Huerta (1604).

[16] Empresas Políticas.

[17] A la serie podemos agregar un animal de tiro: el rápido jabalí Guillinbursti, cuyo nombre quiere decir "el de cerdas de oro", y que también se llama Slidrugtanni, "el de peligrosos colmillos". "Esta obra viva de herrería —escribe el mitólogo Paul Herrmann— salió de la fragua de los habilidosos enanos; éstos arrojaron al fuego una piel de cerdo y sacaron un jabalí de oro, capaz de recorrer la tierra, el agua y el aire. Por oscura que sea la noche, siempre hay bastante claridad en el sitio en que esté el jabalí". Guillinbursti tira del coche de Freyr, dios escandinavo de la generación y de la fecundidad.

[18] Este nos dice que el cuerno del rinoceronte, partido en dos, muestra la figura de un hombre; AI-Qazwiní dice que la de un hombre a caballo, y otros hablan de pájaros y de peces.

[19] Véase el artículo El Uroboros.

El libro de los Seres Imaginarios
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