PREFACIO[*]
ME gustaría que este libro estuviese abocado a conseguir el amor de mis compatriotas. Pero temo que los unos vayan a leerlo como si de un compendio se tratará, preocupados en exceso por la moraleja[**], al tiempo que los demás lo tomen demasiado a la ligera, con lo que ni unos ni otros lo comprenderían.
Quien se limite a aspirar el perfume de esta flor mía no llegará a conocerla, pero tampoco la conocerá quien la corte sólo para aprender de ella.
La resolución de las disonancias dentro de un carácter dado no es tarea ni de la pura reflexión ni del simple deseo.
El escenario en que se desarrolla esta historia no es nuevo, y confieso que hubo un tiempo en que fui lo bastante ingenuo como para pensar en modificar el libro a este respecto, pero acabé por convencerme de que era el único adecuado al carácter elegiaco de Hiperión, y me avergoncé de haber sobrevalorado de forma tan excesiva el posible juicio del público.
Lamento que aún no le sea posible a todo el mundo un juicio acerca del plan completo de mi obra, pero el segundo volumen aparecerá lo antes posible.