VII
«Ese buen Ermitaño vive en aquel bosque cuyas laderas bajan hasta el mar. ¡Con cuánta fuerza eleva su voz dulce! Le gusta hablar con los Marinos que vienen de un País lejano.
«Se arrodilla al alba, al mediodía, y por la tarde— tiene un hermoso cojín: el musgo, que esconde por completo el viejo tocón del Roble carcomido.
THE SKIFF-BOAT NEARS
«Se acercó el Esquife: les oí hablar, '¡Vaya, qué extraño, me parece! ¿Dónde están aquellas luces, tantas y tan bellas que ha poco hacían señales?'
'¡A fe mía que es extraño!' dijo el Ermitaño— 'Y no han dado respuesta a nuestros gritos. Las tablas están torcidas, y mirad esas velas ¡cómo están de raídas y resecas! jamás vi nada a ellas parecido sino acaso quizá.
'Los esqueletos de las hojas rezagadas a lo largo del arroyo de mi bosque: cuando la hiedra está cargada de nieve, y ulula el Búho al lobo que debajo devora los lobeznos de la loba.'
'¡Señor del Cielo! tiene una diabólica apariencia— (respondió así el Piloto) 'Estoy amedrentado.'—¡Adelante, adelante!' dijo el Ermitaño alegremente.
«La Barca se acercó a la Nave, ¡Mas yo no me moví ni dije una palabra! La Barca llegó a estar bajo la sombra de la Nave, ¡Y un sonido apagado se escuchó entonces!
«Bajo las aguas atronaba, cada vez con mayor fuerza y mayor miedo: llegó a la Nave, le quebró la crujía; la Nave se hundió como si de plomo fuese.
«Aturdido por aquel ruido temible y poderoso, que afligió al cielo y al océano: como aquel que ya hace siete días que se ha ahogado mi cuerpo quedó a flote: mas, con la rapidez de un sueño, me encontré de pronto en la barca del Piloto.
THE WHIRL
«En el remolino, donde la Nave se había hundido, la barca daba vueltas y más vueltas: y todo estaba en silencio, salvo el monte que se hacía eco del sonido.
«Moví los labios: el Piloto se estremeció y cayó al suelo en un desmayo El santo Ermitaño alzó los ojos y se puso a rezar desde su asiento.
«Cogí los remos: el muchacho del Piloto, que en aquel punto se había vuelto loco, se rió a voces durante un largo rato, y mientras tanto sus ojos iban de una lado para otro, '¡Ja! ¡ja!—nos dijo—'ahora veo a las claras, que sabe remar este demonio.'
«Y entonces en mi País de origen, ¡pisé al fin la tierra firme! El Ermitaño salió entonces de la barca, y a duras penas en pie podía mantenerse.
«¡Ah, confesión, confesión, Hombre bendito! El Ermitaño frunció el ceño— 'Dime al punto,' me dice, 'te exijo que me digas qué clase de hombre eres tú.'
OH SHRIEVE ME, HOLY MAN
«Al instante todo mi cuerpo se contrajo en una agonía dolorosa, que me obligó a comenzar mi relato y solo entonces quedé yo liberado.
«Desde entonces en hora incierta, unas veces con frecuencia, otras veces se demora esa angustia me alcanza y a contar me obliga mi aventura espeluznante.
STRANGE POWER OF SPEECH
«Voy, como la noche, de un lugar a otro; tengo un extraño don de la elocuencia; y en el instante en que veo su rostro sé cuál es el hombre que habrá de escucharme; a ése le cuento mi relato.
I KNOW THE MAN THAT MUST HEAR ME
«¡Qué gran estrépito estalla en esa puerta! Allí están los Invitados de la boda; mas en la enramada del Jardín la Novia y las Damas de la novia están cantando; y escucha: la campanilla de las Vísperas que me pide recogerme en oración.
THE WEDDING GUESTS
«¡Ah, Invitado de la boda! este alma ha estado sola en un mar ancho, muy ancho: tan solitaria estuvo, que el mismo Dios apenas parecía estar en aquel sitio.
SO LONELY
«Ah, más dulce que la fiesta de la Boda, mucho más dulce me resulta ir caminando hacia la Iglesia con una buena compañía.
«Ir caminando hacia la Iglesia y rezar todos juntos, mientras cada cual ante su padre celestial se inclina, viejos, y niños, y amigos que se quieren, y Jóvenes, y Doncellas alegres.
«¡Adiós, adiós! ¡mas todo esto te cuento a ti, invitado de la boda! Bien reza quien bien ama tanto a los hombres como a las aves y a las bestias.
«Mejor reza quien mejor ama, todas las cosas grandes y pequeñas: pues el Dios al que amo, que nos ama a nosotros, creó y ama todo cuanto existe.»
El Marino, que tiene los ojos relucientes, que tiene la barba cana por la edad, se ha marchado; y entonces el invitado de la boda se volvió de la puerta del novio.
THE MARINER IS GONE
Se fue, como aquel que queda aturdido y ha perdido el sentido todo: convertido en un hombre más triste y más sabio se levantó a la mañana siguiente.