Mi palabra de honor, dijo el lobo

tan sólo quiero amarte, no te haré ningún daño

Está bien, no hay más remedio,

arrímate a mi lado, contestó la borrega

El lobo la miró con los ojos ardiendo

La oveja le devolvió la ardiente mirada

Se estuvieron largo tiempo mirando

El lobo y la cordera tuvieron este sueño

Uno en el monte donde azota el viento

La otra en el corral

pisoteada por sus propias hermanas