EDWARD ALEXANDER CROWLEY (1875-1947), fue una imagen en negativo de su época: poeta, alpinista, viajero, escritor, pintor, drogadicto y bisexual, pero sobre todo, mago. Ex miembro de la Hermandad Hermética Golden Dawn, su fama de satanista y practicante de magia negra le valieron el epíteto de «hombre más perverso del mundo». Muchos han sido los defensores y detractores de su figura —retratada de forma completa en la excelente biografía de John Symonds (La Gran Bestia, El Ojo sin Párpado, n.º 38)—, pero lo que de ninguna manera se puede negar es que Aleister Crowley ha sido «el más grande, el más inquietante y, posiblemente, el único mago occidental del siglo XX».