JOSEPH SHERIDAN LE FANU (Dublín, 1814-1873) es uno de esos grandes escritores cuya fama se ha visto perjudicada por una asociación demasiado estrecha con el género de terror. Incluso en Gran Bretaña resulta difícil conseguir libros como The House by the Churchyard (1863), Uncle Silas (1864) o In a Glass Darkly (1872) en el formato original en que aparecieron. Aunque no debería ser necesario, hay que subrayar, por lo tanto, que Le Fanu no sólo posee un estilo maravilloso, sino que es también uno de los precursores de ciertos modismos y tendencias literarias del siglo XX. Esto ya fue notado por Jaime Rest, que en el estudio preliminar a Carmilla y otras alucinaciones (Fausto, 1975) señaló el singular humor de Le Fanu, y comparó su hábito de introducir referencias a libros y documentos ficticios con el hábito análogo de Borges. «El testamento de Toby Marston», sin embargo, está lejos de los juegos con la cita, y emplea la historia de fantasmas para llevar adelante un duro examen de las relaciones sociales y el funcionamiento de la justicia en la Inglaterra del siglo XIX: es un relato que empieza y termina —nada más terrorífico— hablando de dinero.