Capítulo 15
Elen
Recojo una de las mesas que acaban de ser atendidas y llevo los platos al fregadero. Hoy he visto poco a Liam y cuando estaba cerca por temor a delatarme evitaba mirarlo pues no se fingir que me es indiferente. Mi mente no para de recordar lo de anoche y esta mañana, y me ha costado mucho concentrarme en clase y aun más me cuesta todo el rato no sonreír como una tonta.
Si lo hiciera mis padres lo notarían. Y no quiero mentirles si me preguntan.
- ¿Elen?-Me giro a mirar a mi madre y veo que se ha quitado el delantal-. Nos vamos a ir ya, como es lunes no vendrá mucha gente, si ves que no entra nadie a media tarde cierra y súbete a casa. Vendremos después de cenar.
Asiento y tras darme un beso mis padres se van dejándome sola. Me quedo en la barra mirando hacia la heladería recordando cuando vi a Liam por primera vez, ese día creía que era un chico increíble, pero nunca pensé que fuera un príncipe…mi mirada se entristece y recojo unos platos para distraerme. ¿Cómo sería todo si él solo fuera Liam? Decido no responderme a esta pregunta, pues me haría daño pensar en algo imposible. Es mejor aceptar la verdad, y la verdad es que aunque Liam crea que puede encontrar un modo de estar juntos, no lo hará. Pero pese a eso no pienso desaprovechar estos momentos a su lado.
Termino de recoger y me bajo los apuntes para trabajar aquí por si entra alguien, es media tarde cuando entra una mujer con sus hijos a tomarse algo de merienda y unos helados de postre.
Cuando se van me vuelvo a quedar sola. Estoy terminado de recoger cuando me suena el móvil, que he dejado en el cajón que hay bajo la barra. Voy a por él y veo que es Liam.
- Hola.
- ¿Que hacías?
- Estaba terminado de recoger y me iba a poner a estudiar otra vez. ¿Y tú?
- Estaba mirando cómo caía la noche en el lago… ¿Puedes venir?
- No, aunque me gustaría. Pero mis padres no están y tengo que atender la heladería.
- Vaya… ¿Ha entrado alguien desagradable?
- No, solo una mujer con sus hijos.
- Ten cuidado.
- Siempre lo tengo, además este tiempo que has estado fuera me he quedado sola varias veces y sigo aquí.
Liam se queda callado y yo espero que diga algo.
- ¿Cuando regresan tus padres?
- Después de cenar, me han dicho que cierre a media tarde si no entra nadie, ahora dentro de un rato cerraré y subiré a mi casa…Liam, mis padres llagaran casi a media noche…no sé, estaba pensando si querías quedarte a cenar…aunque seguramente tengas cosas que hacer…
- Cuando cierres dame un toque y ábreme la ventana de la escalera trasera. Nos vemos.
- Vale.
Cuando cuelgo me quedo mirando el móvil y se me instala un nudo de nervios en el estomago. Acabo de invitar a Liam a mi casa…los dos solos… ¿Estará…No…¿Verdad?
Me sonrojo y me empiezo a poner muy nerviosa. Solo viene a cenar, solo eso. Miro hacia la cocina y pienso si subir algo de aquí, al final pensando en el primer día que nos conocimos, cojo la tortilla que queda y la preparo para cuando cierre subirla y hacer unos bocadillos. Pasado un rato y viendo que no viene nadie, cierro y subo a mi casa. Estoy tan nerviosa que temo que se me caigan los platos y lo que he cogido para cenar. Cuando entro en mi casa lo dejo todo en la cocina y me miro al espejo para ver que estoy bien. ¿Debería arreglarme más? Si lo hiciera se notaria mucho. Me paseo nerviosa y finalmente voy hacia la habitación donde está la escalera exterior, le doy un toque a Liam y la abro.
Me quedo en penumbra esperando que venga y no tardo mucho en escucharlo y cuando pasa por la ventana, lo abrazo y Liam no tarda en besarme. No pienso desaprovechar los pocos momentos que tengamos para estar juntos.
Liam se separa y me de la mano tras cerrar la ventana y vamos hacia el salón que es donde hay luz. Cuando Liam entra miro la casa como si la viera por primera vez tratando de pensar en ella con los ojos de un príncipe. Intuyo que el cuarto de Liam es prácticamente toda nuestra casa.
- Me gusta, es muy acogedora. Me gustan las fotos de familia.
Me relajo y sonrío.
- ¿Cuanto tiempo tenemos?
- Solo hasta las diez.
- Pues cenaremos pronto.
Veo que son casi las ocho y voy hacia la cocina, Liam me sigue.
- Si quieres puedes quedarte en salón…
- Te ayudo, y así hablamos.
Liam se arremanga y le doy la lechuga, para que la prepare como más le gusta, para la ensalada.
- Esta mañana hablé con Bianca. Ante los ojos de todos estamos prometidos, pero en verdad hemos dejado claro que este matrimonio no se va a celebrar.
Miro a Liam y me sorprende lo que me dice y luego veo que él sonríe, le sonrío.
- ¿Y por qué no decirlo ya?
Me cuenta la historia de Bianca y me cae un poco mejor, enseguida siento lastima por ella y no me extraña que quiera unos meses más de paz.
- Lo comprendo.
Liam deja la lechuga cerca de donde estoy preparando los bocadillos, y se lava las manos. Lo miro mientras se las seca y me sonríe.
Le doy un beso rápido y Liam no me deja escapar y acabamos besándonos apasionadamente en la cocina. Cuando ponemos fin al beso, me siento acalorada y no puedo dejar de sonreír.
- Creo que será mejor que ponga la mesa.
Sonrío y Liam se va a poner la mesa mientras le digo donde están las cosas. Me tiemblan las manos por lo que ha pasado y tengo el estomago hecho un manojo de nervios, no creo que pueda comer mucho y menos teniéndolo delante.
Nos sentamos a cenar y hablamos de las clases y Liam me cuenta lo que ha estado haciendo estos meses. Ha estado de viaje por varios sitios asistiendo a reuniones con gente importante que eran favorables para su reino en nombre de su padre. Le comento que vi el CD nada más llegar de clase y que me encantaron todos los lugares, cuando Liam empieza a prometerme que un día me llevaría, le corto, pues no quiero que prometa cosas que yo no tengo claras que puedan suceder. Cuando terminamos de cenar nos sentamos a ver la tele un rato. Liam me da cobijo en su pecho y miro la tele sin enterarme de nada, mi mente esta abstraída por la presencia de Liam.
- ¿Alguna vez has estado así con alguien?-No sé porque le pregunto algo así, quizás porque en el fondo espero que me diga que no, y que al igual que para mí, es también su primera vez.
- Si-Cuando hace esa afirmación parte de mi sonrisa se pierde-. Hace unos años estuve con alguien, y renuncie a mi reino por ella.
Me levanto y lo miro Liam, me mira serio y yo trato de asimilar esta nueva información. No esperaba ser la primera en su vida, pero pensar que quiso a alguien tanto como para dejarlo todo me ha dejado paralizada.
- Me gustaría escuchar la historia.
- Antes de que te la cuente, te diré que yo tenía dieciocho años…-Lo miro-. Bueno no quiero decir con esto que tu no seas madura…-Se levanta y se pasa la mano por el pelo-. Lo que quiero decir, es que no era tan maduro como tú con tu edad y que de esto han pasado casi cinco años y he madurado mucho.
Asiento.
- Era mi primer año de universidad y yo me había ido a estudiar fuera, creía que mis padres no me controlaban tanto por lo que me sentía libre, pero luego descubrí que tenían guardaespaldas repartidos por todo el campus por si pasaba algo.
Pero yo lo ignoraba. Conocí a una joven de mi clase que me cautivó.
Liam está de espaldas a mí mirando por la ventana y yo alzo mis piernas para apoyarlas en el sofá y abrazarlas.
- Era muy bonita y yo me creía que lo sabía todo-Lo veo sonreír con tristeza en el cristal de la ventana-. Empezamos a salir, y me creía enamorado, les dije a mis padres que lo dejaba todo, que no quería saber de ellos, que no me importaba nada salvo ella. Cuando al poco se lo conté, ella me dejó. Ella solo veía en mí al príncipe, nunca me vio a mí. Llamé a mis padres y les dije que me perdonaran y no hemos hablado más del tema, luego supe que ellos nunca me tomaron en serio y que de haber ido todo hacia delante y no hubiera querido volver, ellos me hubiera traído al reino de vuelta si o si.
- ¿En algún momento has creído que yo era como ella?
Liam se gira y me mira serio.
- Si, lo he creído, no te mentiría, a ti no.
- Bien.
Me levanto y Liam se acerca.
- Estoy cansada…
- Elen, ella no significo nada, ahora lo sé.
- Bien, me alegro por ti.
- Elen…
- ¿Que?-Lo miro y Liam alza su mano y me acaricia.
- A ella nunca le dije que la amaba.
- ¿Como sabes que no crees amarme porque soy un desafío contra lo que se espera de ti? Soy tu respiro Liam, tal vez solo sea eso.
Le sonrío con tristeza y Liam me mira herido.
- Siento si te he hecho daño, pero es lo que pienso. Yo te quiero Liam, pero quererte me hace más daño que otra cosa, porque yo se que nunca podremos tener un futuro. Tú te empeñas en pensar que si, y tras contarme esto, tal vez para ti no sea más que una forma de revelarte una vez más. Podrías tener a quién quisieras… ¿Que tengo yo para que me ames a mí?
- ¿Eso piensas Elen?
- También creíste quererla a ella-Le digo con el corazón cada vez más roto.
- Renunciaría a todo por ti…
- También por ella. Liam yo nunca te pediría que renunciaras a nada. A mí me gustaría que no fueras el príncipe.Y
sinceramente yo no estaría preparada para ser reina y si renuncias a tu reino me sentiría mal…no hay salida-solo pensarlo siento que me asfixio. Pero ¿Que espera?
- ¿Que debo hacer para demostrarte que me importas?-Sus ojos verdes siguen serios y dolidos. Me sabe mal decirle esto, pero ahora mismo tengo una imperiosa necesidad de llorar, pues esta historia me ha traído de vuelta a la realidad. Aunque él me quisiera de verdad. ¿Que cambiaría eso? Nada, él lo ha dicho, su padre nunca dejaría que se escapara de sus responsabilidades. Y
está en mí la duda de pensar que tal vez él quiera más lo que yo represento, la libertad que cree tener conmigo, que a mí misma.
- Nada… es mejor que disfrutemos de esto, sea lo que sea.
- Tú piensas que acabará. Si así lo ves, no tengo más que decir.
Liam empieza a irse y yo lo sigo.
- Liam, por favor no te vayas así…
- ¿Y que quieras que te diga? Estas poniendo en duda lo que siento por un error de joven. Sé muy bien diferenciar lo que siento, para mi sería más fácil no sentir nada. Como tú, sé muy bien que no puedo escapar de mi destino. ¿Que te quiero?, si por su puesto, pero ambos sabemos la verdad. Pero la verdad a veces no nos hace ser más felices, ni luchar. ¿Mejor así?
Me acerco a él y le pongo una mano en la mejilla.
- Tengo miedo Liam. Miedo de que cuando esto acabe no sepa seguir viviendo sin ti.
Mis ojos se llenan de lágrimas y Liam me las limpia.
- Yo también-Me abraza y yo a él.
- Prefiero estar preparada, por eso te he dicho esas cosas, quiero tener los pies en el suelo… lo siento.
- Elen nunca dudes de lo que siento, pase lo que pase eres lo único verdadero que me ha pasado en la vida.
Lo abrazo con fuerza hasta que le suena el móvil, se separa un poco y lo coge.
Cuando cuelga me mira.
- Tengo que irme.
Vamos hacia la ventana y me levanta la cara para besarme, me pierdo en sus labios y lo abrazo con fuerza mientras nos besamos. Cuando el beso termina, las ganas siguen en aumento de que esto no se detenga y eso aun me pone más triste. Quiero disfrutar de los momentos que tenga a su lado, pero sé que cuando llegue el momento de decirle adiós, una parte de mi morirá en mi interior para siempre.
Liam empieza a salir pero antes de hacerlo del todo me mira clavándome sus increíbles ojos verdes.
- Te quiero Elen, y lo que peso hace años me enseñó a no confiar en nadie, hasta que te conocí. Han pasado cinco años, donde he tenido oportunidad de creer sentir algo por muchas jóvenes, y no fue así hasta que tu llegaste.
Asiento y Liam se marcha, no sin antes asegurarse de que cierro bien la ventana.
Mis padres llegan cerca de las doce, yo ya lo he recogido todo y no queda nada que delate que Liam ha estado aquí. Ahora estoy en la cama y tengo el móvil bajo la colcha. Llevo un rato pensado en todo lo que me ha contado Liam. Tecleo un sms y se lo envío:
Te amo, buenas noches.
Dejo el móvil sobre la mesa y trato de no pensar pero mi
mente es un hervidero y aunque una parte de mi quiere reír por lo que estoy viviendo, porque por primera vez me siento muy viva, otra muy grande quiere llorar y no dejar de hacerlo hasta que no me queden lagrimas.
Hoy es sábado y no he visto a Liam más que de lejos en la universidad, me ha llamado cuando ha tenido un rato, que no han sido muchos y nos hemos enviados mensajes. No hemos vuelvo a sacar la conversación del otro día, y no pienso hacerlo, al menos de momento. No dudo de lo que él siente, el problema reside en que no me creo que sienta eso por mí, me he mirado muchas veces al espejo esta semana y he tratado de ver que podía atraer de mi a Liam, siempre me he considerado una joven muy normal y con gran tendencia a sonrojarse. Sé que todo no es el físico, mi inteligencia atrae a Liam, lo sé porque muchas de nuestras conversaciones son sobre temas importantes, y nos pasamos un buen rato debatiendo y a él le gusta hablar conmigo de esos temas y a mí que él quiera hacerlo. Me encanta debatir con él y contarle cosas que a otras personas no les diría por temor a que piensen que voy de lista, pero con él no es así.
Es tarde y esta noche Liam tenía un baile en casa de Roberta, que sigue dispuesta a conquistarlo. Bianca no se ha separado de Liam en toda la semana, pese a saber que han roto, eso no ha hecho que mitiguen mis celos al verlos juntos, pues en el fondo pienso que cuando yo siga mi camino, él acabará con ella. Me siento a veces como una intrusa entre los dos.
Sirvo una de las mesas y oigo la puerta, al alzar la vista para ver quién entra veo al hermano de Laia, Ángel, Adair y a Robert.
Me sorprende verlos, sobre todo a este ultimo y por su sonrisa sincera mientras me mira, se que lo que pasara entre nosotros ya ha quedado atrás. Y eso me alegra mucho.
- Hola chicos-Los saludo y todos me dan dos besos.
- Venimos a cenar y a probar los famosos helados-Me dice Ángel.
- Eso está hecho, venir por aquí.
Les llevo a una mesa y cuando estamos llegando mi madre ve a Robert y se acerca a él para saludarlo.
- ¿Que tal todo?-Me pregunta Robert cuando les tiendo las cartas.
- Bien ¿Y tú?
- Muy bien-Me sonríe.
- Eso es porque ha conocido a una joven o a unas…-Robert golpea a Ángel y este se ríe.
- Me alegro por ti-Le sonrío y les tomo nota, cuando miro a Adair para preguntarle que quiere, me está observando de tal manera que por un momento pienso que me puede leer la mente.
- ¿Adair?
Sonríe y me pide la cena.
Cuando entro en la cocina mi padre me mira sonriente.
- No me gusta ya Robert.
- Yo no he dicho nada-Me lo dice sonriente y me quita la nota.
- Esta muy guapo Robert ¿Eh?-Miro a mi madre y bufo. Si ellos supieran…
Tomo las bebidas que han pedido y se las sirvo. Cuando esta la cena hago lo mismo, ya prácticamente se ha ido todo el mundo cuando ellos terminan con los helados.
- Elen -Me llama Ángel, me acerco a ellos-. Vamos a ir a tomar algo al pueblo, ¿te quieres venir? Ahora que Laia no esta no sales mucho…
- No…
- Claro que va. Siempre está aquí metida y con sus libros y esa no es vida para una joven de dieciocho años-La miro para replicar pero la mirada de mi madre me hace aceptar. Esta ilusionada porque haga algo normal. Ella se cree que lo único que hago es estudiar y ayudarlos con la heladería, es normal que piense eso.
- Voy a cambiarme.
Cuando bajo ellos son los únicos clientes que quedan en la heladería y mis padres ya están recogiendo para cerrar.
- Ya estoy.
- Traerla luego a casa-Les dice mi madre-. Cuidármela y pasarlo muy bien.
Me da un beso y salimos hacia el coche que han traído, cuando lo veo pienso en Liam inmediatamente pues es su coche, lo ha traído Adair.
- ¿Te puedes creer que Adair tenía este pedazo coche y casi no lo saca del garaje?-Comenta Ángel.
- Si-Comento mirando al implicado.
Nos montamos en el coche, yo atrás junto a Robert. Cuando me pongo el cinturón y el coche arranca lo veo mirándome.
- ¿Has estado bien?-Me pregunta con cariño.
- Si…Lo que pasó…
- Era lo que tenía que pasar -Robert me coge cariñosamente la mano.
- Me alegra que estas bien, no quería haberte hecho daño…
- Tranquila, estoy perfectamente.
- Ojala un día encuentres a alguien que te ame como te mereces.
- Tu también.
Aparto la mirada para que no vea el halo de tristeza que ha pasado por mis ojos.
Le sonrío y Robert suelta la mano y seguimos el viaje.
Cuando llegamos al pub nos pedimos algo y Ángel me toma la mano y me saca a bailar aunque yo me niegue. Cuando llego a la pista sonrío por su forma de traerme y me muevo al ritmo de la música. Al volver veo que se han acercado dos jóvenes a la mesa, y Ángel también lo ve pues se apresura a llegar a ellas. Me siento un poco intrusa, pero cuando veo que Adair se despide de una de ellas me da pie a acercarme y sentarme a su lado.
- ¿Que tal con Liam?-Me pregunta mientras sus amigos hablan con las jóvenes que se han acercado.
Me sonrojo pero gracias a la poca luz no lo nota, o eso espero.
- Bien…normal…
Adair me estudia y yo tomo mi bebida sin alcohol. Pasado un rato, el ambiente empieza a aburrirme, noto que me vibra el móvil y lo saco, es Liam, pero aquí con la música tan alta no va a escucharme. Me levanto y lo cojo mientras busco los aseos.
- Un momento.
Corro hacia ellos y cuando llego al de las chicas observo lo asqueroso que esta. Entro con cara de asco y cierro la puerta.
- Hola Liam. Ya te escucho mejor.
- ¿Donde estas?
- He salido a tomar algo con Adair, Ángel y Robert.
- ¿Robert? Qué bien-Noto ciertos celos en su voz-. Bien, pues pásalo bien, nos vemos.
- ¡Liam!-Temo que me haya colgado pero no lo ha hecho.
- ¿Qué?
- Yo no…
- Elen solo ten cuidado, ¿Vale?
- Si… ¿Donde estas?
- Debajo de tu casa, te llamaba por si podías bajar, ya nos veremos.
- Me hubiera gustado verte…
- A mi también. Buenas noches.
- Buenas noches.
Cuelgo y salgo de los aseos algo triste, me hubiera gustado ver a Liam. Luego recuerdo los celos en su voz y como cambio enseguida, en el fondo se porque, y saberlo me deja triste: aunque estemos jugando a ser algo más que amigos, en verdad no somos novios y nunca lo seremos, por eso él no se ha sentido con derecho de tener celos de un ex. Al igual que yo tengo que mirar hacia otro lado cuando esta con Bianca.
- ¿Estas bien?-Me pregunta Adair, yo asiento y trato de sonreír. Él me observa muy serio y luego se levanta y me tiende la chaqueta-. Chicos voy a llevarla a su casa.
Me sorprende su comentario pero lo agradezco, no me apetece estar aquí.
- ¿Ya? Que lastima-comenta Ángel, se levanta y me da dos besos, Robert hace lo mismo.
- Nos vemos Elen -Se despide Robert.
Cuando estamos fuera miro a Adair y me pregunto si se le pasará algo por alto, es escalofriante ver como sus ojos plateados no dejan pasar detalle de nada.
- No tenías muchas ganas de salir, pero por una madre…-Me comenta.
- Mi madre se siente culpable pues cree que entre los libros y la heladería, no tengo vida social.
- ¿Y así es?
Miro hacia la carretera temiendo que mis ojos me delaten cuando le conteste.
- En parte.
Llegamos a mi casa y Adair cuando detiene el coche se queda mirando un punto oscuro del aparcamiento, al seguir su mirada observo un movimiento. Mi corazón late acelerado pensando que puede ser Liam.
- Estas jugando con fuego, bueno los dos… ¿Por qué te haces esto Elen?
Miro a Adair sabiendo sin necesidad de preguntar, que lo sabe todo y que no dirá nada.
- Por que le quiero.
Adair sonríe con tristeza.
- Ya lo conoces y lo quieres desde hace tiempo, deberías saber a estas alturas, que el amor no es suficiente…tu misma.
Adair no dice nada y yo abro la puerta para salir.
- Si solo tengo unos meses a su lado antes de que el siga su camino, no quiero pasarme toda la vida arrepintiéndome de no haberlos aprovechado.
Adair no dice nada y yo termino de bajar del coche, cuando lo hago él se va. Me giro y voy hacia donde creo que estará Liam y él no tarda mucho el salir a la luz y sonreírme.
No me arrepiento de nada, prefiero amarlo y recordarlo, que pasarme toda la vida preguntándome como hubiera sido estar con él.