Fábula del cazurro cuasi místico

Allá en el Panteón de los romanos

—hoy panteón es cuna de los muertos—

hicieron a los dioses verdes huertos

en los que convivían muy ufanos.

Quisieron destruir a los cristianos

haciéndoles carnaza de despiertos

leones y otras fieras, todos ciertos,

dados a devorar carne de humanos.

Y no puedo evitar alzar las manos

preguntando por qué dioses inciertos

adoraban romanos inhumanos,

o es que, acaso, de un ojo estaban tuertos

para no ver que el Dios de los cristianos

es el Dios que preside los conciertos.