Agradecimientos
Deseo expresar mi gratitud a las personas que me han acompañado (a la vez que yo las privaba de mi compañía) durante la escritura de esta novela: a María, en primer lugar, por todos los sacrificios ímprobos y generosas renuncias; a mis padres, por el aliento constante y abnegado; a Iñaqui, siempre presente; a Jimena, que seguramente me habrá echado en falta más de lo debido. Gracias a todos por la confianza que depositasteis en mí en los momentos difíciles.
Mi padre se encargó, empeñando su salud en el esfuerzo, de la mecanografía de un manuscrito ininteligible, secundado por Iñaqui, que también me ayudó a revisar las galeradas. Gracias, en fin, a Gonzalo Santonja, por la amistad incombustible y las confidencias; y a Miguel Ayuso por ciertas precisiones militares.
Madrid, septiembre de 2012