Agradecimientos

Este libro no habría sido más que un pálido reflejo de lo que es de no ser por la colaboración de mi amigo de siempre, mago y experto en libros, Mark Levy. Fue idea suya contactar con los principales magos profesionales de Norteamérica e invitarlos a contribuir con un truco para este libro.

Sólo una cosa superó esta idea de Mark: poner en práctica toda la idea. Localizó a todos los miembros de lo que hemos llamado el “consejo de asesores”, los convenció de participar en el proyecto, y es el responsable de que colaboraran con trucos y asesoría.

A lo largo del proyecto, Mark fue una constante fuente de inspiración, de ideas y de ingenio, que me ayudó a seleccionar entre cientos de trucos posibles para llegar a los que se incluyen en el libro. También actuó como fuente de capítulos y fue quien redactó “los decálogos”.

También quiero expresar mi gratitud y admiración a los profesionales que contribuyeron con su tiempo y sus trucos. Agradezco además la paciencia y el buen humor de los modelos que posaron en las fotografías, a partir de mi idea original de que sería mejor que los lectores pudieran ver a diferentes magos aficionados ejecutando los trucos, en lugar de encontrarse siempre conmigo en todas las fotos.

Doy las gracias también a Jon Racherbaumer, amigo y experto profesional con un conocimiento enciclopédico de la magia. Él, junto con Mark Levy, fue el revisor técnico de este libro, y entre los dos me rescataron más de una vez de caer en algún error.

Como siempre, fue fantástico trabajar con el equipo editorial de Wiley Publishing.

Por último, quiero dar las gracias a David Rogelberg; Steve “Zapatos” Sanderson; el asesor fotográfico Tim Geaney; y, por encima de todos, a la encantadora doctora Pogue y a su hijo, quienes me apoyaron a lo largo del proceso de escritura.