Séptimo sentido
Un toro cariñoso y consentido,
picándole algún mal bicho,
embistió a suamo
dejándolo alfilo del otro lado.
Arrepentido desu furor,
el pobrecillo perdió más de cien kilos
durante los meses previos a su venta.
Qué pasó por sus cuernos
es de difícil respuesta.
Es posible que ellos también tengan
certezas sin pruebas,
anticipaciones sobre el futuro,
lectura de sentimientos ajenos
o el fenómeno chic del déjà vu.
Aunque lo másseguro,
debió vislumbrar por un instante
su aciago final.
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