Romeo Martínez

Romeo Martínez es, en mi humilde opinión, el padre confesor de gran cantidad de fotógrafos que acudían a él a solicitarle la absolución.

Su gran pecado fue el de no pedir nunca nada como ofrenda para el culto que le tiene a la fotografía.

Sobre cada uno de nosotros, sabe él más que nosotros mismos.

1983