XIV

Dionnai, conde de Maivail, estudiaba los últimos informes con el aspecto satisfecho de un campeón de boxeo que, habiendo sido abatido con un gancho de derecha, ha pasado los siguientes asaltos acorralando a su contrario por todo el cuadrilátero. Los informes militares eran espléndidos. Maivail frunció el ceño, sin embargo, ante algunos párrafos al final de un comunicado de la Inteligencia, y volvió a releerlo todo por si se había dejado algo.

El informe se titulaba: «Interrogatorio de los Prisioneros. Un resumen de conclusiones.»

La primera parte describía los métodos empleados:

«Los prisioneros fueron colocados en grupos de tamaño parecido, lo cual conduce a la libertad expansiva entre aquéllos. Cada celda estaba provista de micrófonos ocultos. El verdadero interrogatorio fue llevado casi siempre a cabo individualmente o por parejas, y las discusiones que tenían lugar cuando los prisioneros regresaban a sus celdas fueron cuidadosamente analizadas. Este documento contiene un resumen de dichas discusiones y conversaciones, así como de los interrogatorios, llevados a cabo en distintas localidades de un sector muy amplio de la superficie de este planeta, entre varios grupos étnicos, lingüísticos y culturales de la población local.»

Maivail asintió para sí. Excepto el empleo de tres palabras largas en lugar de dos cortas, esta parte del informe era muy clara.

Repasó el contenido del informe, y localizó un párrafo que sintetizaba el resto:

«Estos seres se hallan, por tanto, divididos en varios grupos religiosos, raciales y culturales. Han llegado en dichas divisiones hasta un extremo increíble y sin embargo, con toda atención puede observarse que existe entre ellos una generalidad de miras, con algunas excepciones (ver 3-4). Debe notarse, de modo particular, que la población se halla eminentemente dividida en dos grupos primarios: 1) Los educados en la Ciencia. 2) Los no educados en la Ciencia. La casta de los guerreros pertenece evidentemente al segundo grupo, dado que ningún; preso manifestó poseer ningún conocimiento del hidrofusor —el instrumento básico de la ciencia—, y en realidad, dichos individuos no supieron distinguirlos, cuando se les presentó diversos hidrofusores. Sin embargo, la existencia del conocimiento científico está obviamente demostrada por la técnica manifestada casi en todos los órdenes. Hay que maravillarse ante la ausencia de un equipo eficaz de protección, y debe suponerse que los hidrofusores que emplean son rudimentarios y sufren de algún desconocido defecto, posiblemente una fluctuación periódica en su puesta en marcha, que origina un retraso y (o) cierto efecto de superposición.»

Maivail parpadeó durante algún tiempo. Seguía teniendo la impresión de que la persona que había redactado el informe había dejado algo, o había deformado parte de la realidad, de acuerdo con sus ideas preconcebidas. Lo peor era que, fuese cual fuese la dificultad, Maivail no se veía capaz de comprenderla.

Lo cual resultaba perturbador, aunque mucho peor era la serie de hechos presentados modestamente en el cuerpo del informe como 3-4.

Mirando la última página, Maivail leyó:

«Gavik, mayor K. Baron: «Informe Intel. S63. Observaciones anómalas... Conversación entre prisioneros.»

Dicho informe era un resumen de otros varios, estableciendo que varios prisioneros de localidades ampliamente separadas entre sí, expresaban su perplejidad respecto a los acontecimientos relativos a la invasión y a sus interrogatorios, habiéndose referido a un individuo de apariencia formidable que permanecía, al menos en apariencia, al margen de la lucha. Este sentimiento había quedado diversamente expresado por varios según la siguiente declaración:

—Bien, Shurlock Homes podría averiguarlo.

La creencia ampliamente extendida de que esta entidad, Shurlock Homes, solucionaría el problema, aunque personalmente no pareciese interesado en el mismo, cuando en realidad se trataba dé algo tan grandioso como la conquista del planeta (desde el punto de vista local), resultaba sorprendente.

¿Significaba la palabra Homes —plural de hogar

[2]—, algo a tal respecto? ¿Significa Homes algo distinto de hogar? ¿Más que un hogar planeta?

Aun más asombrosa era la falta aparente de sentimientos del tal Shurlok Homes al no querer entrar en el combate, a pesar de los grandes poderes que tenía al perecer.

(Si Homes se halla en algún lugar, situado en otro planeta hogar, posiblemente no esté enterado de lo que ocurre en éste, lo cual explicaría su no intervención en el presente conflicto.)

Maivail comenzó a sentir jaqueca, y resolvió volver al corrector a la primera oportunidad. Sin embargo, tras haber terminado con atención el informe 3, pasó al 4:

«Sarokel, teniente K: Informe de Intel. 12.438. Conversaciones Higgins-Delahi. Cuartel General Interior. Primera Unidad.»

«El informe comunica, en detalle, las conversaciones en su celda entre Andru Higgins y Stefin Delahi. Los dos cautivos no son guerreros, al parecer, sino miembros de una organización técnica local, actuando en colaboración con las fuerzas armadas. Hay que resaltar la calificación al parecer, porque en las conversaciones mantenidas por ambos en su celda, al revés que en los demás casos, cambiaron totalmente el sentido de sus respuestas dadas en el interrogatorio directo.

»Hay que observar que ambos hombres son miembros de distintas razas. Higgins ofrece una coloración de piel clara, y Delahi es completamente negro. Exteriormente (con respecto a sus inquisidores) se apoyaron firmemente uno al otro, afirmando que eran técnicos locales. Higgins le decía «Steve» a Delahi, y éste llamaba al otro «Andi». Una vez a solas, sin embargo, Higgins y Delahi, cuando la guardia se había ya retirado del corredor, empezaron a llamarse entre sí por nombres diferentes. Delahi se convirtió en el «Doctor Sojak». Y Higgins pasó a ser «Ordwor Jaf Kalas». Su comportamiento entre sí también se tornó más ceremonioso, menos informal. Los principales temas de conversación pertenecen a dos categorías: 1) Qué les harían a los invasores (nosotros) si tenían la oportunidad. 2) Por qué medios prácticos podrían informar a un ser, que entre ellos denominaban «El Dios de la Guerra».

«Parece impracticable resumir la conversación de estos dos individuos. Sin embargo, el siguiente breve extracto es sumamente instructivo.

«Doctor Sojak: Si al menos no hubiésemos permitido que ese maldito Tovas no hablara de esto... Para él es sólo un experimento.

»Odwor Jaf Kalas: Regresaremos, no te preocupes. Tan pronto como surja la ocasión, él hará que regresemos.

»Sojak: Mientras tanto, Barzum no está avisado.

»Kalas: ¿Cómo podíamos avisarle, Doctor, si jamás habíamos estado aquí? Pensemos qué les haremos a esos imbéciles, y no malgastemos el tiempo preocupándonos.

»Sojak: El principal problema será ponernos en comunicación con él Dios de la Guerra. Si está en otra expedición, tal vez no resulte fácil localizarle.

»Tal vez sea prematuro sacar conclusiones de ambos informes, pero hay una sugerencia que se impone por sí misma.

»¿No podría ser ése Shurlok Homes el Dios de la Guerra, a quien es difícil localizar, a no ser en una terrible acción?

»Por favor, estudiad el problema para su solución.»

Dionnai, conde de Maivail levantó la vista, sintiéndose deprimido. La jaqueca había progresado. Se levantó y estaba a punto de encaminarse hacia el corrector más próximo cuando entró Angstat, con aspecto preocupado.

—Señor, faltan dos prisioneros.

—¿Cómo es posible? —Maivail estaba irritado.

—Nadie lo sabe, señor. Se han desvanecido.

Maivail empezó a lanzar una aguda exclamación, pero de repente cogió el informe que había estado leyendo. Repasó unos párrafos:

«Ordwor Jaf Kalas: Regresaremos, no te preocupes. Tan pronto como surja la ocasión, él hará que regresemos.»

Maivail contempló atentamente a Angstat.

—¿Cómo se llaman los dos prisioneros desvanecidos?

Angstat le entregó un fragmento de papel.

«Andru Higgins y Stefin Delahi»