3 - ABANDONO DE VIEJAS CREENCIAS
Una de las diferencias más impresionantes entre un gato y una mentira, es que el gato sólo tiene siete vidas.
Mark Twain Mi pasado no es más que la estela que he dejado tras de mí.
Lo que impulsa mi vida es la energía que genero en el presente.
Ahora ha llegado el momento de comenzar la tarea de reorganizar y abandonar las creencias y opiniones que no se adapten a su nueva relación con la realidad. Veamos algunas de esas arraigadas creencias y apartémosla de nuestra conciencia.
Su pasado está preñado de creencias. Estas creencias se encuentran en el núcleo de lo que usted percibe como constituyentes de su realidad. Debe usarlas para explicar por qué su vida ha tomado el rumbo que ha tomado.
Tome la resolución de extirpar aquellas que no se ajusten a la nueva relación con la realidad que está creando.
A lo largo de este capítulo se le pedirá que descubra y luego cambie creencias que ya no necesita. Puede que se pregunte por qué iba a aferrarse a sistemas de creencias innecesarios o indeseados. En el libro Be As You Are (Sea tal como es) Ramana Maharshi, uno de los sabios indios del siglo XX, dice lo siguiente en respuesta a por qué los seres humanos continúan repitiendo costumbres que niegan su ser:
El placer o el dolor no son sólo aspectos de la mente. Nuestra naturaleza esencial es la felicidad. Pero hemos olvidado el yo e imaginamos que el cuerpo o la mente son el yo. Es esa identidad equivocada la que da lugar a la desdicha. ¿Qué debe hacerse? Esta tendencia es muy antigua y ha perdurado durante reencarnaciones. Por lo tanto, se ha hecho fuerte. Debe desaparecer para que la naturaleza esencial, la felicidad, se imponga.
Este capítulo podría ayudarle a responder a la pregunta planteada por Ramana Mahrshi: "¿qué debe hacerse?".
He aquí diez de las creencias más comunes y difíciles de desechar que se enseñan en la civilización occidental. Examine cada una de estas creencias nucleares y observe cómo operan en su vida. Luego considere alguna de las sugerencias que ofrezco.
En el proceso, volverá a definir su relación con la realidad y tal vez hallará sus propias respuestas a la pregunta: "¿qué debe hacerse?".
Recuerde que la totalidad de su vida tiene que ver con la acumulación de energía. Cuantas más creencias destierre de su espacio interno, más espacio habrá para la nueva energía. Pregúntese si estas diez creencias las quiere mantener o desechar. Y tenga presente que si dichas creencias no le sirven, son mentiras que viven eternamente, como sugiere Mark Twain en el epígrafe del presente capítulo.
Cuanto más mejor es una enfermedad del siglo XX que puede ocultar el sendero de su búsqueda. ¿Se ha convertido esta creencia en parte de su vida diaria? ¿Dónde está la paz en cuanto-más-mejor?
Esta búsqueda del más lo condena a uno a una vida de constante lucha.
Resulta imposible disfrutar de la vida. ¿Le han educado en esta creencia? Si ha dedicado una gran cantidad de energía vital al cuanto-más-mejor, puede resultarle difícil sustraerse a esa inercia. Necesita saber si es una piedra angular de su vida.
Algunos de los indicadores de que el cuanto-más-mejor informa su vida son los siguientes: tiene que estar ocupado para sentirse satisfecho; debe ganar más dinero del que gana; ha de obtener un ascenso para demostrar su valía; necesita tener más de todo. Para cambiar esto, usted ha de descubrir y convencerse de que apenas sí necesita cosas para ser libre.. Éste es el primer paso para abandonar esta espiral.
Cuanto-más-mejor le mantiene a uno anclado en el ámbito de lo físico. Con lo que el yo espiritual no tiene cabida en nuestra vida diaria. La energía interna está concentrada en la acumulación, las adquisiciones, las recompensas, los trofeos, la aprobación y el dinero.
Algunas personas experimentan sentimientos de culpa, vergüenza, y se hacen reproches porque piensan que son haraganas e incompetentes.
Nos enseñan este juego en una etapa temprana de la vida. Ya en el colegio, buscamos conseguir notas más altas, diplomas adicionales, reconocimientos.
No hay paz en esta espiral.
La sensación de paz existe cuando uno se aparta del cuanto-más-mejor. Ello indicará que su yo espiritual está llamándole. "Los buenos y los sabios llevan vidas tranquilas", dijo Eurípides.
Que quede claro que no incluyo esta constante búsqueda del más a la cabeza de la lista porque sea intrínsecamente mala. La razón es porque le niega la paz y armonía que precisa su búsqueda sagrada. NO tiene por qué convertirse en un ser inerte para tener paz. Puede abandonar la idea de cuanto-más-mejor y reemplazarla por una serenidad interna que no necesita más para ser satisfactoria.
Usted ha recibido creencias de una interminable cadena de personas que han sido víctimas voluntarias durante generaciones. Cuando se despoje de estas creencias, abrirá un espacio interno que e permitirá acumular un tipo de energía diferente, energía que le dirigirá hacia la paz y no a la confusión y a una operación a corazón abierto.
Sugerencias para librarse del cuanto-más-mejor:
Relájese, relájese, relájese. Nunca lo repetirá lo bastante. Examine con cuidado cuánta energía vital utiliza en la consecución de lo que ni quiere ni necesita. Practique una vez por día el decir no al cuanto-más-mejor. Diga un muy tajante "no, no voy a perseguir eso".
En lugar de perseguir el cuanto-más-mejor, dedique tiempo a jugar con su hijo o nieta. Lea el Nuevo Testamento en lugar de afanarse en otro objeto. Váyase a dar un largo paseo por la orilla del río en lugar de dedicar tiempo a superar a los demás.
Al liberar la energía que antes aplicaba a conseguir más, usted se libera a sí mismo para experimental el júbilo de ser. Esto es la libertad, el escoger ser, no acumular.
Descubrirá, a medida que adopte esta actitud, que muchas cosas que antes perseguía, incluido el dinero, comenzarán a aparecer en su vida sin que las persiga. Ésta es una de las grandes ironías de la vida ¡Menos es más!
Concédase momentos de contemplación silenciosa. Trate estos momentos como algo absolutamente esencial en su rutina diaria. La práctica de la meditación o la plegaria silenciosa volverán a ponerle en contacto con Dios.
Como lo expresó Mikhael Aivanhov en The Mistery of Life (El misterio de la vida), "dondequiera que no existan límites, donde existan la infinitud, la eternidad y la inmortalidad, allí está Dios".
Los momentos de contemplación le apartan de la idea de que debe tener más.
Llegará a saber que todo lo que necesita para tener una vida plácida, placentera y llena de amor, ya lo posee, y esta conciencia impregnará toda su vida cotidiana.
Practique decir "paso". Cuando comience a sentir la presión de ir a por más, limítese a decir la palabra "paso". Es liberador dejar que ceda la presión por conseguir más. Después de decir esto unas cuantas veces sentirá una libertad interna. Este espacio interior quedará disponible para su yo espiritual.
Vuelva a la naturaleza. La naturaleza es terapia. Concédase tiempo para ir a bosques, caminar por las montañas, pasear por los campos o a lo largo de la playa. El sencillo hecho de estar en contacto con la naturaleza es una forma de librarse de la enfermedad del querer más.
Pase la noche durmiendo al raso con sus hijos o un ser amado, o a solas. Mire las estrellas y sienta su lugar en la infinita magnificencia del cielo nocturno. Le garantizo que adquirirá una nueva perspectiva de la vida. Verá la belleza del mundo natural y abandonará la creencia de que la acumulación es necesaria para sentirse completo.
Añada a estas sugerencias las palabras de los Peregrinos de la Paz:"Una vida simplificada es una vida santificada". Puede ser ejecutivo de una gran empresa, cabeza de una numerosa familia, representante de ventas, director de un gran hospital, tendero de una zona comercial concurrida… y a pesar de eso llevar una vida santificada. Es la conciencia de un nuevo propósito lo que necesita tener, una que abandone el "cuanto más, mejor" y la reemplace por "la paz es mejor"
Si le han educado en la culpa, tendrá la costumbre de echarle mano a esta excusa siempre que desee explicar por qué algo de su vida no funciona.
Usted puede, por ejemplo culpar de la falta de prosperidad a muchos factores externos su cultura, la bolsa, los políticos, sus padres, la fortuna, la codicia de otros. De la enfermedad puede culpar a la herencia, la estación del año, la mala suerte, el entorno. De sus relaciones fracasadas puede culpar a sus parejas, su incapacidad para amarle, su crianza, sus padres. De su personalidad puede culpar a sus padres, sus genes, su infancia, sus hermanos, su nacimiento. Su apariencia puede ser culpa de la genética, de los fabricantes de alimentos, de los publicistas, del entorno. Es una lista interminable.
La alternativa a buscar culpables es la propia responsabilidad: hay que enfrentarse a la vida desde el propio yo. Puede que no le hayan educado para asumir la responsabilidad de los acontecimientos de su vida. Pero si no está dispuesto a interrumpir el juego de ir repartiendo las culpas, estará incapacitado para iniciar su búsqueda espiritual.
Cuando usted culpa a algo externo por las circunstancias que atraviesa, le entrega el control de su vida a ese fenómeno externo. Depender de lo externo significa abandonar el yo espiritual. La búsqueda de este yo se lleva a cabo en un ámbito interior de serena sabiduría. Le invita a comunicarse con la suprema presencia interior, donde hallará las soluciones.
La llave está siempre dentro. Resulta imposible perder en el exterior de sí mismo la llave que conduce a su propio ser cuando está en el camino de la búsqueda sagrada. Cuando deje de culpar a otros y busque a llave dentro de usted, siempre encontrará lo que necesite.
Cuando dormimos, creamos todos los personajes que necesitamos. En la vigilia, no culpamos a los personajes y sucesos de los sueños. Así que también podemos saber que incluso aquello que no entendemos o no aprobamos están en nuestra vida para enseñarnos algo.
Abandone la tendencia a buscar culpables. Tenga presente que usted es el creador de su vida y que en su interior hay una presencia. Su capacidad para confiar en usted mismo anulará su hábito de repartir culpas.
Sugerencias para abandonar la tendencia a culpar Cuando se sienta inclinado a pensar que otra persona es responsable de sus circunstancias, tómese un instante para rezar una oración de agradecimiento por la lección. La lección es adquirir la conciencia de que es usted quien experimenta el sentimiento.
Cuando estoy a punto de culpar a los fanáticos de las armas de la violencia de nuestra sociedad, me detengo y aprecio el recordatorio de que soy yo quien experimenta esa angustia. Entonces busco en mi interior una manera de acabar con la violencia, en lugar de culpar a los fanáticos de las armas.
Adopte esta actitud cuando se sorprenda jugando al juego de las culpas.
Siéntase agradecido hacia aquellas personas a quienes les ha permitido hacerle enfadar. Agradezca en su interior el recordatorio de que la sensación que experimenta está dentro de usted, no fuera.
Ahora puede volver la atención hacia el interior, al camino de su búsqueda espiritual. Desde esta perspectiva puede enfrentarse con el sentimiento de enojo, tomar una decisión respecto de las relaciones que mantiene con las personas, buscar lo que puede aprender en esa situación, y responder desde el equilibrio y no desde un exterior enojado.
Más importante todavía, desplace su atención de la culpa a la suprema presenciad e su interior. Ahí encontrará equilibrio, amor, solaz, aprendizaje y solución: por el sencillo método de poner toda la atención en la emoción interna, en lugar de culpar al otro.
El amor que active, para usted mismo, dentro de sí, comenzará a radiar al exterior cuando continúe su búsqueda. Pronto habrá amor donde antes hubo culpa.
Recuerde que culpara es un vano ejercicio. Pegue este recordatorio del libro Self-Reliance (Confianza en uno mismo) de Emerson, en algún lugar donde pueda leerlo cada día: "En casa sueño que en Nápoles, en Roma, puedo emborracharme de belleza y perder la tristeza. Meto mis cosas en la maleta, abrazo a mis amigos, me embarco, y al fin despierto en Nápoles, y a mi lado hay un hecho inconmovible: el yo triste, implacable, idéntico a ese del que huí".
Culpar a lo que le rodea constituye un vano ejercicio porque dondequiera que vaya, usted sigue estando presente. Tiene que cultivar la conciencia de que todas las cosas de su vida han sido hechas por la mano divina mediante la colaboración de usted con su yo espiritual.
Sea un aprendiz en lugar de un incriminador: Cuando esté meditando, pregunte: "¿qué tengo que aprender de esta lección?", en lugar de: "¿por qué me ha hecho esto?". Reexamine los hechos problemáticos o traumáticos de su vida. Son las cosas por las que ha tenido que pasar para llegar a este unto en su sendero. Mire si puede considerar los sucesos actuales desde la perspectiva que tendría dentro de unos años.
Verá que la búsqueda de culpables o responsables es un desperdicio de energía. Todas estas cosas tuvieron algo de beneficios para su desarrollo. Con esta perspectiva, comenzará a navegar a través de los traumas en lugar de quedarse varado por ellos.
Cuando se sienta inclinado a recaer en el hábito de culpar a otros, recuerde que está abandonando a su presencia espiritual. Si ha escogido el camino de la búsqueda sagrada, ya no deseará hacer caso omiso de esta parte de su humanidad.
Debe decirse: "No quiero tener razón, lo que quiero es saber la verdad. Quiero que gobierne mi yo espiritual. Nadie tiene la culpa de cómo me siento. Es mi sentimiento y lo respeto". Estas afirmaciones le conducirán a confiar en usted mismo y al camino de su búsqueda sagrada.
Su alma espiritual se convertirá entonces en la luz que le guiará durante el resto de su existencia
"No seas tan soñador, se realista". "Olvídate de tus visiones interiores, mira lo que está pasando a su alrededor. Eso es real". ¿Ha oído frecuentemente declaraciones similares a lo largo de su vida? De ser así, resulta probable que haya desarrollado una actitud respecto de lo que era posible y lo imposible. Si los ideales que le atraían fueron etiquetados como imposibles, es probable que los sacrificara por una manera de ver el mundo basada en lo que otros determinaron que era "realista"
Descartar esa vieja creencia respecto de la realidad puede ser una importante tarea en la búsqueda espiritual, ¿Está dispuesto a considerar su visión de la realidad? Tal vez la declaración de William Blake le inspirará:
Si las puertas de la percepción estuviesen límpidas, Todo aparecería tal y como es… infinito. ¿Puede imaginar su realidad de esa manera ¿Infinita? Cuando su percepción se amplía, nada es real y nada es imaginario. Todo cuanto hay es percepción.
Cuando cultive esta conciencia, su realidad ya no estará definida por el mundo físico.
En el más diminuto nivel cuántico, el tiempo no es una realidad. Las partículas pueden estar en más de un lugar al mismo tiempo, y aparecen y desaparecen de cuerdo con la forma en que las observamos y los aparatos de medición que utilizamos.
Todo esto constituye una realidad nueva. Recuerde siempre que estamos hechos de la misma energía.
Dada esta perspectiva, es muy importante que se aferre a sus sueños e ideales.
Con tranquilidad pero determinación, ha de saber que cualquier cosa que sea capaz de concebir puede manifestarse en el mundo material.
Si quiere una experiencia más rica en su vida, abandone la idea de que la realidad es sólo lo que registran sus sentidos. Su mundo interior y toda la energía de su conciencia superior crean una realidad diferente de la que le han enseñado.
En esta realidad, su espíritu, la presencia que hay dentro de usted, domina y es real. En dicho mundo usted confía en algo muy diferente de la realidad ordinaria. Escoger el camino de la búsqueda espiritual significa que usted aprenderá a confiar en esta nueva realidad.
Vuelva a ser el idealista que tenía atisbos del mundo del espíritu. Ese idealista que usted guarda dentro estará encantado de hacer lo que prescribió Buda:
Confía en el mensaje del maestro, no en su personalidad.
Confía en el significado, no sólo en las palabras.
Confía en el significado real, no en el provisional.
Confía en tu mente sabia, no en tu mente ordinaria, esa que hace juicios.
Sugerencias para librarse del realismo y darle la bienvenida al idealismo.
Confíe en su intuición. En silencio, afirme que a partir de ahora definirá su propia realidad, y que esa definición se basará en su sabiduría interna.
Su afirmación no requiere que juzgue lo que otros definen como su propia realidad. Por el contrario, lo considerará como el sendero que están recorriendo. Esto le ayudará a alimentar su idealismo, porque se concede permiso y se lo concede a los demás para confiar en la presencia que todos tenemos dentro.
En el interior no hay límites y al interior es adonde se dirigirá a partir de ahora en busca de guía.
Haga una lista de las cosas en las que creía antes de que le dijesen que eran imposibles. Escribir y dibujar sobre esas cosas le ayudará a dotarlas de energía.
Mi educación me convención de que las coincidencias no tiene nada que ver con la vida real. No obstante, ahora sé que cuando me concentro en lograr algo, sobrevienen coincidencias para facilitar esa visión. Un ejemplo reciente ilustra lo que quiero decir.
Me había marchado a la costa occidental de Florida para trabajar en este libro, y olvidé llevarme una grabadora portátil. Al deshacer las maletas reparé en ello y se lo mencioné a mi esposa en la conversación telefónica que mantuvimos por la noche. Antes de irme a dormir pude ver la grabadora en mi mente, y pensé en llamar a recepción para ver si podían conseguirme una. Pero no lo hice y me fui a dormir con al visión de la grabadora.
Por la mañana, estaba preparándome para comenzar a escribir y deseaba tener la grabadora para escuchar algunas notas que había tomado en una cinta magnetofónica. Encendí la lámpara que había junto al escritorio y, puf, se quemó la bombilla. Por un momento me sentí frustrado, pero luego recordé que estaba preparándome para escribir sobre el designio divino en nuestras vidas. Llamé a mantenimiento y pedí una bombilla nueva.
Al cabo de pocos minutos llegó un hombre llamado Cliff para cambiar la bombilla. Cliff reparó en la máquina de escribir y mis libros esparcidos por la habitación y dijo:
Siempre he querido leer sus últimos libros, en especial Tus zonas mágicas, pero nunca he encontrado el momento. Y ahora vengo a su habitación y lo conozco en persona. ¡Qué coincidencia!
Charlamos un poco y le regalé un ejemplar de Tus zonas mágicas, diciéndole que yo no lo veía como una coincidencia sino como una prueba del poder de sus pensamientos. Luego pensé en preguntarle si sabía dónde podría conseguir una grabadora durante unas pocas horas.
Su respuesta fue inmediata:
Tengo una en el coche. Puede usarla mientras esté aquí. Será un placer para mí. De hecho, esta mañana reparé en que estaba ahí y me pregunte por qué la tenía en el coche, ya que nunca la uso. ¿Una coincidencia? Tal vez. Una conversación con mi esposa acerca de que necesitaba una grabadora; una visión de la misma mientras me quedaba dormido; una bombilla que se quemó; Cliff que quería leer Tus zonas máginas; el dejar la grabadora en el coche, aunque no sabía por qué. ¿Todos estos acontecimientos colaborando con el azar?
En mi realidad, estos acontecimientos suceden cuando estoy centrado en un propósito. Llámame idealista, si quiere. Yo sé que mi realidad no está definida de modo exclusivo por mis cinco sentidos.
Experimente con su nueva realidad. Retenga una visión de lo que quiere que suceda o a alguien que quiera que le llame. Cualquier cosa que sea importante para usted. Medite sobre cómo se manifestará en su vida. Repare en todas las pequeñas cosas que conducen a que eso se haga realidad. Pasado un tiempo, se dará cuenta de que su realidad se ha convertido en algo en lo que usted desempeña el papel de creador.
De niño, usted era consciente de un segundo aspecto de su ser. Yo lo llamo el cuerpo etéreo.
A medida que creció, aprendió a descartar este segundo yo y a creer sólo en el yo físico. El segundo yo, su doble, es un cuerpo de energía que coexiste con su cuerpo físico. Este cuerpo de energía no es ni visible ni discernible con los sentidos ordinarios. No obstante, coexiste con su cuerpo físico en todo momento.
Usted ha perdido contacto con este cuerpo etéreo de energía. Eso no significa que no se encuentre a su disposición. Su cuerpo físico es ese que ha llegado a creer que es quien usted es. Sin embargo, ste cuerpo en sí y por sí mismo es neutral. Su cuerpo no puede procurarle ni paz ni agitación.
Por sí mismo, su cuerpo no tiene propósito alguno. Deriva su propósito del ser invisible que es usted. Pensar en su cuerpo como su realidad supone una percepción errónea del ego. Su cuerpo es, con más exactitud, el hogar escogido por usted para este viaje por la Tierra.
Resulta casi imposible establecer contacto con su yo espiritual cuando sólo se cree en el yo falso y en el mundo material. De alguna forma, en su interior, usted es consciente de que todo el mundo material es energía. Esta energía parece sólida si se la mira bien.
Una mirada al mundo físico desde más cerca revela una danza de partículas.
Una mirada más cercana a esas partículas revela que están implicadas en otra danza más diminuta de más partículas en el vacío, ad infinitum, hasta que sólo hay energía y ninguna partícula. Ésta es nuestra realidad.
Pero nos han persuadido de que lo que vemos con las limitaciones de nuestros ojos es la única realidad que hay. Su cuerpo forma parte de ese sistema de percepción que le han h echo aceptar.
Su tarea consiste en disolver la barrera que separa estos dos aspectos de su ser. Cuando hace esto, usted alcanza lo inimaginable.
Helen Kéller, que vivió sin el uso de la casi totalidad de sus cinco sentidos, hizo una profunda observación respecto del cuerpo etéreo: "Me proporciona una profunda sensación de consuelo que las osas que se ven sean temporales y las que no se ven sean eternas".
Durante la infancia es probable que pudiera sentir las cosas sin verlas, como describió Helen Keller. Si su familia y sus profesores no le alentaron a ser de esta manera, uster perdió esas sensaciones.
En El arte de soñar, Carlos Castaneda describe este fenómeno en una conversación con su maestro. Habla de esas corrientes de energía que están a disposición de todos nosotros. Cuando pregunta quién las experimenta, le responden:
Como experimentarlas, lo hacen todos los seres humanos, pero los seres humanos por lo general están demasiado ocupados con las cosas que persiguen para prestarle atención alguna a sensaciones como esas. ¿Qué sensación producen estas corrientes?
Como una leve incomodidad, una vaga sensación de tristeza que es seguida de inmediato por la euforia. Puesto que ni la tristeza ni la euforia tienen una causa explicable, nunca las consideramos como verdaderas acometidas de lo desconocido, sino como inexplicables cambios de humor.
En el sendero de la búsqueda espiritual uno descubre que el mundo que observa con los sentidos no es el único que existe. Se adquiere conciencia de que tenemos una corriente de energía, siempre, en cada momento de la vida.
Esta energía puede ayudarle a realizar ese saldo al mundo de la conciencia espiritual.
Deje de prestarle demasiada atención a las cosas superficiales que persigue en su vida. Aprenda a volverse hacia el interior y conocer niveles superiores de conciencia. Usted necesita llegar a conocer esa parte de sí mismo y creer en la energía de la presencia que habita en usted. Podrá usarla para satisfacer sus propósitos espirituales.
Sugerencias para deshacerse de su creencia en al exclusividad física Ábrase a la posibilidad de que otras dimensiones de la realidad estén a su disposición. Afirme ante sí mismo que esto es una posibilidad.
Muy pocas personas creían en la existencia de la vida microscópica antes de la invención del microscopio. Había enormes cantidades de diminutas criaturas que vivían en su propia realidad, al margen de la opinión que nadie tuviera de ellas. Existen en su piel, sus ojos, uñas y pelo.
Todas esas cosas que siente como sólidas están vivas, y con una actividad invisible. Aplique la misma conciencia esta noción. No puede verlo, pero usted es un cuerpo energético y un cuerpo físico. A su doble le gustaría que lo conociera.
Comience a prestarle atención a las corrientes de energía, los sentimientos que no puede explicar; las sensaciones que experimenta pero que no puede relaciona con la experiencia exterior. Empiece por reparar en la realidad interior que llama sentimientos, e intente concentrarse en als corrientes invisibles.
Con todo lo que hace, con todas las personas que conoce, se produce un intercambio de energía. Usted puede aprender a almacenar esa energía. Pero antes tiene que desprenderse de los prejuicios y reparar en la belleza de esas personas y hechos. Esto se transformará en amor.
Aminore su marcha con momentos de silencio contemplativo. NO haga nada.
En esos momentos aprecie su cuerpo y la totalidad de su universo físico.
Limítese a valorar y reparar en las ondas interiores de placer que comienza a experimentar.
Es como si alguien le hiciera unas caricias muy leves con una pluma. Una sensación de placer. De niño le encantaba. Pruébelo con uno de sus hijos o nietos Mis hijos a menudo nos piden a mí o a su madre que les hagamos caricias de esta manera. Sienten placer y disfrutan de las olas de energía que les suben y bajan por la espalda.
Reviva esas experiencias en la mente. Cree su propia carne de gallina interna.
Pronto establecerá contacto con el cuerpo energético que existe en usted.
Nuestra educación fomenta la creencia en las experiencias sensoriales. Dichas experiencias parecen decirnos que somos independientes, únicos, especiales y estamos desconectados los unos de los otros. Muy pocos de nosotros aprendemos que existe alguna clase de unidad. La verdad es que todo se halla conectado.
Durante una gira de conferencias con mi amigo y colega Stuart Wilde por Australia, tuve la oportunidad de mantener una larga conversación con él acerca de este asunto de nuestra interconexión. En su libro The Whispering Winds of Change, Stuart da una explicación fácil de esta conexión nuestra. Lea sus palabras y desaparecerán sus viejas creencias de que somos seres aislados.
Todos mantenemos un diálogo en las profundidades de la mente subconsciente colectiva. Eso no significa que no podamos ser una partícula independiente de la ola, sólo significa que podemos comunicarnos entre nosotros. Todo está conectado. Si se le ocurre una idea que ningún hombre ha considerado jamás, el hecho de que usted haya tenido el pensamiento permitirá que otros piensen lo mismo de forma instantánea. Estamos interconectados porque provenimos del mismo lugar. Su cuerpo existe en la época moderna, pero sus componentes son muy antiguos. Todo ser humano proviene del miso origen que cada una de las galaxias y cada una de las estrellas. Todos somos uno. Estamos a horcajadas del tiempo desde su principio hasta el día presente.
Stuart también describe en profundidad cómo nuestros cuerpos irradian calor hasta más o menos tres centímetros de nuestro cuerpo, y resplandor electromagnético hasta alrededor de noventa centímetros. A esto lo llama la energía etérea y Stuart cree que podemos llegar a vérnosla los unos a los otros.
El ojo desnudo puede ser entrenado para observar esta energía etérea si se lo concentra en la visión periférica, que se ha debilitado a lo largo de millares de años de no usarla. Al hacerlo, podemos ver la energía de otros.
Stuart me mostró cómo hacer esto interviniendo en la energía etérea de personas que ignoraban que estuviese haciendo esta demostración. He aquí un ejemplo de su libro (Puedo dar fe de la veracidad de esto; lo vi hacer yo mismo en Australia):
Hace poco estaba sentado en un hotel de Hawai. Entre el restaurante del hotel y el mar había un sendero por el que se paseaba la gente de vacaciones que iba de un extremo a otro de la playa. Sentado allí, al atardecer, con unos amigos con los que hablábamos del fenómeno etéreo, comencé a clavar la mirada en los paseantes, lo que yo llamo "conectar". Les señalaba un paseante a mis amigos y luego conectaba con ese individuo y hacía que se volviera hacia mí.
Conté unas cuarenta personas durante la demostración. Sólo cuatro no se volvieron.
En The Whispering Winds of Change, Stuart describe cómo crear esta conciencia en uno mismo.
La noción de ser una unidad global desafía nuestros sentidos y casi todo lo que hemos observado. Miramos a los demás y vemos una distancia.
Concluimos que dado que existe este espacio, no hay tal conexión- Yo paso mucho tiempo caminando por la playa. Siempre me maravillan las aves marinas cuando vuelan sobre la superficie del océano en grandes bandadas. La bandada gira a la izquierda, luego se desvía bruscamente hacia la derecha, después se encumbra. Parecen conectadas, como si compartieran una misma mente. Yo sé que existe una conexión, aunque cada pájaro parece desconectado de os demás. Alguna energía invisible les permite moverse juntos como si fueran uno solo.
Esta energía invisible también le conecta a usted con todas las demás personas. Cuando reconozca esto, se despojará de su sensación de aislamiento. Una vez que esté internamente convencido de su conexión con todo, reparará en su capacidad para comunicarse con otras personas merced a su energía etérea.
Su conocimiento le revelará que sus pensamientos pueden proyectarse a resto del mundo. Su conocimiento también le revelará su conexión con la conciencia superior.
Mientras leía el Rigveda, me encontré con un fragmento que aclaraba esto más que cualquier pasaje que haya leído antes:
La verdad es una. Los sabios le dan varios nombres;
Es un solo sol que se refleja en todos los pozos.
Es la única agua que apaga la sed de todos:
Es el único are que mantiene toda la vida;
Es el único fuego que brilla en todas las casas.
Los colores de las vacas pueden ser diferentes, pero la leche es blanca.
Las flores y las abejas pueden ser diferentes, pero la mil es la misma.
Los cuerpos de fe pueden ser diferentes, pero Dios es uno.
Como la lluvia que cae del cielo se dirige hacia el océano, Así las plegarias ofrecidas en todas las religiones llegan a Dios, que es supremo.
Una luz, muchos colores; un agua, muchos sedientos; una esencia, muchas formas humanas. Pero a pesar de eso estamos todos conectados. El que no veamos la conexión con los ojos no significa que no exista.
Rechace la creencia de que está separado de todas las demás personas.
Adquirirá un respeto por todos que se transformará en amor.
Sugerencias para librarse de la creencia en su aislamiento de los demás Recuerde que todo pensamiento desagradable que tenga hacia otra persona es algo que está pensando de usted mismo. Cada intento de venganza o de herir a otro es un ataque contra uno mismo. Si puede empezar a pensar de esta forma, entenderá la afirmación de Jesucristo: "Porque no saben lo que hacen".
Significa que no saben que se hieren a sí mismos y a todo slos demás cuando hieren a alguien.
Conecte con su energía etérea usando la técnica de Stuart Wilde. Ejercite su visión periférica y conecte con otras personas mediante esta energía. Esta capacidad de conectar con el campo energético de otros puede utilizarse para demostrarle que hay una conexión que existe a pesar de que no pueda observarla con los sentidos. Esta percepción le ayudará a tratar con respecto a todas las personas con als que se encuentre.
Tenga la seguridad de que posee la capacidad para comunicarse telepáticamente. Le insto a que lea Mutant Message Down Under (Mensaje de renovación en las antípodas) de Marlo Morgan. Marlo Morgan tenía unos cincuenta años cuando se encontró a sí misma en un viaje espiritual al desierto de Australia donde entabló relación con los aborígenes.
Recorrió a pie un millar e kilómetros durante varios meses. Una de sus muchas agudas observaciones fue que esa gente, que no tenía ni radios ni sistema telegráfico, no había perdido su capacidad natural para comunicarse a través de largas distancias. Observó que aquellos aborígenes lograban comunicarse a través de distancias de hasta treinta kilómetros.
Si confía en la tecnología disponible para todas sus comunicaciones a larga distancia, ha perdido sus capacidades telepáticas. Pero la capacidad todavía existe. Destierre la duda y use esta asombrosa capacidad en beneficio de su búsqueda espiritual.
Siga la pauta más importante jamás transmitida desde el mundo espiritual:
"Ama a tu prójimo como a ti mismo". Repita esta frase y llévela a la práctica todos los días.
A veces olvidamos que nos amamos los unos a los otros. Luchamos sin necesidad. Recuérdeselo a sí mismo. Honre su conexión con el todo amando a los demás como a sí mismo.
Esta opinión está relacionada con la anterior. Cuando uno sabe que está conectado con los demás no hay ningún "ellos". Sin embargo hemos sido conformados por una civilización "basad en ese principio". Algunas de las pautas distintivas de este modo de vida son las siguientes:
"Nosotros" es la familia. Todos los ajenos a la familia son "ellos".
Identifíquese con el clan y sabrá dónde está su lugar. Cuando esto no funciona, entonces:
"Nosotros" son algunos de los miembros de la familia. Algunos familiares son sometidos al ostracismo por parte del grupo. Entonces son un aparte de "ellos". O:
"A veces, "nosotros" sólo son sus familiares inmediatos. Usted mismo, su cónyuge e hijos. Pero cuando los hijos desarrollan valores e ideas diferentes, entonces:
"Nosotros" son usted y su cónyuge. Todos los demás son "ellos". Pero ahora empieza a advertir que su cónyuge es diferente, así que:
"Nosotros" son usted y su nuevo cónyuge y tal vez los nuevos hijos. El antiguo cónyuge pasa a ser "ellos". Pero ahora advierte que su nueva familia es difícil, así que:
"Nosotros" son los compañeros de trabajo. Todos los demás son "ellos".
Pero pronto comienza a darse cuenta de que hay muchos en su profesión que quieren su empleo y compiten por él, así que cambia a…
Parece tonto, pero usted sabe la verdad que esconde esta tontería. La manera que tiene el ego de funcionar es definir quién está con uno y quién no lo está.
Me han dicho muchas veces que podría cobrar unos honorarios más elevados por mis conferencias, habida cuenta de lo que cobran otros profesionales con credenciales similares a las mías. Cuando me dicen esto me siento como en una situación "nosotros frente a ellos", cosa que para mí es inaceptable. La cuestión parece ser que "ellos" pagarán más si lo solicito. Pero yo me veo conectado con el todo y no puedo cobrar más si a mí me parece exorbitante.
Mi propósito es transmitir el mensaje al mundo y ayudar a la gente a confiar en sí misma y conectar con su yo espiritual. Cuanta más gente oiga este mensaje, más se cumplirá mi propósito. En consecuencia, ahora insto a los patrocinadores de mis charlas a que graben mis presentaciones y se queden con el dinero que obtengan de vender las grabaciones a sus oyentes.
La gente que me contrata para dar una charla ya no forma parte de la categoría etiquetada como "ellos". Somos un "nosotros" que está enseñando confianza y ayudando a cambiar la conciencia de la Tierra. Los que oyen las grabaciones quieren oír más. Acuden a las librerías y compran libros, les hablan a otros de ellos, y transmiten el mensaje. El permitirles a los empresarios grabar mis presentaciones y vender las cintas ha creado una red de gente que difunde mis ideas.
Cuando perdemos nuestro sentido del "nosotros frente a ellos" y sabes que todos somos "nosotros", mantenemos una relación de ganancia mutua.
Sugerencias para librarse del comportamiento "nosotros frente a ellos".
Abandone la necesidad de su ego de sentirse aislado de los demás. Comience a verse como un miembro de la familia humana.
Comparte sus "juguetes" con otros, en especial con vecinos, e incluso desconocidos, como si formasen parte de su familia. Como dice el proverbio inglés: "La mano que da, recoge".
Trate a todas las personas como si fueran parte de su tribu. No repare en las diferencias. Lleve consigo la determinación de ver a los demás como una parte tan suya en el nivel espiritual como su hijo o cónyuge.
Resuma en una frase la idea de que el otro es su hermano. El otro es parte de "nosotros". En mi vida ya no hay "ellos".
Fíjese en cuántas veces utiliza el pronombre "yo" en una hora. ¡Elimine algunos! En lugar de hablar de sí miso y de su grupo, pregunte acerca de otras personas.
Cuando uno no se concibe a sí mismo como distinto de los demás, se tiene más energía para llevar la conciencia al exterior. El constante uso del "yo" indica un fuerte apego a una actitud vital caracterizada por el "nosotros".
Piense a escala global en vez de local. La gente que tiene un aspecto distinto, que habla otras lenguas, que tiene diferentes creencias, es parte de "nosotros".
Estamos todos juntos en el aquí y ahora. A ojos de la divina presencia no hay favoritos.
Comience a practicar esta conciencia interior. Busque la divinidad y la conexión. Concéntrese en las similitudes que tenemos en lugar de en las cosas superficiales que nos hacen parecer diferentes.
Le han enseñado a creer que en el mundo hay alguna gente negativa de la que es mejor hacer caso omiso. Yo le sugiero lo contrario.
Cualquiera que entre en su vida, en calidad de lo que sea, es valioso. Los pequeños tiranos de su vida son criaturas tan divinas como quienes le proporcionan aliento y apoyo. Emerson expresó de la siguiente forma esta importante lección: "Todo el curso de las cosas fluye para enseñarnos fe".
Todo el curso. Esto significa todo lo que encuentre en su camino.
Tal vez la persona más significativa de mi vida, la persona que constituyó el más grande de los cambios para mí y mi propio desarrollo espiritual, es una que en todos los sentidos era un pequeño tirano. Ese hombre fue mi padre.
Abandonó a su familia, fue condenado a prisión por delitos menores, y maltrató a su esposa.
A la edad de cuarenta y nueve años murió a consecuencia de un consumo excesivo de alcohol. No tengo ningún recuerdo de él. Mi conocimiento de su persona se basa en lo que oí y, más tarde, en lo que descubrí al investigar su vida.
No obstante, este hombre, un pequeño tirano y un convicto, fue el principal personaje que me condujo a mi transformación. Escribí sobre cómo perdoné a mi padre en el libro La fuerza de Creer (Publicado por Grijalbo, N. de T.) Aparté de mí el odio y la amargura que había llevado conmigo durante toda la vida. Un solo ato de perdón y desprendimiento abrió el camino de mi búsqueda espiritual, y de escribir y hablar de los milagros de los que trato aquí, y vivirlos.
Aprendí qué tenía que aprender de todo. Cuando ahora caigo en ocasiones en alguno de los comportamientos que sé que destruyeron la vida de él, me recuerdo a mí mismo que ése no es mi sendero. Que ése no es el tipo de padre que deseo ser. Que no es el tipo de hombre que deseo ser. Es su ejemplo lo que me ayuda a regresar a la senda que sé que constituye mi destino espiritual.
Es vedad que los caminos de Dios son inescrutables. Lo que juzgamos como desafortunado y negativo puede enseñarnos las más grandes lecciones.
El tirano que hay en su vida y que le despierta sentimientos dem iedo y pánico, podría no ser más que Dios disfrazado que le enseña a confiar en su propio juicio y aprender del comportamiento del pequeño déspota. El ladrón que le engaña para robarle el dinero podría suponer una lección divina que le enseña a desprenderse de las cosa sy no apegarse a ellas. El traficante de drogas podría estar enseñándole las realidades de la adicción y de la vida sin sentido para que abandone ese confiar en las sustancias externas para tener momentos de euforia o éxtasis.
Todas las personas y quiero decir todas, están en su vida para enseñarle valiosas lecciones. No haga caso omiso de esas lecciones. Capte el mensaje y bendígales, y continúe su camino. Cuando usted hace caso omiso de ellas, o se limita a rechazarlas, usted no consigue entender la verdad que Emerson conocía: "Todo el curso de las cosas fluye para enseñarnos fe".
Sugerencias para deshacerse del desdén hacia los pequeños tiranos:
Dé las gracias por esos pequeños tiranos. Están ahí por una razón muy importante. Hacer caso omiso de ellos le garantiza que aparecerán más bajo otras formas a lo largo de su vida. Las plegarias de agradecimiento son maravillosas afirmaciones de esta verdad.
La experiencia de ser abandonado por el cónyuge puede enseñarle a ser independiente. Este tipo de situaciones pueden hacerle reconocer la presencia espiritual que hay dentro de usted. Tal vez aprenda la diferencia entre estar solo y sentirse solo, y decida amar a la persona con la que está solo.
Los años de alcoholismo pueden enseñarnos que somos más valiosos y fuertes que cualquier sustancia. Podríamos aprender a estarles agradecidos a esos maestros ebrios y considerarlos instructores enviados por Dios.
Todos los maltratos pueden contener una poderosa lección. Podemos descubrir que somos más que un cuerpo. Nadie puede llegar hasta nuestro yo interior con sus golpes.
Haga una lista de todas las personas a las que ha apartado de su vida por ser malvadas o por considerarlas escoria. Escriba todo lo que su presencia le enseñó. ¿Ha aprendido a no repetir el comportamiento de la víctima?
Reconsidere el valor de esa llamada escoria para su vida. No podría haber aprendido la lección sin esa persona. La prueba de esto es que obviamente necesitaba atraer a esa persona a su vida… ya que lo hizo.
Busque la plenitud de Dios en todas las cosas. Advierta que, de alguna forma insondable, la plenitud está operando a pesar de que no puede verla ni sentirla.
Recuerde que el otro no es su cuerpo.
Son muchísimos los aforismos que guían nuestras vidas. Uno de los más erróneos es el de que tenemos que saber hacia dónde vamos para poder llegar.
Nada podría estar más lejos de la verdad del éxito. Yo estoy convencido de que esa es una fórmula para obtener el fracaso (intentar complacer a todos los demás y pasar por alto nuestros impulsos interno) y no creo que haya una fórmula para el éxito.
Vivir una existencia espiritual no significa ponerse metas y seguirlas. El camino de la búsqueda sagrada no va por ahí. La diferencia se percibe en este pequeño poema de Rumi, un poeta sufí que vivió hace un milenio: ¿Crees que sé lo que estoy haciendo? ¿Qué durante una inspiración o media inspiración me pertenezco?
Tanto como un lápiz sabe lo que estoy escribiendo, O la pelota puede adivinar hacia dónde irá a continuación.
Como criatura divina usted siempre está acompañado por un guía que le ama.
Con esta conciencia, no se perderá de vista a sí mismo ni se convertirá en un vagabundo que mendigue por su comida si éste no es el camino de su búsqueda sagrada. Conocerá su propósito, lo perseguirá con ahínco, y confiará en el universo para que se haga cargo de los detalles.
Es esta clase de conciencia lo que me ha llevado a trabajar con mayor decisión, producir de un modo más eficaz y sentirme con un propósito. No ha sido un conjunto de metas por alcanzar.
Puedo identificarme con Rumi. Nunca he sabido hacia dónde voy. Guardo silencio, escucho y luego dejo que me guíen.
Tener metas es una manera de abandonar el ahora a favor de un plan para el futuro inmediato. La ausencia de un montón de metas concretas le ayuda a cultivar la conciencia de que no está solo en este viaje. Uno comienza a confiar en la guía divina para que le ayude en el momento presente. Llega a saber que el universo se hará cargo de los detalles si uno se entrega y se deja ir un poco.
Es probable que esto esté en desacuerdo con todo lo que le han enseñado.
Pero ese es el propósito del presente capítulo: ayudarle a borrar el pasado en el que ya no cree o que ya no quiere; ayudarle a comenzar en el ahora con su nueva conciencia. ¿Le han dicho que debe asistir a determinados centros educativos para obtener un determinado currículo? Yo le digo que carece de importancia a qué centros educativos asista.
Si tiene el impulso interior para saber algo o sobresalir en un área determinada nada le disuadirá. Hay libros en las bibliotecas: en las pequeñas facultades comunitarias, en su ciudad natal. ¡Los encontrará! Si vive al lado de la Biblioteca Central del Estado y no tiene el impulso interno, su ubicación no cambiará nada en absoluto.
Cualquier cosa que quiera saber o conseguir en su vida, si está de verdad preparado y confía en su fuerza espiritual para manifestarlo, los maestros estarán allí. Recibirá una guía. El dinero no cambiará nada. Si quiere educación (u otra cosa) hallará la forma de encontrarla.
Sólo usted es responsable de lo que piensa. Es en este nivel donde se ejercita la capacidad de elección. Le animo a cambiar su forma de pensar respecto de la importancia de las metas. Por el contrario, fórmese una idea de cómo le gustaría servir y ayudar, y cómo mejorar la calidad de vida de otros.
Encontrará la manera.
Mucho más importante que las metas en su vida, es su voluntad de permitir que las cosas sucedan, y su voluntad de saber. La voluntad es la clave. Como se dice en A Course of Miracles (Curso de milagros): "Los milagros son meros signos de la voluntad de seguir el plan del Espíritu Santo".
Cuando era adolescente no tenía ni idea de que iba a convertirme en escritor y conferenciante. De todas maneras, en la adolescencia escribí muchísimo, participé en muchos debates y gané cierta experiencia en exponer temas en público: primero como estudiante en la clase de oratoria para ayudarme a superar mis miedos, luego como maestro de primaria, después como profesor y posteriormente como orador de sobremesa en cenas de reuniones benéficas.
Tenía sólo una comprensión interna de que estaba siendo impulsado en esta dirección y una voluntad de seguir ese impulso. Siempre me ha encantado escribir, pero no tenía la meta de escribir libros ni artículos. Sólo tuve una experiencia de desarrollo de querer escribir y ejercitar la disciplina para conseguirlo.
Las metas parecen ser planes grabados en piedras que uno tiene que seguir.
Le recomiendo que se relaje por lo que respecta a su futuro y se deje sencillamente impulsar en la dirección que Dios tiene en mente para usted.
Sugerencias para librarse de las metas para el éxito ¡Estar dispuesto! Ésta es la sugerencia más importante que puedo hacer.
Estar dispuesto a lo que haga falta para convertir ese conocimiento e impulso futuro en su realidad.
Mire un sencillo bulbo de tulipán y verá que parece una sucia masa de materia biológica marrón. Pero usted sabe que en alguna parte dentro el bulbo, en el mundo invisible que desafía las mediciones, existe un impulso para el futuro.
Si se lo planta y nutre se convertirá exactamente en lo que está destinado a ser, y en nada más, porque lleva en sí la simiente de su futuro. No se convertirá en un tulipán mejor porque se tire de él o se le halague mientras crece. Será lo que está destinado a ser. La creación revelará sus designios con independencia de las metas que nos compongamos.
Lo mismo es cierto en su caso. Con su conciencia superior usted puede escoger sus visiones de futuro. Guarde su imagen y niéguese a permitir que nadie la manche. Ha de estar dispuesto a hacer lo que sea necesario para convertir la imagen en su realidad, escuchando a la presencia amante, mirando hacia su interior. Éste es un camino diferente del de la imposición de metas externas.
Tenga presente que su misión es la no interferencia. Disfrutará de una vida más plena y de mayor felicidad si deja de interferir con los planes y las metas.
En lugar de eso, debe estar dispuesto a aceptar el plan de Dios.
La ausencia de interferencias se traduce en desasirse de las preocupaciones y de la organización de su vida. Cuando uno sabe que todo sucede pro designio divino, y que usted forma parte de un sistema inteligente, puede seguir sus dictados internos sin necesidad de un mapa detallado. Éste es el camino de la búsqueda espiritual.
Relájese respecto de su futuro y déjese ir. En cambio, establezca un compromiso para disfrutar un poco más de cada día. Cuando más en paz esté consigo mismo y con su papel aquí, más productivo y eficaz será. Resulta muy difícil conseguir nada cuando se está en tensión por los posibles resultados.
Cuando uno se relaja y se siente en paz, recibe inspiración y se vuelve eficiente.
Aparte de sí las metas y viva su existencia con el conocimiento de que usted participa en su creación.
A lo largo de nuestras vidas oímos: "No te preocupes por lo bien que lo hagas, siempre que lo hagas lo mejor que puedas". Examine esta idea, y puede que saque una conclusión diferente.
La verdad es que no tiene que hacerlo lo mejor que pueda. De hecho, "lo mejor que puede" es algo que nunca se suele medir, ni siquiera saber, Esta idea puede llevarle a extremos enfermizos.
Esta idea es incompatible con la superación. Significa que uno tiene que ir hasta el máximo cada vez que se hace algo.
Cuando uno se libera del dogma de tener que actuar a un determinado nivel, también se libra de la necesidad del ego de que le juzguen mejor que otro. Le irán mejor las cosas si se limita a hacer y disfrutar, y a estar dispuesto a aprender.
Hacer las cosas lo mejor que uno puede implica enormes tensiones y presiones, Uno se mide de acuerdo con un modelo que le han impuesto sus bien intencionados educadores y mentores. No hay paz en hacer las cosas lo mejor que uno puede sólo hay lucha constante para adquirir el distintivo "del mejor".
Tener que juzgarse constantemente según las metas de logro impuestas desde el exterior es poner la vida bajo control de esos factores externos. Usted no puede conocerse a sí mismo cuando las demandas del ego son sus constantes compañeros.
Su yo espiritual sólo quiere que esté en paz, que sienta alegría interna y que tenga un propósito. Cuado uno se aplica "lo mejor que pueda" le entrega el control de su vida al ego.
El camino e la búsqueda sagrada es convertirse en una persona sensata, lo cual es diferente de luchar para hacer las cosas lo mejor que pueda. El antiguo libro de Tao-te-Ching comenta qué es ser una persona sensata:
Los cinco colores pueden cegar;
Los cinco tonos, ensordecer;
Los cinco sabores, empalagar;
La carrera, la caza, pueden volver locos a los hombres Y su botín no brindarles ninguna paz.
Por lo tanto, el hombre sensato Prefiere el ojo interno al externo.
El yo interno no tiene ningún ideal de perfección en el obrar; se limita a escuchar y saber, y se dedica a sus actividades de forma decidida, sin preocuparse por cómo salgan las cosas. Cuando uno llega a conocer el propósito de su vida, se halla en el proceso de llegar a ser espiritual, y esto no puede medirse con fórmulas mundanas como "lo mejor que pueda" o "lo mejor de todo".
Sugerencias para librarse la creencia de que tiene que hacer las cosas lo mejor que pueda Deje de imponerse a sí y a sus hijos la creencia de que hay que hacer las cosas lo mejor posible. Realice tares que parezcan fluir de sus impulsos. Pero apártese de la necesidad de juzgar sus esfuerzos.
Mientras esté meditando, fórmese una imagen de sí mismo capaz de hacer cualquier cosa. Permanezca con esa imagen y olvídese de los resultados.
Fíjese en lo tranquilo que se siente cuando no está siendo puesto a prueba, cuando se permite simplemente ser. Compórtese así en todas sus tareas diarias.
Descubrirá que su forma de hacer las cosas mejorará, y se sentirá más lleno de energía. Esto se debe a que está disfrutando del momento en lugar de pensar en lo bien que está haciéndolo.
Haga el esfuerzo de elogiar a otros sin fijarse en el resultado. Ellos le agradecerán el interés y el que no les diga que tienen que hacer las cosas lo mejor que puedan.
Se encotnrará con que hay algunas cosas en las que quiere sobresalir. En esas actividades será más diligente. Pero en todos los otros aspectos de su vida, limítese a querer hacer. No tiene por qué dar el mejor paseo a pie o en bicicleta de toda su vida, ni jugar el mejor partido de fútbol.
He corrido siete maratones y ni una sola vez lo he hecho lo mejor que podía.
De haberlo hecho, habría obtenido tiempos cada vez mejores. Pero esa presión habría evitado que corriera y yo corro para liberar tensiones y no para generarlas.
Si me hubiese forzado a hacerlo lo mejor que podía, ahora no podría decir que he corrido siete maratones. Ese tipo de presión elimina muchísimos de los placeres de la existencia.
Una es nuestra realidad divina, la otra nuestra realidad onírica.
En esta fórmula, cuando dormimos, estamos en un mundo irreal.
Consideramos los sueños un ejercicio mental. Todas las cosas que creamos durante esas hors de sueño se consideran irreales.
La conciencia de vigilia se considera la real, y la conciencia onírica la irreal. Le sugiero que reconsidere esa creencia.
Imagine que sus sueños son aspectos diferentes de la misma realidad, y que contienen orientaciones en su búsqueda espiritual. Comience por entender que éste es básicamente un mundo de energía, y sólo en segundo lugar un mundo de objetos materiales.
Para conocer su yo espiritual es necesario que perciba la energía. Y eso lo puede hacer en sueños. Toda su percepción cambia entonces de los objetos concretos a as formas energéticas. Cuando esto forma parte de su realidad, su estado onírico se convierte en algo que comparte con otros seres con los cuales tiene afinidad espiritual.
Llegado el momento, incluso podemos ser conscientes de que estamos soñando. Esto se denomina sueño lúcido. En el sueño lúcido uno puede controlar sus sueños y ser capaz de soñar despierto. Mediante el sueño se perciben otras dimensiones de la realidad negadas por nuestra formación.
No estoy escribiendo sobre la interpretación de los sueños. Estoy hablando de conocer su vida onírica y ser consciente de que experimenta otras dimensiones de a realidad mientras duerme, las cuales también estarán disponibles en los momentos de vigilia.
Sus sueños son creaciones del mismo cuerpo y el mismo cerebro, como el resto de su mundo de percepciones. Todo le pertenece; cada noche no estrena un cerebro nuevo y experimenta una nueva realidad.
Todas las cosas que usted es capaz de saber y de las que es capaz de convencerse en sueños, pueden ser experimentadas en todos los momentos de su vida diurna. Todas las cosas. Sí, es una afirmación radical, pero le hará conocer el poder de su cuerpo energético.
Entra en su mundo de sueños con una completa ausencia de duda sobre lo que puede experimentar. Con esa ausencia de duda no hay ningún límite. Cuando despierta a lo que llama su conciencia de vigilia, continúa teniendo el mismo cuerpo, el mismo cerebro y los mismos sentidos, pero ha aparecido la duda.
Yo creo que los sueños no revelan cosas acerca de uno, sino que son uno mismo. Son reales y pueden resultar muy eficaces en ayudarle a conocer su yo espiritual.
Sugerencias para librarse de la incredulidad ante los sueños.
Cuando se vaya a dormir, ínstese a ser consciente de que está entrando en un estado onírico. Tener presente esto constituye el primer paso hacia una mayor conciencia durante los sueños.
Cuando esté quedándose dormido, tome nota mental de que está a punto de entrar en el estado de los sueños y que le complace ser conciente de ello.
Haga un esfuerzo, antes de quedarse dormido, para ver conscientemente elementos del sueño que se avecina. Ordénese tomar nota de un objeto, una habitación o un lugar concreto mientras esté en el sueño. Penetre en todos los detalles que pueda respecto del objeto mientras esté soñando.
Si se trata de una lámpara, por ejemplo, acérquela más a usted con el poder de la mente. Examine el color, la forma y la intensidad de la luz.
Necesita establecer contacto con su cuerpo energético, se cuerpo de energía que coexiste en todo momento con su cuerpo físico. Mediante el examen del contenido de sus sueños podrá acceder a esa energía superior. Se demostrará a sí mismo que la energía mental es un fenómeno que puede manejar, con práctica y esfuerzo. Llegado el momento, será capaz de acceder a esta energía en todos los momentos de su vida.
Su cuerpo energético tiene apariencia pero no masa. Familiarícese con esa manifestación de su energía y tenga presente que puede transportarle a cualquier parte del universo. Suena extraño, pero está dentro de usted hacer que esto ocurra. Primero en sus sueños, y luego despierto.
Mire si puede ir de un sueño a otro, y luego regresar al primero. Mientras esté quedándose dormido, adquiera primero conciencia de su inminente estado; luego, mientras esté soñando, sea consciente de que está soñando, y cambie a otro sueño. Tras años de experimentar, he sido capaz de hacerlo sólo de modo ocasional. Pero pruébelo. Le proporcionará práctica para la última clave de acceso a la conciencia superior: cultiva la condición de espectador. (Esto se comenta con detalle en el capítulo quinto) Haga un intento de observarse mientras sueña. Carlos Castaneda llama a esto la tercera puerta de los sueños. En El arte de soñar, escribe: "La tercera puerta de los sueños se alcanza cuando te encuentras en un sueño, contemplando a alguien que sueña. Y ese alguien resulta ser tu propia persona".
Éste es un estado de conciencia superior en el cual el yo físico es observado por el yo energético, y usted es consciente de que sucede. Es consciente a la vez de que sueña y de que se observa soñando.
Implica un cambio radical respecto de lo que le han contado sobre los sueños; es un mundo nuevo, un mundo que le permite convertirse en un soñador dormido y en un soñador despierto; y comenzar a impregnar su vida de vigilia con la magia de la conciencia soñadora.
Adquiera conciencia de sus sueños y vea si puede tener sueños lúcidos cada noche. Cuando despierte en medio de la noche, repare en el contexto y los objetos de sus sueños, y luego vuelva a entrar en ellos.
En este reino de sueños y conciencia de vigilia vas a llegar a conocer la existencia de la energía superior del universo.
Esto concluye mi lista de diez de las más erróneas creencias que le han enseñado. Despojarse del pasado es una sencilla cuestión de cambiar su forma de pensar sin ningún enojo ni culpa respecto de lo que le enseñaron a creer. Todas las cosas a las que ha sido expuesto eran por designio divino.
Todas las pruebas que le han puesto en la vida eran parte del camino que emprendió cuando escogió viajar de la nada al aquí y ahora.
Dé las gracias por todos ellos, y agradezca que esté preparado para superar esas creencias. Este libro está en sus manos gracias a la misma providencia divina que guía su búsqueda espiritual. Y tenga presente que cualquier creencia a la que se aferre y que ya no le sirva, es una intrusa en su vida.
Déjela marchar.
Ahora ha llegado el momento de empezar a reconocer las cuatro claves de acceso a la conciencia superior. Son el tema de los cuatro capítulos siguientes.