23
Sin un objetivo, es difícil marcar
Hoy he dado una conferencia en la preciosa ciudad de Santiago de Compostela. Allí, una de las directivas, avergonzada, me ha dicho: «Tengo que ponerme en forma, he abandonado un poco el deporte». «Bueno, creo que lo has abandonado mucho», me he dicho. Pero ella buscaba palabras de consuelo, así que no podía decirle lo que pensaba realmente. Mi reacción ha sido:
– Necesitas marcarte un objetivo.
– ¿Para qué quieres hacer deporte?
– ¿Qué te motiva?
– ¿Tienes a alguien que te empuje y te anime a ser constante cada día?
– ¿Te apetece hacer el sacrificio de no comer todo lo que deseas?
– ¿Hasta dónde querrías llegar si iniciaras ese desafío personal?
Ella no ha sabido qué contestar; en el fondo estoy seguro de que no se estaba planteando en serio arrancar ese proyecto personal, pero, en el caso de que hubiera querido, lo primero que necesitaba hacer era marcarse una meta, un objetivo. Un objetivo escalonado, muy pequeño, porque si inicialmente se marca el objetivo de perder 20 kilos, lo deja al cabo de un mes cuando se da cuenta de que el objetivo global la está ahogando.