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El estilo GM

EL ESTILO GRAN MAESTRO

El estilo gran maestro (conocido como GM) es una técnica avanzada para la que es necesario tener un autocontrol extraordinario y una personalidad extrovertida que te permita seguir hablando sin aturullarte, incluso cuando una mujer esté fulminándote con la mirada o intente dejarte cortado. Esta técnica la desarrolló un PAS de París, conocido con el apodo de Gran Maestro, y fue explicada por vez primera por el PAS Nathan Szilard.

El estilo gran maestro se basa en la utilización constante de bromas obscenas y en hablar con humor sobre sexo, prestando mucha atención a las reacciones de la chica. Para empezar, dile a una chica, directamente y sin ambigüedades, que quieres follar con ella. Sí, eso es lo primero que tienes que decirle. Como ya puedes imaginarte, la mayoría de ellas reaccionan negativamente (algunas veces de manera violenta) cuando alguien las aborda utilizando esta técnica, por lo que es importante tranquilizar la situación y seguir hablando sin dejarles pronunciar una sola palabra. Hay que hacerlo diciendo rápidamente, después de haber soltado el «Pongámonos en acción», un «Solo era una broma». Entonces, antes de darle tiempo a reaccionar ante tu apertura o ante tu «disculpa», lánzale otra obscenidad y dile algo gracioso. A continuación suaviza la situación otra vez con un «Solo era una broma» y, a poder ser, dándole un abrazo como excusa. Si no se da el piro asqueada en el minuto uno, sigues diciéndole cochinadas hasta llevártela a la cama.

Lo que resulta genial de esta técnica es que haces todo lo que se espera de un PAS en una situación de ligue: eres sincero revelando tus intenciones, actúas como un macho dominante, te muestras confiado y controlando la situación, eres divertido, utilizas el kino (la tocas) y hablas de sexo para hacer que piense en clave sexual. Y como no le das la oportunidad de que responda negativamente a tus comentarios, la chica empieza a aceptar de manera inconsciente lo que le dices. No ha tenido ocasión de protestar ante tu bombardeo constante de observaciones obscenas, bromas y rápidos «Solo era una broma, lo siento, déjame que te dé un abrazo». Inconscientemente, ella solo está viendo que no protesta. Pero ¿quiere eso decir que lo acepta? En realidad, no… pero no se lo digas.

Es más, se está imaginando las situaciones sexuales que le planteas con tus bromas y observaciones y, aunque al principio puedan resultarle repelentes, sus defensas se irán derrumbando, se dispararán sus pensamientos y, antes de que te des cuenta, estará cachonda y desenfrenada como nunca.

El estilo GM es agresivo. En dos palabras, al utilizar esta técnica le dices a una chica, en cuanto la conoces, que quieres follar con ella. Lo esencial es que ella percibe tu actitud. Sabe que te sientes capaz de satisfacerla sexualmente y que tienes confianza en ti mismo. Es frecuente creer que las mujeres no quieren tener relaciones sexuales… pero también ellas se ponen cachondas. Mediante el estilo GM, un PAS plantea el tema del sexo directamente a la cara y hace que la chica considere la posibilidad de acostarse con él (aunque pudiera preferir a otro, es él quien se lo está ofreciendo).

Evidentemente, estamos en territorio de alto riesgo. Es necesario tener mucha confianza en uno mismo, y mucha habilidad, para soltar una frase al estilo GM. Si te atrancas, tartamudeas, te olvidas de lo que tienes que decir a continuación, o dudas, dándole así la ocasión de contestarte con una negativa o una fresca, puedes recibir una hostia de campeonato. Y eso es duro, ¿verdad?

Sin culpa ni vergüenza

No nos engañemos, el estilo GM es incómodo y embarazoso, especialmente para un principiante. Si resulta que tu objetivo es una chica ligera de cascos, ¡mejor para ti! Pero ¿y si se trata de una chica respetable y angelical? No te rindas. Si no le ha gustado nada lo que le has dicho, simplemente se irá. Si se pone colorada y reacciona con timidez… la señal es muy positiva. Siempre debes tener en cuenta que, cuando actúas al estilo GM con una chica, ya no hay marcha atrás. Si no funciona, no funciona, pero no debes intentar retroceder moderando tu tono. Así solo perderías a la chica… y tu autoestima.

ESTILO GM: NIVEL DOS

Cuando el estilo GM básico no ha dado resultado, hay que llevarlo al siguiente nivel y empezar a jugar con ella de verdad. He aquí unas cuantas técnicas —llamémoslas improvisaciones exploratorias sobre el enfoque básico GM— que la llevarán todavía más lejos de su zona de comodidad y (eso esperamos) al frenesí sexual.

Replica su actitud negativa. Algunas veces la chica reaccionará con demasiada rapidez y contestará a tu descarga inicial de insinuaciones indecentes con un comentario negativo, o incluso con un gesto grosero. Si quieres salvar la situación, tienes que actuar deprisa y con agresividad. Córtale con un rápido «Oye tú, solo estaba intentando divertirme un poco. ¿Es que no tienes sentido del humor?». Le echas en cara su postura negativa y haces que parezca que es ella, no tú, quien tiene un problema de actitud. Ahora le toca a ella demostrarte que es una chica divertida aceptando tus obscenidades… e incluso subiendo el tono de las mismas. En el próximo capítulo aprenderemos más sobre esta estrategia de réplica.

Ponte chulo. Asegúrate de que tus bromas hagan siempre referencia a lo maravilloso que eres para ella. Por ejemplo, decir repetidamente lo grande que tienes el pene es una maniobra clásica dentro del estilo GM, porque no solo estás siendo obsceno y la obligas a pensar en el sexo, sino que la incitas a que se imagine lo estupendo que sería tener relaciones sexuales contigo. El verdadero tamaño de tu pene no tiene importancia porque, para cuando lo vea, es muy improbable que cambie de opinión. Y aún más importante, a las chicas no les importa el tamaño del pene. Cuando lo quieren, lo quieren. Además, la dejarás sexualmente satisfecha. Eso está garantizado en un PAS, y tienes que asegurarte de no defraudarla, prestando mucha atención a lo que desea en la cama.

Dile que es una guarra. La mayoría de los TPF recurren al lloriqueante «Qué guapa eres», lo cual, a estas alturas, ya sabemos que es un gran error. Al actuar al estilo GM, tienes que dar la vuelta a las cosas insistiendo en que es muy provocativa y lanzada. Sigue diciéndole cosas como «No puedo creer que me estés mirando así, ¡serás guarra!». Esto tiene doble intención. Primero, le dices algo negativo, lo cual, como vamos a ver, es una poderosa herramienta en las debidas circunstancias. Y en segundo lugar, la convierte a ella en agresora. ¿Se está portando de verdad como una buscona y una fulana? Probablemente no, pero estás haciéndole creer que sí… y una vez que la hayas convencido, queda muy poco para que se comporte contigo como tal.

Cuéntale una anécdota subida de tono. ¿Piensas decirle que se ponga de rodillas y te la chupe? Mejor no. Pero puedes sugerirlo en el contexto de una anécdota que has oído. Por ejemplo, esta una historieta colgada anónimamente en ASF que podrías contarle más o menos así: «¿Te puedes creer lo que le pasó ayer a la hermana de un amigo mío?». Y sigues: «La chica estaba sola en un bar tomándose algo cuando un tío se le acercó, la miró fijamente a los ojos y le dijo: “Me gustaría follar contigo. ¿Te apetecería también a ti?”, y se quedó delante de ella, tan ancho. Según le contó después a su hermano, casi se le cae el vaso de las manos, pero después se puso a pensar y empezó a sentir calor por todo el cuerpo. Ya sabes cómo se siente una chica cuando empieza a excitarse de verdad. Húmeda y cachonda. Le dio un vuelco el corazón y empezó a seguirle el juego diciendo: “Quiero que antes me chupes el coño”. Él no movió una pestaña y, tomándole la palabra, empezó a negociar el encuentro sexual hasta que se pusieron tan calientes que se fueron juntos del bar».

Supuestamente, esto ocurrió de verdad. Moraleja: puedes contar esta anécdota a una chica en un bar mientras la miras fijamente a los ojos. Le dices qué es lo que quieres que haga exactamente, y estás protegido, porque solo le transmites la historia que te contó un amigo.

El acercamiento del hombre de las cavernas (para los más perezosos)

Un amigo mío aplica una técnica GM minimalista que parece ser que funciona. Simplemente lanza un gruñido insinuante a las mujeres. Eso es todo. Al parecer, le sale bien alrededor del 10 por ciento de las veces… y casi nunca se va de un bar o de una fiesta con las manos vacías.

DAVID OFF, ASF

APERTURAS Y FRASES DEL ESTILO GM

He aquí un puñado de frases al estilo GM para que vayas tirando durante un tiempo. Recuerda que la técnica GM se basa en decir una frase (o una broma o anécdota) tras otra, por lo que necesitas contar con un buen surtido para cada situación de seducción. Allá van:

  • «No puedo satisfacer a todas las mujeres, pero estoy dispuesto a darte esta noche la oportunidad de tu vida».
  • «Bonitos zapatos. ¿Quieres follar?».
  • «Es duro ser un “sex symbol”».
  • «No vas a ponerte demasiado cachonda si me siento a tu lado, ¿verdad?».
  • «Me gusta el aspecto de tu entrepierna».
  • «Deberías quedarte mirando al suelo un buen un rato [pausa], porque voy a hacer que estés mirando al techo durante una semana».
  • «Estoy organizando una orgía para el cumpleaños de un amigo. ¿No querrás fallar?» (dicho muy deprisa de manera que ella entienda «¿No querrás follar?»).
  • «La palabra de hoy es piernas. Vayamos a mi casa a separar la palabra».
  • «¿Por qué no vamos a mi casa, pedimos un poco de pizza y follamos? ¡Eh!, solo era una broma. Podemos pedir comida china».
  • «Me gustas porque eres inteligente» (señalando a sus pechos). «Me gusto porque también soy inteligente» (señalando a tu entrepierna).
  • «Me gustan tanto tus piernas que voy a ponerles un nombre. Esta es Navidad y esta Año Nuevo. ¿Puedo verte entre días festivos?».
  • «¿Sabes cuál es la diferencia entre una hamburguesa y una mamada? ¿No? Entonces quedemos para tomar una hamburguesa».
  • «Oye, tengo una cita dentro de dos horas, así que es mejor que nos vayamos ya a tu casa».
  • «No creo en el sexo sin consentimiento mutuo. Y, por cierto, tienes mi consentimiento».
  • «¿Has probado alguna vez uno de esos condones estriados tan raros?».
  • Ella: «¿Te importa que fume?». Tú: «¿Y por qué ibas a ser diferente que todas las demás mujeres con las que he follado?».
  • «Perdona, ¿eres de las que grita o de las que gime?».
  • «Tengo que ir mañana al hospital a que me operen (señalas tu entrepierna). Es que es demasiado grande».
  • «¿Sabes cómo me las arreglo con una polla de treinta centímetros? Doblándola por la mitad».
  • «Me gusta que me aprecien por cómo soy, no por mi enorme polla».
  • «¿Puedes ayudarme? Tengo que hacer pis y me ha dicho el médico que no levante cosas pesadas».
  • «¿Por qué no te sientas en mi regazo y hablamos de lo primero que surja?».
  • «¿Te levantas pronto por las mañanas?». Ella: «No, salvo que tenga que hacerlo». Tú: «Bien, no me gusta que me molesten cuando estoy durmiendo».

CHISTES «VERDES» DEL ESTILO GM

Unos cuantos chistes para que no decaiga. Si quieres aprendértelos de memoria, es cosa tuya.

Bragas al aire. Eh, chicas, ¿sabéis como podéis comprobar si os hemos gustado? Ellas contestan: «No». Bien, pues esta noche, al llegar a casa, os quitáis las bragas y las lanzáis al techo. Si se quedan pegadas, es que os hemos gustado.

El reloj con telepatía. Un hombre entra en un bar y se sienta al lado de una mujer muy guapa. Le lanza una rápida mirada y consulta distraídamente el reloj. Ella le pregunta: «¿Están haciéndote esperar?». «No», contesta él, «acabo de comprarme este reloj de última generación y estoy probándolo». «¿Ah, sí?, ¿qué tiene de especial?». «Utiliza ondas alfa para comunicarse por telepatía», explica él. «¿Y qué te está diciendo?». «Dice que no llevas bragas». La mujer se ríe y replica: «Pues entonces debe de estar estropeado porque sí llevo bragas». El hombre da un golpecito a la esfera del reloj y después la mira a ella diciendo: «Maldito chisme, debe de ir con una hora de adelanto».

Hora con el médico. Una noche, en la cama, el marido toca suavemente a su mujer en el hombro y empieza a acariciarle el brazo. La mujer se da la vuelta y le dice: «Lo siento, querido, tengo hora en el ginecólogo por la mañana y quiero estar descansada». Unos minutos más tarde, el marido se vuelve otra vez hacia ella y vuelve a tocarla. Esta vez le susurra al oído: «¿También tienes hora en el dentista?».

El regalo. Un chico quería hacerle un regalo a su novia, con la que estaba saliendo desde hacía casi un año. Después de pensárselo mucho, se decidió por un par de elegantes guantes: algo romántico, pero no demasiado íntimo. Acompañado por la hermana de su novia, que tenía muy buen gusto, fue a una tienda y compró los guantes. La hermana decidió comprarse unos tangas. Por desgracia, la dependienta se armó un lío al hacer los paquetes, con lo que el chico terminó enviando los tangas a su novia con esta nota:

Te los he comprado porque me he dado cuenta de que nunca sueles llevarlos cuando salimos por la tarde. Si no hubiera sido por tu hermana, habría elegido irnos más largos, pero ella los usa cortos y dice que son más fáciles de quitar.

Son de color claro, pero la dependienta me enseñó unos que había usado durante tres semanas y apenas estaban sucios. Le dije que se pusiera los tuyos, y le quedaban muy bien.

Cuando te los quites, acuérdate de pasarles el secador antes de guardarlos, ya que suelen quedarse húmedos con el uso.

Me gustaría estar contigo para ver cómo te los pones por primera vez, porque seguramente entrarán en contacto con otras manos antes de que vuelva a verte.

Piensa en la cantidad de veces que voy a besarlos el año que viene. Espero que te los pongas el viernes por la noche para que pueda hacerlo en cuanto te vea.

P. D. Según la última moda hay que llevarlos doblados hacia delante para que se vea un poco de pelo.

Chistes cortos. Más fáciles de recordar que los largos, pero mucho menos graciosos:

Pregunta: ¿En qué se parecen el aire y el sexo?

Respuesta: En que solo los echamos de menos cuando faltan.

Pregunta: Cuando follas, ¿te pones condón?

Respuesta: Sí, hombre, ¡encimas quieres que le ponga peso!

Pregunta: ¿Qué le dice Caperucita a Pinocho mientras están haciendo un 69?

Respuesta: ¡MIÉNTEME, MIÉNTEME!

LA ESCENA DEL CHICO IDEAL

No corresponde en realidad al estilo GM, pero tiene como único objetivo poner cachonda a una mujer, y por eso lo incluyo aquí. Se llama la escena del chico ideal. Puedes usarla cuando no consigas respuesta (ni positiva ni negativa) con tus groserías al estilo GM, aunque también funciona muy bien como enfoque independiente.

Ve directamente hacia ella y pregúntale cómo sería su chico ideal. Haz que profundice en la respuesta. Si consigues hacerle pensar con más detalle de lo normal, probablemente se volcará divertida en el juego. Dile que te describa la manera de vestir de su chico, su pelo, su voz, lo que le gustaría que le dijera, qué sentiría al abrazarlo y rodearlo con sus brazos. Después, si quieres ir más lejos, dile que te explique cómo seduciría en ese mismo momento a ese chico tan guapo que se está imaginando.

¿Verdad que todo esto es inofensivo? Evidentemente, tú no eres ese chico ideal.

Pero si lo piensas dos veces, lo que estás haciendo es que se imagine un chico con quien le gustaría follar. Lo que podría sentir con él. Y cómo sería la experiencia. Se está poniendo cachonda pensando en ese hombre inexistente, pero en realidad con quien está hablando es contigo. Si quieres, puedes conseguir que se pase toda la noche imaginando a su chico ideal. Él es una fantasía, mientras que tú eres la persona real que está con ella, y está a punto de estallar.

Lo bueno de todo esto es que, tarde o temprano, se dará cuenta de que eres tú, en realidad, quien está haciendo que se ponga húmeda con tu conversación, no el chico de sus sueños. Su deseo sexual está llegando a extremos casi irresistibles, se encuentra en un estado al que solo pensaba que podría llegar con su hombre ideal, y quiere dar rienda suelta a ese deseo. ¿Y quién está con ella?: tú. Y entonces se da cuenta de que eres un hombre, que eres de fiar, y que has hecho que se ponga cachonda. Imagina a quién va a sonreír la fortuna esta noche.