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Las reglas básicas de la conquista

DEMUESTRA TU VALÍA Y PERSONALIDAD

¿Cuál es el objetivo de una conversación con una chica guapa? ¿Qué hace que quiera dedicar su tiempo a hablar contigo y darte su número de teléfono? No, no se trata de lo guapo que seas. Lo más importante es que le hayas demostrado que vales y tienes personalidad. No puedes esperar nada, absolutamente nada, de una chica a la que no se lo hayas demostrado. Tienes que enseñarle algo bueno de ti, algo que le haga sentirse a gusto cuando está contigo. Esta es la base de la seducción, de manera que voy a repetirlo: tu objetivo es hacer que a una mujer le guste cómo se siente contigo.

Hay muchas maneras de hacer que una mujer se sienta bien, y por eso hay tantas formas diferentes de iniciar un contacto. Puedes ponerla cachonda (al estilo GM), puedes ser divertido y hacer que lo pase bien (al estilo del animador de juegos), puedes dirigir su imaginación (modelos programados), puedes crear una conexión de tipo personal y reforzar sus creencias y autoconfianza (exploración de valores, véase el capítulo 10). Todos son enfoques válidos, pero ninguno de ellos funcionará si no le demuestras que eres el tipo de hombre que puede hacer que disfrute. Esta es la razón por la cual la confianza es el elemento clave en todo proceso de seducción.

Por supuesto que los incompetentes TPF tratarán inútilmente de demostrar su valía, pero como no se han leído este libro, no tienen ni idea de qué va la seducción. El error más habitual es intentar ser un «buen chico» que no plantea desafíos, haciendo que la mujer sienta que puede hablarle como a un hermano. Pero, como sabes perfectamente, las mujeres no mantienen relaciones sexuales con sus hermanos.

Otros TPF, los que se creen guapos, suponen que su mera presencia y compañía es suficiente para que las chicas se pongan húmedas. Dicho de otra manera, los valores que transmiten son unos buenos músculos y una cara bonita. Créeme, eso no interesa especialmente a las mujeres. Puede ser que las excite, y a lo mejor les guste, cómo se sienten cuando están con ese tipo de chicos. Que piensen que las demás están celosas y que ellas deben de ser muy guapas, ya que el chico que está con ellas lo es. Pero ese sentimiento se desvanecerá rápidamente, a no ser que se les muestre algo más sólido y duradero. Ciertamente, si eres muy guapo, te acostarás con mujeres… pero muchísimo menos que si conoces los entresijos de este libro.

El secreto de la conversación está en saber demostrar el tipo adecuado de aptitudes, las que importan a una mujer. Cuando te acercaste a ella, aún no la conocías, y por eso sacaste a relucir determinadas características (obscenas, excitantes, misteriosas, divertidas) con la esperanza de que cuajaran. Empezaste bien. Demostraste que tenías algo que ofrecer y eso hizo que la puerta se abriera. Ahora ha llegado el momento de aprender a llevar a esa chica, la que está sentada a tu lado, al lugar en el que ella y solo ella quiere estar.

ENTONACIÓN

Antes de que te explique lo que tienes que decir y por qué, veamos algunos principios básicos de la conversación. No están sacados de ningún libro sobre persuasión o psicología, aunque podrás encontrar también muchas de estas sugerencias en ellos. La diferencia estriba en que lo que voy a decirte no es teoría. Se ha comprobado sobre el terreno incontables veces, y funciona de verdad con mujeres reales, vivas y estupendas.

Lo primero en lo que hay que pensar es en la manera en que dices las cosas. Si estás soltando determinada frase, utilizando alguno de los acercamientos que hemos tratado, o incluso si estás utilizando un modelo de los de Ross Jeffries, corres el riesgo de que parezca falso o de quedar como un patético payaso que se ciñe a un guión. Evidentemente, así no vas a impresionar a una mujer.

Es decir, no se trata solo de lo que dices sino de cómo lo dices. Tienes que creértelo de verdad, se trate de una frase típica para ligar o de una pregunta para intentar conocerla mejor, y tienes que transmitir esa convicción.

También es importante no hablar demasiado alto, farfullar ni parecer gilipollas. Habla con claridad, utilizando una voz suave y seductora. No sobreactúes (sonarías como el locutor de un teléfono erótico). Para seducir, es importante hablar con calma, de manera hipnótica. Recuerda que estás dirigiéndola con tu voz, no solo con tus palabras, o sea que debes emitirla de forma suave y centrarte en tu objetivo.

Para poder hacerlo, tienes que practicar. Evidentemente, la forma mejor de practicar es con mujeres, pero no te avergüences si tienes que hacerlo también a solas en tu casa, especialmente si eres principiante. Mientras te preparas un zumo, te das una ducha o limpias tu habitación (recuerda que un PAS siempre tiene su «polvorín» en buenas condiciones), actúa como si estuvieras conversando con una mujer. Di las palabras en alto para empezar a sentirte cómodo con tu voz. Después escúchalas, y experimenta diferentes tipos de voz hasta que te quede bien. Y no, no tienes que pensar en lo que dices, a no ser que estés planeando utilizar la percepción extrasensorial. Tu medio es la voz, así que practica con ella.

Y nunca te olvides de usar «pausas elocuentes». Las pausas oportunas, justo en medio de la frase, son la mejor manera de transmitir expectativas y misterio. Quieres que la chica esté pendiente de cada palabra que digas, ¿de acuerdo? Pues bien, la pausa es la manera de crear ese sentimiento de excitación que deja la respiración entrecortada.

Del manual del pardillo: ¿Cuál es el mensaje que estoy transmitiendo?

La mayoría de los TPF no entienden que tienen que demostrar a una chica lo que valen (lo cual es evidente), por lo que su acercamiento no consiste más que en un «Aquí estoy. Este es mi aspecto. Espero gustarte». Algunos TPF asumen que eso es suficiente porque están muy buenos y piensan que las chicas van a ir a por ellos simplemente por su aspecto. Otros intentan ser «divertidos» y bromean sobre el hecho de no ser tan guapos. En ambos casos, la estrategia lleva al fracaso. Cualquier persona, aunque sea medio tonta, si piensa cinco minutos sobre el mensaje que están transmitiendo, se dará cuenta de que esos acercamientos son típicos de perdedores crónicos.

«Hablando sobre ella, la conoces mejor, lo cual te será muy útil al planear tu estrategia… Si no hablas de ti, dejas que tu imagen lo haga por sí sola… cuantas menos mujeres sepan algo sobre ti, más mujeres querrán conocerte».

Don Diebel, experto número uno de Estados Unidos en personas sin pareja (www.getgirls.com)

HABLA CON ELLA - HAZTE ECO DE LO QUE DICE

A las mujeres les gusta que las entiendan. Para que una mujer sienta que la entiendes, no solo tienes que escuchar lo que dice, sino responderle teniéndolo en cuenta. Puede ayudarte decirle que estás de acuerdo con ella, pero no es realmente necesario. Sencillamente, escucha lo que tiene que decir y respóndele más adelante atendiendo a sus observaciones. A esto se le llama «hacerse eco de sus palabras» o «reflejarlas verbalmente».

No lleves la contraria a una mujer a la que estés intentando seducir. Si lo que dice es horrible, lárgate. Si a pesar de que ves que es idiota, decides seguir con tus planes de seducción, sonríe, asiente con la cabeza y hazte eco de sus ideas.

Tienes que ser a la vez sutil y creativo cuando respondas a una mujer recogiendo lo que ha dicho. No vale que le digas de manera simplista: «Estoy completamente de acuerdo. Yo pienso lo mismo». Tienes que actuar a un nivel mucho más íntimo. Recoge lo que dice, parafraseándolo y, unos minutos más tarde, preséntalo como una opinión o pensamiento propios. Haz variaciones sobre la idea de manera que cada vez suene diferente, pero refleje los mismos valores y actitudes. Normalmente, no recordará haber dicho antes algo sustancialmente igual y, por lo tanto, «descubrirá» que tenéis tanto en común que seguramente eres el hombre de sus sueños. Aunque no llegue a esos extremos, al menos verá que la escuchas y que estás de acuerdo con ella.

Hacerse eco de sus palabras es aún más eficaz cuando descubres cuáles son sus «palabras clave» (palabras que usa más a menudo y que significan mucho para ella) y te haces eco de ellas. Esta idea es compleja, y por tanto la trataremos más adelante en el apartado correspondiente (p. 256 y ss., en el capitulo 10). Dado que es muy importante, quizá harías bien en dar un salto y leer ahora mismo lo que allí se dice sobre este concepto.

Novelas románticas

Las novelas románticas son pura basura: tramas ridículas, diálogos aburridos, relaciones forzadas. Pero no rechaces esa basura, porque es una basura útil si quieres seducir a mujeres. ¿Por qué? Porque a las mujeres les encanta el lenguaje «romántico» de esas novelas, o sea que lo mejor es que te hagas eco del mismo, y las chicas se alimentarán de tus palabras como de un pastel. Sin saber por qué, les resultarán tan adecuadas y familiares que se derretirán ante tu capacidad de comunicarte de manera tan elocuente.

Así que, entra ahora mismo en una librería y ve a la sección de novelas románticas. Y cuando estés allí, no te olvides de abordar a una chica bombón para pedirle que te recomiende algún libro… para tu hermana, por supuesto.

CÓMO CONTROLAR LA CONVERSACIÓN

Primera regla de la conversación de seducción: asegúrate de que te lleva a algún sitio. Todo lo que digas tiene que tener un objetivo que vaya a… bueno, ya sabes adónde quieres dirigir la conversación: a la charla sexual, la intimidad y, en definitiva, a la posibilidad de pasar de las palabras a la acción.

Muchos chicos —por supuesto todos los TPF— no tienen ni idea de lo que intentan hacer cuando hablan con una mujer, hecho, su actitud mental es la siguiente: estar hablando con ella ya es algo bueno. Cuanto más conversemos, más posibilidades tendré. Y se dedican a acribillar a la pobre chica con preguntas como «¿Adónde vas?», «¿A qué te dedicas?», «¿Qué hiciste ayer?», que no son más que desesperada palabrería.

Es uno de los errores más graves. Ese tipo de conversación es casi peor que no conversar. A no ser que, por alguna extraña razón, ya se haya encaprichado de ti (lo cual no es fácil si acabas de conocerla), se aburrirá contigo. El problema no está en el acercamiento, sino en la intención del mismo. Emplear el mayor tiempo posible en hablar con una chica solo te lleva, de hecho, a que tus oportunidades disminuyan. Porque te estás exponiendo a decir algo de más. Das la impresión de que estás desesperado y no tienes otra cosa que hacer. Y, por último, por mucho que consigas mantener a flote una conversación, dando vueltas a las mismas cosas que para ella no tienen sentido, la chica acabará cansándose de ti.

Recuerda esto: no abandones la conversación porque la chica pierda interés en ella. ¿Quiere esto decir que tienes que seguir parloteando aunque esté claro que está aburriéndose? No. Lo que quiere decir es que tenías que haberlo dejado antes de que empezase a aburrirse. No saber salir a tiempo es uno de los pecados capitales en la conversación de seducción. Deberías dejarlo siempre en el momento álgido de la conversación, cuando aún esté fascinada por ti. Eso hará que se pregunte por que te fuiste de manera tan repentina (en vez de soltar un suspiro de alivio), y qué será eso tan importante que tienes que hacer (evidentemente pensará que estás muy ocupado). Y, lo que es más importante, se habrá quedado con las ganas, que es la mejor situación en que se puede dejar a una mujer, sobre todo si ya has hecho todo lo necesario (como conseguir su número de teléfono o concertar un nuevo encuentro) para mantener el contacto con ella.

El segundo error suele estar en la manera de plantear las preguntas. Los hechos son aburridos. Ni son algo especialmente íntimo, ni son auténticamente significativos. Lo que te interesa son sus sentimientos y sensaciones. Que piense en su cuerpo y sus emociones. Es de esperar que luego salga a la luz algo que es especial para ella, que la haga sentirse bien, llena de deseos y entusiasmo. Cuando descubras qué es, agárrate a ello, lo mismo si se trata de la sensación del viento en su cara cuando está patinando o del recuerdo de su gatito lamiéndole los pies. De esta forma estarás creando un vínculo personal basado en sus sensaciones o experiencias íntimas.

: Cuéntame, ¿tienes algún pasatiempo favorito, algún hobby o deporte que te guste practicar?

Ella: Bueno… me gusta patinar sobre hielo.

: Te entiendo perfectamente. ¿Verdad que es delicioso sentir cómo te deslizas, sin apenas esfuerzo, dejándote llevar por tus sensaciones? Es un movimiento tan elegante, bonito y libre. Y cuando aceleras, puedes notar en cada centímetro de tu cuerpo la sensación de que estás volando, y de cómo empieza a soplar una ligera brisa. A mi me encanta.

Ella: Sí, es maravilloso (humedeciéndose los labios).

: Seguro que también a ti te gusta esa sensación de libertad.

En realidad, le estás haciendo esa aburrida pregunta de toda la vida: «¿Qué te gusta hacer?». Un TPF no se tomaría la molestia de escuchar la respuesta y, probablemente, le diría sin más «Ah, muy bien», porque ya estaría pensando en cómo presentar sus pasatiempos favoritos (beber cerveza y ver deportes por televisión) de manera que parezcan más interesantes. A diferencia del TPF, tú la has escuchado con atención, has descubierto qué le interesa y creado una comunicación instantánea según sus respuestas. Una vez que ha quedado claro que la entiendes de verdad y que conectas con ella, puedes seguir explorando qué otras actividades le aportan la misma sensación de completa libertad. Y ya puedes imaginarte cuál será una de ellas.

La pregunta no es solo una manera de iniciar una conversación, sino de descubrir los sentimientos y realidades de la chica para poder usar más adelante esa información. A este tipo de conversación se la llama charla preparatoria. Tiene lugar en esa zona aún no definida entre el acercamiento y una conversación con más sentido, y en el futuro puede actuar de puente hacia una segunda conversación aún más profunda. La charla preparatoria es esencial para ligar. Es como si unieras con pegamento los puntos muertos para mantener unidas tus ideas aparentemente inconexas.

En resumen, la charla preparatoria marca la dirección a seguir en un momento que no la tenía. Estás investigando cuáles son sus sentimientos e intentando encontrar esa conexión que te acerque a tu objetivo final.

¿Me cuentas algo de tu vida?

Ya hemos explicado en qué consisten los acercamientos basados en preguntas abiertas, pero vamos a profundizar un poco más situándolos en el contexto de la charla preparatoria. Al igual que me gusta la técnica de la charla preparatoria basada en sensaciones, voy a enseñarte una técnica muy acertada que está especialmente indicada en una fiesta. Pregúntale a una chica: «¿Me cuentas algo de tu vida?». Así, le das la oportunidad de hablar de lo que le apetezca.

Eso es lo bueno de la pregunta. Que le permite llevar las riendas de la conversación. Cualquier cosa sobre la que se ponga a hablar es importante para ella. Puede ser un comentario de pasada sobre su profesión (oficinista, arquitecta, bailarina de striptease) o puede explicarte simplemente por qué está en ese bar o fiesta, o a quién conoce. Da lo mismo: limítate a dejarte llevar y a hacerle preguntas. Te diga lo que te diga, es claramente lo que más le interesa en la vida y, a partir de ese momento, lo que más te interesa a ti. Esto crea una comunicación instantánea, que pronto llevará a una conversación íntima.

Algunas chicas empezarán directamente a hablarte de algo privado. Normalmente, les gusta que tú también les cuentes algo sobre ti, así que dales alguna información personal de tipo muy general que se haga eco de lo que te hayan dicho sobre ellas. Eso les encanta, porque es como si les hubieras dicho: «Soy abierto y me siento cómodo, tú eres abierta y te sientes cómoda, vamos a divertirnos».

Cuando la chica no responda, parezca aturdida y confusa, o te conteste con una insolencia y se vaya, lo mejor que puedes hacer es intentar otro tipo de acercamiento o darte el piro. ¿Para qué vas a perder el tiempo con esa chica tan aburrida?

Este tipo de enfoque también funciona refiriéndote a prendas de vestir o a joyas. Por ejemplo, puedes ir hacia una chica y decirle: «Seguro que ese collar tan original tiene su historia» o «¿Cómo ha llegado a ti esa bufanda tan bonita?». Eso sí, asegúrate de que los artículos no son vulgares. Puede que no sean especiales para ella, o que su historia no sea interesante, pero si son realmente únicos, a ella probablemente le gustará que te hayas fijado en ellos y estará más receptiva.

LO QUE NO HAY QUE HACER EN UNA CHARLA PREPARATORIA

Quejarse o decir algo negativo produce rechazo. Algunos chicos parecen pensar que si dicen que algo es una mierda —el vodka, la música, la multitud— demuestran que son inteligentes y tienen sentido crítico. A mi solo me demuestran que son unos cenizos.

WENDY, Toronto

Ser positivo —y evitar a toda costa ser negativo— es una de las dos reglas básicas de la charla preparatoria. La otra es no llevar nunca la contraria a la mujer. Estas son algunas de las demás reglas, tal como lo ve Don Diebel, un PAS de la vieja escuela, experto número uno de Estados Unidos en personas sin pareja (www.getgirls.com):

  • Los problemas personales (familiares, de trabajo, de dinero) echan para atrás a las mujeres.
  • No muestres signos de desesperación en tu voz ni en tu conversación.
  • ¡Cuidado con el alcohol! La embriaguez produce un gran rechazo en las mujeres y causa mala impresión. Intenta no beber; como mucho, tómate un par de copas en toda la noche.
  • No te metas en sus problemas ni le des consejos.
  • Tus novias anteriores son territorio prohibido, y más aún los detalles sobre lo mal que te trataron, si te dieron calabazas, te engañaron, te dejaron sin un duro por las pensiones para los niños, etcétera.
  • Si no eres gracioso, no intentes serlo. Las mujeres se dan cuenta al vuelo. Limítate a ser simpático y sonríe (pero asegúrate de que tu sonrisa parezca sincera. Los tíos que tienen una sonrisa falsa, o como de pena, plantificada durante horas en la cara, parecen inseguros, o resultan directamente patéticos).
  • Problemas de salud y enfermedades. Intenta recordar lo que sentías cuando la tía Paca contaba su operación de vesícula.
  • Por regla general, no seas fanfarrón. Aunque es verdad que hay excepciones a esta norma, ten mucho cuidado. Si realmente tienes algo de que hablar que sea impresionante, puedes hacérselo saber a ella, pero solo de pasada. En conjunto, las mujeres enseguida detectan a los fanfarrones, y no les gustan (suelen tener el pene pequeño). Y si aquello de lo que te jactas no les resulta impresionante, las echa totalmente para atrás. De manera que ten cuidado.
  • Habla siempre sobre la mujer con la que estés y sobre lo que le interesa.
  • Evita, a toda costa, estos tres temas: política, religión y teorías conspirativas. Está garantizado que pueden destrozar una interacción que podría haber sido maravillosa.

LENGUAJE CORPORAL

El lenguaje corporal es fundamental a la hora de establecer comunicación con una mujer. Tienes que mostrarle que eres fuerte, masculino y cariñoso, pero sin ser demasiado atrevido. Tu intención es crear intimidad, pero sin presionarla demasiado. Puede parecer un camino difícil de transitar, pero una vez que hayas estado un cierto tiempo con mujeres de verdad, no es tan difícil hacerse una idea de qué hacer para que tu cuerpo envíe los mensajes adecuados en el momento oportuno.

En primer lugar, debes mantenerte siempre derecho, tanto de pie como sentado, o darás la impresión de ser un palurdo, que es justo lo contrario de lo que quieres. Es verdad que corres el peligro de parecer un estirado, con una escoba en la espalda para sujetarte, pero puedes arreglarlo con una sonrisa. Haz que parezca natural. No te limites a estar ahí, de pie, todo tieso. Piensa de verdad en tu postura como una parte más de tu aspecto. Una postura correcta hace que parezcas más alto y guapo.

Cuando te acerques a una mujer debes ponerte a una distancia de entre medio metro y un metro (a no ser que la música esté muy alta o el bar demasiado concurrido). Mientras habláis, debes ir acercándote a ella poco a poco. Su espacio personal está dentro de la frontera del medio metro. Antes de entrar en él, tienes que trabajártelo, pero una vez que permita que lo hagas, sin echarse hacia atrás, quédate dentro. Esa es la zona de tanteo de tus posibilidades.

Una manera estupenda de crear una expectativa de intimidad es entrar de vez en cuando en su espacio personal, y después salir. Por ejemplo, a los dos minutos de conversación, inclínate hacia delante como si no hubieras oído lo que te ha dicho y tócale ligeramente la espalda o el hombro. Quédate ahí hasta que repita lo que había dicho y después retírate un poco. Has creado intimidad, pero como tenías una razón para hacerlo, y tu coqueteo ha durado poco, no se puede decir que hayas invadido su espacio personal.

Y, por supuesto, no te olvides del kino, o sea de la parte de la maniobra en la que la tocas. No hay nada que tenga tanta fuerza como el contacto físico correcto y a la vez sensual. Si la mujer te toca, tócala tú a ella en un lugar equivalente (a esto se le llama la técnica del espejo y hablaremos de ella en el apartado siguiente). Si estás sentado, intenta flirtear un poco con los pies. Toca inocentemente su pie con el tuyo mientras la miras. Si no retira la mirada, hazlo otra vez. En ese momento puedes comerle un poco el coco diciendo: «¿Estás flirteando conmigo con el pie?», o bien dejar que la cosa vaya en aumento por sí misma. Y no te sorprendas si, a los pocos minutos, deja que el zapato cuelgue seductoramente de los dedos de los pies, o si te da un masaje en la entrepierna con ellos. El flirteo con los pies (o tocarse y acariciarse el muslo si estáis sentados juntos) es un poderoso afrodisíaco.

La inclinación de cabeza

Los libros que tratan sobre lenguaje corporal dicen que cuando una mujer está interesada en una conversación, inclina la cabeza. Si inclinas la cabeza mientras escuchas a una mujer, le estás expresando que te interesa lo que dice, aunque no sea verdad. Esto funciona aunque la mujer pueda no darse cuenta de manera consciente de que estás inclinando la cabeza. La próxima vez que una mujer te cuente que el vestido rosa que su amiga quiere que se ponga para hacer de dama de honor en su boda no entona con el rojo natural de su pelo, hazle el tipo de preguntas que normalmente le harías para llevar la conversación hacia donde tú quieres (sobre su amiga, el vestido, su pelo, la boda). Y en esta ocasión, dirígete a ella inclinando ligeramente la cabeza. Ya verás cómo esto ayuda a que ponga interés en la conversación al notar que te importa lo que te cuenta.

LA TÉCNICA DEL ESPEJO

Me encanta que un tío refleje mis movimientos. Cuando estoy sentada frente a él y me inclino hacia delante para decirle algo, me gusta que él también se incline hacia mí. Eso hace que sienta que estamos en la misma onda. Cuando estoy un poco nerviosa y él se mueve con lentitud, tengo la sensación de que estamos distanciados.

CARLIE, Salt Lake City

Ya hemos hablado de lo conveniente que es hacerse eco de sus actitudes y palabras. Ahora vamos a tratar sobre el reflejo de sus movimientos y sus actos. Probablemente, es algo que has estado haciendo toda la vida sin darte cuenta. Ha llegado el momento de que lo hagas conscientemente para que juegue a tu favor.

Seguro que has notado que, cuando dos personas están manteniendo una conversación que les interesa —les excita lo que dicen, lo que están a punto de decir o lo que la otra persona va a decirles (en resumen, se comunican)—, parece que adoptan las mismas posturas y realizan los mismos movimientos. Uno se inclina hacia delante y el otro hace lo mismo; uno se inclina hacia atrás y el otro lo imita. Cruzan las manos de la misma manera y al mismo tiempo, inclinan la cabeza simultáneamente, tacen cosas del mismo tipo (él juega con su llavero, ella da golpecitos con la punta de un bolígrafo). Toda su energía y concentración está puesta en la conversación. Lo demás lo hacen inconscientemente. Tienen las mentes conectadas y sus cuerpos lo transmiten.

La similitud no solo crea un lazo de unión, sino también un sentimiento de naturalidad, comodidad, comprensión y protección. Da lugar a una unidad mental y física. ¿Verdad que es esto lo que quieres que sienta la mujer con la que estás? Reflejando sus movimientos, puedes hacer que, inconscientemente, tenga sentimientos maravillosos hacia ti, y se desarrollará una comunicación instantánea sin que tengas que mover un dedo (a no ser que ella lo haga).

Reflejar sus movimientos consiste en adoptar la misma postura y las mismas expresiones faciales que la chica, e incluso mover las manos tal como ella lo hace. Pero no es un proceso simple, de un solo paso. Se desarrolla en tres niveles y, cuando llegues al tercero, controlarás por completo la situación de seducción.

  1. Imitarla, es decir, hacer el mismo movimiento que acaba de hacer, incluyendo la posición del cuerpo, los movimientos de las manos y todo lo demás. Ya sé que piensas: menuda locura, seguro que se da cuenta de que copio lo que hace. No hagas caso a esa idea, lucha contra ella porque es una idea negativa. Las mujeres nunca se dan cuenta. Simplemente, lo sienten de manera inconsciente y les hace estar más cómodas, relajadas y, finalmente, mejor predispuestas.
  2. Adaptar tu ritmo, o sea, realizar tus movimientos al mismo tiempo que ella. ¿A que parece imposible? Pues no lo es. De hecho, si estás imitándola y se está desarrollando una comunicación, empezaréis a coordinar vuestros ritmos de manera casi automática. Básicamente, vuestras mentes están recogiendo los estímulos que el otro lanza de manera tan rápida que os movéis prácticamente al unísono. Genial, ¿a que sí? Pues bien, la adaptación del ritmo solo es una fase de transición entre imitarla y hacer lo que de verdad quieres: dirigirla.
  3. Dirigirla, es decir, hacer que imite tus movimientos. La primera vez que suceda, vas a quedarte de una pieza. La estás dirigiendo sin que se dé cuenta. Tose, y ella toserá. Ráscate una mano y te imitará. Dado que sabes que estás utilizando la técnica del espejo y te estás esforzando en hacerlo bien, estás cobrando poco a poco ventaja sobre ella gracias a que eres consciente de lo que haces. Normalmente, dirigirla físicamente será la consecuencia de que puedas hacerlo verbalmente. Cuando se someta al poder de tu voz y tus palabras, también lo irá haciendo a los movimientos de tu cuerpo. Pero a veces, cuando la dirijas físicamente, puede que ella obedezca de manera inconsciente antes de que su mente consciente se someta a tu dirección verbal.

Pero aún hay una forma más avanzada de practicar la técnica del espejo, defendida por algunos expertos en el campo de la seducción. Se trata de imitar su respiración y el parpadeo de sus ojos. Si eres capaz de hacerlo con eficacia, crearás una comunicación extraordinaria a un nivel inconsciente muy profundo. Pero te aviso de que este es el nivel más alto de esta técnica y es mejor dejarlo para los más aficionados a ella. Si estás empezando, incluso aunque seas un alumno aventajado, es muy probable que necesites concentrarte demasiado en chequear su cuerpo buscando señales en su respiración, con lo que pensará que no puedes apartar la vista de sus pechos. A propósito, mirarla mucho a los pechos es algo que nunca debe hacerse con una mujer, salvo que ya la hayas seducido, en cuyo caso la situación debería avanzar hacia cotas mucho más altas que la imitación de la respiración. Además, la concentración en su respiración y parpadeos desvía la atención que necesitas para otras cosas más importantes, como hablar con ella y escuchar lo que te dice.

La técnica del espejo es estupenda, pero si te distrae de tu objetivo principal —crear comunicación verbal con la chica—, déjala hasta que estés preparado para aprender a dominarla.

CALIBRA LAS REACCIONES DE LA CHICA

Ya hemos hablado de todo lo que deberías hacer en las diferentes situaciones de seducción, pero hay una regla que quiero recordarte porque es de suma importancia: presta siempre atención a sus reacciones y planifica tu siguiente iniciativa de acuerdo con ellas. Si está sonriéndote, o te mira como diciendo «Ven aquí», sigue por supuesto trabajando. Si está bostezando o frunce el ceño, es mejor que cambies cuanto antes tu enfoque.

Por supuesto, estos son ejemplos extremos. Casi nunca estará tan claro si tienes luz roja o luz verde. Vas a tener que aprender a interpretar su lenguaje corporal y sus expresiones faciales.

¿Y cómo puedes saber lo que de verdad está pensando? Básicamente, tienes que averiguarlo mediante preguntas. A este proceso lo llamo calibrar las reacciones de la chica.

Cuando te pongas a hablar con una mujer, dile, deliberadamente pero de manera natural dentro de la conversación, cosas que sabes que van a dar lugar a una reacción positiva y a una reacción negativa… y observa cómo se manifiestan.

Por ejemplo, si te dice que tiene un gato, podrías preguntarle: «¿Qué harías si hicieran sufrir a tu gato?». Observa cómo cambian inmediatamente el semblante de su cara y su postura. Añade a lo anterior algo positivo como: «Seguro que te encanta que el gato entre por la mañana en tu dormitorio y te despierte». Observa atentamente su reacción instintiva. Estos ejemplos pueden parecer un poco tontos —a lo mejor crees que ya sabes muy bien cómo se manifiestan la alegría y la tristeza—, pero descubrirás que toda la cara y todo el cuerpo transmiten emociones, y es interesante que observes el conjunto del complejo lenguaje corporal. Un pobre TPF cree que una sonrisa o un ceño fruncido ya transmiten emociones, pero tú estás buscando todas las señales que la chica pueda lanzar. Una vez que estés en la fase de seducción (treinta segundos más tarde), solo tienes que observar las señales que ya conoces: son como hitos en tu carrera hacia la tierra prometida.

Por supuesto, puedes adoptar una estrategia mucho menos sutil, como sugiere Jake Thompson en ASF. Jake le pide directamente a la chica que piense en algo con lo que esté muy de acuerdo y le entusiasme. Le dice que lo piense pero que no le diga lo que es. Después le dice que piense en algo sobre lo que sienta indiferencia. Y por último, en algo con lo que esté en completo desacuerdo. Haz esto, y ya tendrás material para calibrar sus reacciones.

Parece bastante simplón, ¿a que sí? Efectivamente, lo es, o sea que seguramente Jake tiene una baza oculta. La tiene, aunque también es bastante dudosa (pero bueno, lo primero y más importante que pretendemos con la seducción es divertirnos, así que vamos a ver de qué se trata). El truco consiste en que Jake dice a las chicas que está haciendo prácticas para ser psicólogo. No te rías, ni en este momento ni cuando se lo digas a una chica. A las mujeres les encantan estas cosas. Apelan directamente a su ansia de misterio. Saca a colación algo relacionado con la percepción extrasensorial, y te garantizo que captarás plenamente la atención del 99 por ciento de las mujeres, al menos durante un rato. Y es una manera estupenda de seguir, cuando utilizas trucos como el de la lectura de la mano o la astrología, pasando de «leer» su futuro a «leerle» la cara.

CÓMO INTERPRETAR SU LENGUAJE CORPORAL

Ya hemos tratado en otro momento la importancia de tu lenguaje corporal. Ahora voy a hablarte sobre algo igualmente importante: la interpretación de su lenguaje corporal. A medida que progrese la conversación, su lenguaje corporal cambiara sutilmente y te enviará señales que su mente consciente no esta aún preparada para mandarte. Y no tienen por qué ser necesariamente positivas. Algunas veces, su lenguaje corporal te mostrará muy claramente que vas por mal camino. No te rindas. Todavía no te ha rechazado de manera consciente. Simplemente, cambia tu enfoque y observa su cuerpo en busca de pequeñas señales.

Lo más importante en la interpretación de su lenguaje corporal es entender si se está «abriendo» a ti. En sociedad, la mayoría de las mujeres (y de los hombres, así que ten siempre presente que debes abordar a una mujer con una actitud abierta) adoptan al principio una postura cerrada y defensiva: brazos cruzados o muy cerca del cuerpo, como una barrera ante la persona desconocida, piernas juntas, cuerpo ligeramente apartado. Pero a medida que avanza la conversación y la tensión se va diluyendo, el cuerpo de la mujer va adoptando poco a poco una postura más abierta: brazos caídos a ambos lados o extendidos hacia delante, piernas abiertas, cuerpo mirando hacia ti. Si su postura está abriéndose, es que se está abriendo mentalmente a ti.

A continuación te presento una larga lista de otras señales, conscientes e inconscientes, que puedes observar en una mujer. La manera más sencilla de comprender mejor estas señales es observarlas en la conversación de otras personas. Fíjate en cómo interaccionan entre sí y se transmiten señales. Aprenderás mucho sobre cómo controlar tu lenguaje corporal e interpretar el suyo. Y también te divertirás. No hay nada más divertido que ver a un tipo que parece creer que su caza está siendo sencilla y va viento en popa, y saber que, de hecho, está encaminándose al desastre porque la mujer con la que está no le transmite ningún signo positivo.

SIGNOS DE INTERÉS

De la boca

  • Su sonrisa es amplia y relajada, enseñando todos los dientes.
  • Se muerde el labio inferior o enseña la lengua (este signo es especialmente bueno si lleva un piercing).
  • Se humedece los labios. Algunas mujeres se chupan el labio una sola vez, otras recorren con la lengua toda la zona.
  • Coloca una uña entre los dientes.
  • Hace un mohín con los labios mientras saca pecho.
  • Lanza humo hacia ti, especialmente si frunce los labios.

De los ojos

  • Te lanza miradas furtivas.
  • Mantiene el contacto visual, aunque sea por un momento. Cuando mira a otro lado, lo hace hacia abajo en vez de hacia otra parte de la habitación.
  • Sus pupilas están dilatadas.
  • Sube y baja las cejas, luego sonríe, normalmente manteniendo el contacto visual.
  • Te guiña un ojo.
  • Parpadea más de lo normal, como si batiera las pestañas.

Del pelo

  • Se pasa la mano por el pelo, en un solo movimiento o acariciándolo un rato. Da igual.
  • Se enrosca el pelo en un dedo mientras te mira.
  • Echa el pelo para atrás, sobre los hombros.

De la ropa

  • Sus pezones se están poniendo duros. Un signo fabuloso, pero, por el amor de Dios, no te quedes mirándolos fijamente. Si resulta que te das cuenta, estupendo.
  • Se sube un poco la falda enseñando ligeramente los muslos.
  • Se atusa, da palmadas o alisa su vestido.

De las manos

  • Enseña la palma de la mano.
  • Apoya el codo en la palma de la mano, mientras gesticula con la otra.
  • Baja el vaso que tiene en la mano. Esto es una invitación a que te acerques.
  • Sus manos están quietas, sin juguetear con llaves, pajitas, gafas, etcétera.
  • Se frota las muñecas.
  • Se toca uno de los pechos.
  • Se toca un momento la mejilla. Si mantiene la mano en esa posición, el signo es negativo.
  • Juega con sus pulseras o collares. Si los pellizca o tira de ellos, es un signo negativo.
  • Te toca mientras habla.
  • Mira para otro lado y finge que está mirando la hora cuando pasas por delante de ella.

De la voz

  • Sube o baja el volumen de su voz para igualarlo al tuyo.
  • Aumenta o disminuye la velocidad a la que habla para acompasarla con la tuya.
  • Se ríe a la vez que tú.
  • Cuando hay mucha gente, te habla y te hace caso solo a ti.

Cuando está sentada

  • Se mueve al ritmo de la música mientras te mira.
  • Endereza su postura y parece que sus músculos se tensan.
  • Abre las piernas.
  • Se frota una pierna con la otra.
  • Se frota una pierna contra la pata de la mesa.
  • La pierna que tiene cruzada apunta hacia ti. De vez en cuando la balancea, también en tu dirección.

Otros signos de interés

  • Imita tu lenguaje corporal y la postura de tu cuerpo.
  • Su piel enrojece, especialmente las orejas y las mejillas.
  • Se inclina para decir algo al oído a una amiga, como hacen las colegialas.
  • Está de pie con la cabeza un poco ladeada, con un pie detrás del otro y las caderas ligeramente hacia delante.
  • Chocas con ella «accidentalmente», o te das cuenta de que te lanza miradas. O resulta que, discretamente, se mantiene cerca de ti durante diez o veinte minutos.

Pero ten en cuenta una cosa: si bien estos signos pueden interpretarse como positivos en la mayoría de las mujeres guapas, las más estupendas, del nivel de modelos publicitarias, rara vez se molestan en desplegar signos de interés. ¿Por qué? Porque nunca han tenido que hacerlo, con lo cual no los han aprendido, ni consciente ni inconscientemente. Con este tipo de mujeres tienes que prestar atención a signos de interés más sutiles.

El mejor signo de que una mujer estupenda se interesa por ti es que te mire a la cara. Una chica normal te mirará siempre a la cara y después, si le interesas, empezará a lanzar otros signos más evidentes. Las mujeres estupendas no tienen necesidad de usar signos evidentes, por lo que si te miran a la cara, aunque sea de vez en cuando, interprétalo como un signo… el único que deberías necesitar.

Ella se pone a hablar sin parar

¿Qué puedes hacer si, cuando estás a punto de soltarle tu perorata para dejarla impresionada, ella se pone a hablar y hablar sin parar? ¿Es un signo positivo? Puedo asegurarte que sí. Limítate a sonreír con complicidad y déjala que se explaye. En cuanto saque a relucir el tema del sexo, ya es tuya. Relájate, sé amable con ella, no digas muchas cosas y deja que siga hablando hasta terminar en tu cama.

SIGNOS DE INTERÉS: EL PUNTO DE VISTA DE LA MUJER

He aquí una lista de signos de interés según el punto de vista de la mujer, tal y como me contó Stephanie Alexandre. Me gusta mucho lo amable que es y su actitud de confianza. Me pregunto cómo será su cuerpo…

  • Te hace un cumplido. Los hombres hacen normalmente cumplidos a las mujeres, pero no suele ocurrir a la inversa. Si ella lo hace, normalmente significa que está interesada.
  • Discute contigo pero te sonríe. Si se muestra en desacuerdo, pero lo hace flirteando, como si dijera «No vas a poder engañarme así como así», significa que le interesas. Si no le interesas se limitará a un mero «Ya, ya».
  • Cuando no puede oírte, te lo dice. Si te dice que repitas lo que has dicho es porque quiere saberlo, aunque no haya quien pueda oír nada con la música a todo trapo. Si le sugieres ir a hablar a un sitio más tranquilo, querrá hacerlo.
  • Tus chistes malos la hacen reír. O bien bebe los vientos por ti, o esta bebida.
  • Está ansiosa por tocarte. Tócala tú también. No pierdas la calma. Simplemente haz lo mismo que haga ella.
  • Te espera. Si vas al cuarto de baño y cuando vuelves no se ha ido con sus amigas o con otro hombre, es que le interesas. Si tú la esperas, tendrá la misma sensación.
  • No se aparta. Si te inclinas, invadiendo su espacio personal, para coger algo (una copa, un cenicero, o lo que sea) y no se retira, es que se encuentra cómoda contigo.
  • Quiere saber adónde vas cuando tienes que irte. Aunque no te acompañe (porque no puede abandonar a sus amigos o no se encuentra segura con un desconocido, etcétera), probablemente lo hará en otra ocasión.

CUANDO ESTÁS INTERESADO DE VERDAD

Siempre tiene que parecer, en cualquier conversación con una mujer, que estás interesado y fascinado por lo que está diciendo y por quién es. Pero es mucho mejor estar interesado de verdad. Eso no solo supone que te resultará más fácil ligar, sino que eres mejor persona y que es mucho más divertido estar con ella.

Tienes que tener siempre presente el resultado que persigues. No buscas a la chica de tus sueños, buscas la chica de tus sueños de ahora. Eso quiere decir que tienes que ser capaz de encontrar a una chica con valores diferentes a los tuyos, fascinante, y también a una joven bonita y tonta para entretenerte. No se trata de un compromiso de por vida, sino de divertirte. Y si te gusta lo que ves, oyes y consigues, quién sabe si esa misma noche te deparará muchas más cosas. Pero eso viene más tarde.

Recuerda que en toda chica hay algo maravilloso, aparte del hecho de que sea una mujer. Si te concentras en descubrirlo, serás mucho más feliz… y además, follarás mucho más a menudo.