Capítulo 7. La Atracción Y Los Sueños
Un día mientras estaba con Keila en la
cafetería de la escuela se acercaron a nosotros varios compañeros
con los que teníamos una muy buena relación. Jairo y Nohelia
estaban en ese grupo, y fue con ellos con quienes comenzamos a
tratar un tema que de alguna manera nos resultaba preocupante.
Durante el fin de semana habiamos visto una de esas series tipo
“reality show”, en la que mostraban a jóvenes que tenían relaciones
muy cambiantes y además centradas en el contacto físico. Este era
un espejo de la cultura, de lo que normalmente veíamos en la
realidad.
—Si ser cristianos es vivir una
contracultura, es vivir en contra a esa forma de pensamiento y de
conducta —afirmó Jairo—, entonces este es un tiempo crucial para
demostrar nuestra fe.
—En cada clase —dijo Keila— se nos propone
algo distinto a lo que es la cultura moderna. Se nos enseña a ir en
contra de lo que está “establecido”. Las leyes hoy en día están
cambiando a favor del pecado, y ¿saben? Creo que cada joven debe de
decidir qué es lo que hará para lograr un cambio a favor de los
estándares de Dios.
Mientras tanto yo pensaba en el hecho de que
cada decisión que yo tomaba gracias a las clases del Instituto
debía ser reforzada afuera, en “la vida real”. Y cada vez más Keila
era parte de la vida real. Ella me atraía, pero esto era algo en lo
que yo estaba poniendo límites sanos y quería saber cuál era la
forma correcta de actuar. No quería ser libertino, pero tampoco
innatural.
Entramos al salón, los profesores comenzaron
su clase, y yo hice lo que me correspondía: me enfoqué en lo que
estaba escuchando.
—La A representa la ATRACCIÓN —dijo
Magnolia—. La A de la palabra “PAZ”, ¿recuerdan?, era “atracción”.
Dios es quien creó la atracción física, y ésta debe estar presente
en una relación. De ninguna manera es lo más importante, y para
nada debe ser la base de la relación, pero sí debe estar en ella el
ingrediente atracción. Dios no nos ha dado uno, sino dos ojos, así
que la atracción es importante. Que quede claro, la persona que tú
elijas debe gustarte a ti. Quizás no sea atractiva para otros, pero
lo importante es que a ti te guste. Ponerte muy “religioso” y decir
que no necesitas eso, es peligroso. Es necesario el equilibrio.
Además, si en la juventud no te gusta tu pareja, imagina qué
sucederá cuando los años pasen y las cosas empiecen a cambiar. Se
va poniendo con más peso, se le va cayendo el cabello, las arrugas
propias de la edad aparecen, y la celulitis y otros factores que
afectan al cuerpo se hacen presentes. Si no te gustaba de joven, te
gustará menos a una edad avanzada. De hecho, hay un buen número de
infidelidades originadas por ésta causa. Aunque nada justifica el
adulterio, por supuesto, sin embargo debes analizar todos y cada
uno de éstos aspectos ya que son importantes para la relación.
Piensa tú que estás pretendiendo a una señorita: ¿qué te gusta de
ella? Si estás saliendo con un chico, ¿qué te atrae de él? Además,
permítanme decirles a todos que es importante cuidarse físicamente.
Ese error común de decir “Que me quiera como estoy”, no es
correcto. Si bien es cierto que Dios nos diseñó únicos y
especiales, también es cierto que debemos cuidar el templo donde
vive el Espíritu Santo. Hacer ejercicio para mantenerse en buen
estado y en un peso balanceado es de suma importancia. Si tus
dientes están desalineados y tienes la posibilidad de usar frenos,
hazlo. Busca el corte de cabello que más te favorezca. En pocas
palabras: CVIDA TU ASPECTO FISICO Y TU
APARIENCIA. Dios ve el corazón, pero el hombre (o la
mujer) ve el exterior. Eventualmente, con el tiempo, podrás ver el
corazón de tu pareja, pero mientras vivamos en un cuerpo terrenal
es importante también la apariencia exterior.
Ahora a Iván le tocaba el tema de la la Z
…
—Bueno, sabemos que SUEÑOS no se escribe con
Z, pero suena igual.
Yo me sonreí un poco y me enfoque nuevamente
en sus palabras …
—¿A que nos referimos con sueños? A que
tengan metas parecidas, proyectos compatibles. A que los dos tengan
el anhelo de realizar cosas similares. En términos generales, a que
los dos tengan la misma visión. Miren lo que dice 2 Corintios 6:14
(RVR60): “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos". Noten
que encontramos una orden dentro de este versículo. NO TE UNAS no es una sugerencia, sino un
mandato. ¡Y cuidado, que el decir que vas a ganar a tu novio/a para
Cristo no justifica la desobediencia!
—El yugo desigual —explicó Magnolia— era un
término propio de la agricultura. A los bueyes que iban a jalar el
arado para cultivar la tierra, se les ponía un yugo que los unía
para que jalaran juntos y caminaran al mismo paso. Para que esto
funcionara bien ponían animales de aproximadamente el mismo peso y
tamaño, para que al jalar juntos avanzaran de manera uniforme. Si
fueran de diferente tamaño jalarían desparejo, ya que uno de ellos
(el más grande) jalaría más que el otro, es decir, llevaría la
carga del yugo, del arado, y además de su compañero. Tristemente
dentro del cristianismo también se da esta cuestión del “yugo
desigual”. Hay matrimonios de cristianos en la misma situación:
jalando en diferentes direcciones, a diferente paso, y cargando uno
de ellos a su compañero. Y la mayoría de ellos comenzaron así su
noviazgo.
A continuación, Iván y Magnolia pusieron un
video con el testimonio de una chica. Ella compartía lo
siguiente.
“Hola, mi nombre es Rosario. Quiero darte mi
testimonio esperando que te sirva a ti que quieres unirte con la
persona que crees que es la ideal para tu vida. Mi noviazgo con
Joaquín era muy bueno. Nos gustábamos, nos entendíamos, y él era
cristiano. ¿qué más quiere una mujer que eso? Yo siempre he amado
las misiones. Joaquín tiene un gran talento para los negocios y
siempre ha ganado mucho dinero. En el tiempo en que estábamos tan
enamorados yo pensaba que nuestros sueños serían compatibles una
vez que estuviéramos casados. Yo creía que iríamos juntos a las
misiones, ya que pensaba: ¿para qué es el dinero que Dios nos da,
sino para la obra de Dios? Pero la verdad es que él y yo hablamos
poco de este tema durante nuestro noviazgo … a pesar de que algo
muy dentro mío siempre me decía que lo hablara con claridad. ¡Hoy
día sé que era la voz del Espíritu Santo y yo no le hice caso!
Después de un año de noviazgo nos casamos, y con el correr de los
meses yo anhelaba que pudiéramos ir juntos a las misiones. pero sus
negocios siempre lo mantenían ocupado. Entonces comencé a
reprocharle su poco amor por Dios al no ir a las misiones. Y se lo
sigo reprochando hasta el día de hoy. No me puedo quejar, ya que
asistimos juntos los domingos a la iglesia, pero ocurre que sus
sueños eran totalmente diferentes a los que yo tuve algún día antes
de casarme. Continuamente nos peleamos por esta situación, y mi
vida se ha comenzado a llenar de resentimiento, frustración y
amargura. Hoy en día he perdido toda esperanza de hacer lo que
tanto anhelaba dentro de mí. Sí, los dos amamos a Dios, pero yo he
renunciado a mis sueños, y lo peor de todo es que hasta este
momento llevamos cinco años de casados y yo no puedo imaginarme
otros 5, 10, ¡30 años más de mi vida con esta frustración! Lo que
me entristece es que yo sé que esos sueños los había puesto Dios en
mi corazón, y por no haber hablado de ellos al inicio de mi
relación con Joaquín, ahora nunca podré cumplirlos….”
La clase quedo en completo silencio cuando
apagaron el video. Había una atmósfera de convicción dentro del
aula. Creo que todos sabíamos que lo que habíamos oído ese día lo
íbamos a recordar para siempre, y sobre todo antes de tomar la
segunda decisión más importante de nuestras vidas.
Iván rompió el silencio de la clase y
dijo:
—Este punto es más importante de lo que se
imaginan, y si no le dan la debida importancia puede que terminen
atrapados en una vida llena de amargura y resentimiento. Jóvenes,
en la etapa en la que se están conociendo y enamorando no dejen de
hablar de sus sueños. Sean honestos, abiertos y transparentes al
respecto, ya que normalmente (y lamentablemente) en esa etapa uno
está intentando quedar bien, y entonces dice que está dispuesto a
todo y que está de acuerdo con todo. Pero esto cambia drásticamente
en el matrimonio. En pocas palabras, lo que queremos decirle a cada
uno de ustedes es: ¡Quítate la máscara con tu pareja! No le
escondas nada, se tú mismo, proyecta una imagen real de lo que eres
y lo que piensas y lo que anhelas para tu vida. porque tarde o
temprano se va a revelar tu verdadero yo, y es mejor para todos que
sea temprano.
—Chicos —continuó Magnolia— hay millones de
casos de matrimonios que viven un infierno. Cientos de mujeres nos
han dicho “Mi esposo cambió de la noche a la mañana”. Incluso hay
casos en que el mismo día de la boda el novio romántico,
considerado, gentil y paciente se transforma en un esposo violento,
desconsiderado y autoritario. La esposa entonces queda destrozada,
y además asustada ante tamaño descubrimiento. Uno de los problemas
del mundo en general es que el ser humano aparenta ser lo que no es. Vivimos con una
máscara que cubre lo que en realidad somos. Antes de llegar al
matrimonio, novios y novias deben arrancarse las máscaras y hacer a
un lado las apariencias. Debieran hacerlo desde el principio,
descubriendo el alma tal cual es. Existe un mito que dice que no es
de hombres mostrar debilidades y que es mejor usar una máscara para
esconder los verdaderos sentimientos, ¡pero esto es totalmente
falso!
Yo no sabía a ciencia cierta como debería ir
llevando mi relación con Keila, o si nuestros futuros estaban
realmente unidos, o como deberíamos de manejar esto, pero confiaba
en que Dios me guiaría por el camino que debía seguir.
Iván interrumpió mis pensamientos al
continuar hablando:
—Para concluir el tema del acróstico de la
PAZ y de cómo tomar una buena decisión, les aconsejamos que
observen cuidadosamente la vida espiritual de la persona que les
interese. Fíjense que ame a Dios con todo su corazón, y que tenga
frutos.
—Y un consejo para las señoritas —dijo
Magnolia—. Chicas: ¡NO SE DESESPEREN! Si crees que por vestirte de
manera provocativa vas a conquistar a un muchacho, déjame decirte
que lo único que vas a hacer es atraer a las chicos más carnales, a
esos que andan buscando una muchacha para desahogar sus pasiones
juveniles. Difícilmente vayas a conseguir un chico diferente a
eso.
—Por lo tanto —resumió Iván— hemos visto
tres puntos fundamentales para la toma de la segunda decision más
importante de nuestras vidas: personalidad, atracción y sueños.
Sabemos que Dios nos ha hecho seres tripartitos, y queremos que
observen la relación con cada uno de estos puntos:
La personalidad es la parte que tiene que ver con
el alma
La atracción es la parte que tiene que ver con el
cuerpo y
Los sueños
son la parte que tiene que ver con el espíritu.
Habían terminado de explicar el principio de
PAZ. Yo ya sabía que lo que estaba sintiendo por Keila era amor
verdadero, porque todos los signos de la simple emoción o del
simple enamoramiento estaban ausentes. Pero ahora tenía que
comenzar a analizar nuestra relación a la luz de lo que estaba
aprendiendo en las últimas clases.
—En la clase que sigue —dijo Iván antes de
retirarnos— aprenderemos que aparte de los principios para obtener
PAZ, Dios nos ha dado una importante fuente de confirmación que son
nuestras autoridades.
Yo estaba ansioso porque llegara la próxima
clase. El tema que abordarían Iván y Magnolia me parecía muy
oportuno para el momento que estaba viviendo. ¿Qué podía notar la
gente en nosotros, que nosotros mismos no pudiéramos ver? Nuestros
padres y autoridades pueden en muchas ocasiones ver cosas que
nosotros no podemos, pensé. Por eso el tema que estaba a punto de
comenzar nos ayudaría a tener un balance correcto.