CONCENTRACIÓN

En cierta ocasión vivía un maestro del arte de la lanza. En el momento de su muerte llamó a su mejor discípulo y le declaró: «Te he transmitido todas las técnicas secretas de nuestra escuela. Si piensas aceptar ahora a un discípulo, debes practicar enseguida con diligencia, y cada día, con el sable de madera. La superioridad no es una cuestión de técnicas secretas». Del mismo modo, en la enseñanza de un maestro de Renga[5], se dice que la víspera del concurso de poesía debe calmar su espíritu y consultar una antología de poesías. Es necesario saberse concentrar sobre una sola cosa. Todos los oficios deben ser ejercidos con concentración.

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