11
Supongamos que cada mañana te encuentras 1.440 euros. Puedes regalarlos, divertirte con ellos o quemarlos, Pero los que no uses al final del día desaparecerán
Y es que así es la vida, así de cruel, así de poco permisiva. Te concede 1.440 minutos diarios sin opción de recuperar lo que no has consumido. ¿Inviertes bien el tiempo o lo pierdes?
Tendemos a perder el tiempo en exceso, nos organizamos mal y no somos eficientes. Hemos de tratar de ser conscientes de que el tiempo es el mayor activo del que disponemos y de que debemos valorarlo como tal. Hemos de ser conscientes de que nuestra vida es como un yogur: tiene fecha de caducidad, aunque nos duela admitirlo. Por ello, debemos intentar conseguir el mayor tiempo libre posible. Hemos de dibujar una pirámide de prioridades para, de este modo, optimizar nuestras actividades.
Uno de los mayores errores es perder excesivo tiempo en reuniones inútiles e improductivas. Esa manía de quedar para comer para hablar de trabajo, ¿de verdad es productiva? ¿Una reunión entre ensalada y tarta de queso? Eso es un claro ejemplo de pérdida de tiempo. Una reunión que podría quedar zanjada en treinta minutos no podemos alargarla dos horas. ¿Es necesario verse siempre? Pienso que no. Ahorrarse el tiempo de desplazamiento, el tiempo de esperar si la otra parte llega tarde, el tiempo de los formalismos simplemente por haber quedado…
Pienso que se debería usar más el Skype o cualquier sistema de videollamada. De esta manera optimizaríamos mucho más el tiempo y lograríamos más tiempo libre para intentar ser un poquito más dueños de nuestra vida.