Capítulo 14. Diez consejos para gozar de una jubilación plena

. . . . . . . . . . . .

En este capítulo

Afrontar la jubilación como es

Hacer de esta etapa la mejor posible

. . . . . . . . . . . .

Cómo será tu jubilación depende de ti. Así que deja de esquivar el bulto y afronta la nueva etapa. Conviértela en lo que es: una etapa que vale la pena. Aquí te ofrecemos diez consejos para que des un vuelco a tu vida.

Te queda mucho por hacer

Es lo primero que debemos tener en cuenta todos los jubilados. No te han expulsado de ningún paraíso. Simplemente, es el comienzo de algo nuevo, completamente distinto de lo anterior. Tener el control de tu tiempo debe servirte para hacer todo lo que siempre quisiste y nunca pudiste.

Mantente activo

Estar convencido de que es importante mantenerse activo es fundamental para disfrutar de esta nueva etapa. Utiliza tu imaginación y encontrarás a tu alrededor miles de actividades para hacer. En cualquier caso, mantenerte activo durante estos años es indispensable para disfrutarlos de la mejor manera posible.

Busca tu propia satisfacción

Ha llegado el momento en el que nada te obliga a hacer lo que no te satisface, y puedes dedicar tu tiempo y esfuerzo a aquello que realmente te gusta. No siempre es fácil encontrarlo, por eso debes buscar tu satisfacción personal. Pregúntate qué harías gratis, seguramente en eso puedes encontrar una vocación a la que dedicarte en estos años. En esos casos, el pago es el placer de hacer lo que se hace.

Construye el nido

Tu mundo ha sido sustituido por otro completamente distinto, en el que rigen normas, valores, gustos y tendencias distintas, si no opuestas, a aquellas en que habías fundado tu existencia. Por lo que es posible que te sientas desplazado, desterrado, sin saber qué hacer, qué decir, hacia dónde mirar. El único remedio es preparar una esquinita de tu mundo, un rincón donde refugiarte, tu “nido”. ¿Dónde? ¿Cuál? ¿Cómo? Basta con preguntarte qué nos gusta, con qué disfrutas.

Evita el mal humor (¿Viejos?, ¡sí! ¿Gruñones?, ¡no!)

Uno de los tópicos más asentados en nuestra sociedad es que los viejos son malhumorados. Más allá de las razones de tales prejuicios, debes evitar el malhumor: es fundamental para mejorar tu calidad de vida.

Simplifica tu vida

A estas edades resulta especialmente difícil adaptarse al vertiginoso progreso de las nuevas tecnologías. No obstante, la mejor actitud que puedes asumir es simplificar tu vida: pregúntate qué tecnologías realmente te aportan algo, acógelas y olvídate del resto. Será una manera más confortable de vivir.

Supera tus miedos

Con la edad los miedos crecen. Para poder superarlos debes reconocerlos antes, elucidar qué hay en ellos de real e imaginario, y aprender cuanto antes a enfrentarte a ellos, ya que constituyen una de las fuerzas más negativas y coartadoras de la libertad y de la felicidad.

Afianza tus relaciones afectivas

Tu mundo se reduce pero se hace más profundo al mismo tiempo: la relación con los tuyos, con tu cónyuge, con familiares y con amigos es una de las cosas más importantes para poder gozar de esta época. Así es que debes prestar mucha atención, quizá más que nunca, a afianzar tu relación con los tuyos.

Cuida tu apariencia

Más que nunca debes dedicar atención al aseo personal, a tu modo de vestir y a tu comportamiento. Es una manera de fortalecer la autoestima.

Mantén el optimismo

Aunque no esté demostrado que nos haga vivir más, es indudable que el optimismo mejora la calidad de vida. No se trata tanto de cuánto vivir, sino de cómo. Y todo indica que la calidad de vida de los optimistas es mejor, mucho mejor, que la de los pesimistas.