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— 12 Julio 2014 —

 

Sábado.

 

Querido diario hoy tenía pensado levantarme tarde, suficiente tengo ya con levantarme a las seis toda la semana. Sin embargo Nick me ha llamado a las cuatro de la mañana, lo he maldecido siete millones de veces. He estado apunto de cometer un asesinato. Ha encontrado unos billetes para Florida que salen a las seis, por lo visto tiene una amiga que trabaja en una agencia o que es azafata, no sé... La cuestión es que los billetes son una ganga. Anoche me dijo lo de la playa pero nunca hubiera imaginado que me llamaría a estas horas. Tras su breve explicación sobre lo que íbamos hacer, a lo que contesté una y otra vez afirmativamente, me levante casi a rastras e hice rápidamente la maleta, con el empanamiento casi me olvido de llevarte. Nick me recogió una hora después, iba a dejar su coche en el aeropuerto. Cuando lo vi aparecer con unos pantalones amarillos por encima de la rodilla, un polo gris, un pañuelo y un gorro, no me lo podía creer. "¿De dónde te has escapado? ¿De pijolandia?" El pobre mío se ofendió "Que no vaya al trabajo elegante no significa que no tenga estilo. Lo tengo nena". Me parto de risa con él. Aquí el señor marqués y yo llegamos a Florida a eso de las doce porque hicimos escala y un viaje en coche del aeropuerto al hotel que duró una hora. Había alquilado un Jeep Wrangler descapotable plateado muy chulo. Nick se amarró el gorro y se puso unas Rayband Waldfaire negras, yo me solté la melena, literalmente. El viento te hacía sentir libre, recorrimos la carretera a través de un brisa que te transportaba al paraíso. Nos estamos quedando en una de las villas de "Hawks Cay Resort" en Duck Key. El lugar es de ensueño. He venido a dejar la maleta en la habitación y he aprovechado para escribirte durante unos minutos. Esto va a ser increíble querido diario, voy a ponerme el bikini y a disfrutar. Ya te contaré. XoXo.