Agradecimiento especial

 

 

A Papá Dios.

Por mandarme a este mundo en el tiempo y lugar exacto. Por regalarme la libertad de escribir, leer, querer, e incluso maldecir lo que yo quiera. Y por concederme el súper poder, el más poderoso de todos, el poder de decisión.

Soy una mujer bendecida, muchas gracias.