Ésta es una obra de ficción. Todos los acontecimientos y diálogos, así como todos los personajes, con excepción de algunas figuras públicas e históricas conocidas, son producto de la imaginación del autor y no deben interpretarse como reales. Las situaciones, acontecimientos y diálogos en que participan dichos personajes históricos o públicos son completamente ficticios y no intentan describir hechos reales o cambiar la naturaleza ficticia de la obra. Por todo lo demás, cualquier parecido con personas vivas o muertas es fruto de la casualidad.