Otra voz

Perdió el hilo de las cosas, y se apagó

su estrella perceptora. No tropezó.

Y cuando su paso fue ya de piedra

y el tedio le dejara surcos en las mejillas,

recogió lentamente sus despojos:

los recogió para la vida, diseminándose.

De "Canciones de Mihyar el de Damasco" 1961

Versión de Pedro Martínez Montávez