Apéndice
En tierras nórdicas residía un clan al que los lugareños llamaban “La gente serpiente.”
Eran un clan bastante reservado en sus costumbres, vivían en los bosques, exiliados por sus costumbres, forzados a vivir alejados de toda comunicación con las demás tribus.
Tenían marcas rojas en su piel semejantes a escamas, su forma era humana, pero no parecían humanos, en ocasiones tomaban la forma de una serpiente con dos patas. Las demás tribus los llamaban Lindworm “La serpiente que entrampa” era un clan bastante intuitivo, no necesitaban usar palabras para comunicarse entre ellos, eran ágiles, siendo elementos útiles durante las cacerías, y curanderos excepcionales.
Cada cierto tiempo desaparecían dentro de los bosques y llegaban con grandes presas, y no la compartían con el resto de la tribu.
Acostumbraban a comerse la carne de sus muertos, extrayendo su sangre como bebida.
Finalmente la tribu atemorizada de que este clan los atacara, decidieron desterrar a todo el clan Lindworm dentro de lo más profundo del bosque.
Algunos Lindworm, nacían como seres repugnantes, más criaturas semejantes a serpientes, que humanos.
Después de varios años desterrados en lo más profundo del bosque, usando a los árboles como casas, comenzaron a ser atacados por miembros de otras tribus o poblados cercanos, ya que dentro de los poblados se inventaron leyendas relativas a este clan, ordenando grupos de cacería, con la intención de atrapar a un Lindworm con vida, forzándolos a adentrarse en cuevas, para protegerse de los constantes ataques.
Los eruditos de los poblados aseguraban que poseer la piel de un Lindworm concedía mejores conocimientos en medicina, y habilidades para sobrevivir en la naturaleza, mejor conocimiento de plantas medicinales, y una mayor inteligencia. Tomaban como base a su comportamiento, el hecho de que los Lindworm semejaban a serpientes, las cuales eran un símbolo de renacimiento e inmortalidad.
Cuando lograban capturar a un miembro del clan Lindworm era torturado, para obligarlo a que les rebelara sus conocimientos, ya que los eruditos de los poblados aseguraban que los Lindworm poseían el conocimiento supremo. Pero cuando se daban cuenta de que no les revelaría nada, lo asesinaban despojándolo de su piel, y subastándola al mejor postor.
Finalmente un valiente guerrero del clan Lindworm, convenció a los miembros del clan de dejarlo ir hasta los poblados, para conversar con sus jefes, con la intención de convencerlos que ellos no poseían el secreto del universo, que eran solo una tribu de costumbres antiguas, fieles a sus antiguos dioses, que solo querían vivir en paz.
Cuando este guerrero estaba de camino a uno de los poblados, fue distraído por un exuberante aroma, desviándolo de su camino en busca de este aroma tan cautivador, hasta llegar a las riberas del bosque.
Dentro del río había una criatura retorciéndose, era de color negro, jugaba con el agua emitiendo sonidos como chillidos, con características semejantes a las de un reptil, ojos completamente rojos, dientes puntiagudos en su boca, poseía alas puntiagudas como las de un murciélago, y una cola abultada, que asemejaba poseer otro rostro. Su torso era como el de una mujer, sus manos eran garras. La criatura era extraordinaria.
El guerrero se quedó observándola desde la distancia cubriéndose con los árboles, la escuchó jugar con el agua retorciéndose juguetonamente, chillando en un tono gutural. Hasta que la criatura percibió algo en el aire, levantando su rostro para olfatear el aire. Saboreando sus labios y dientes con una larga lengua. Hasta llevar la vista hasta dónde estaba el guerrero del clan Lindworm observándola.
Lindworm se asustó, y comenzó a correr por el bosque alejándose con rapidez del río, pero la criatura parecía volar en el aire. Cuando llegó a un claro, un liquido calló sobre sus hombros, deteniendo al Lindworm en seco.
La criatura sorprendida por el hecho de que ese humano no haya caído muerto después de verter su veneno sobre él, aterrizó en el suelo, con livianos pasos, y comenzó a caminar hasta él, saboreando el olor en el aire, su cola se entrelazó en su cintura, emitiendo un leve chillido.
La criatura llegó hasta el humano, pero cuando se posó frente a él, vio que su rostro no era como el de cualquier humano, ojos casi completamente negros, como dos lagos, reflejando sus ojos en ellos, rojos y brillantes como el fuego. Pasó sus garras por los cabellos rojos como llamaradas de fuego del casi humano, emitiendo un chillido. Al ver el pecho del casi humano, marcado con motivos rojos, levantándose metódicamente por su respiración, observó las marcas que semejan a una criatura como ella, pero también se parecía a este casi humano.
Las piernas de la criatura mujer semejantes a las patas de un ave, con rodillas sobresalientes y garras en sus pies, su cola moviéndose, enrollándose en su cintura, y luego se estiró hasta el casi humano y abrió sus fauces.
Acercó su rostro hasta él sintiendo su aroma dentro de ella, su cola comenzó a entrelazarse sobre la pierna del Lindworm.
Al abrir su boca, con rapidez clavó sus afilados dientes sobre el cuello del Lindworm, saboreando en su paladar el aroma que percibió antes en el aire.
Cuando separó su cara del Lindworm con la boca abierta emitiendo un chillido, su cuerpo comenzó a contorsionarse, dio unos pasos atrás, sacudiéndose rápidamente.
Su cuerpo comenzó a cambiar, su cola contrayéndose, incorporándose en su piel, la sustancia negra que la cubría comenzó a desaparecer, dejando ver un cuerpo de piel color tostada, como una avellana, y poco a poco comenzó a aclararse imitando el color de piel del Lindworm, cabello castaño comienza a vislumbrarse, sus facciones asimilando los de una mujer, cuando finalmente fijó su vista en el Lindworm nuevamente volvió a ver su rostro reflejado en los ojos de este, llevó sus manos hasta él para tocarlo, tomando la figura de una mujer humana, sus ojos ya no eran rojos sino marrones, levemente amarillos.
El Lindworm recuperó el uso de sus habilidades, y se lanzó contra la mujer que antes era una serpiente alada, lacerándola en el cuello con una navaja, la mujer chilló de dolor y sorpresa, hasta que los dientes del Lindworm se clavaron en su piel, absorbiendo su sangre, como ella hiso unos momentos antes, para luego clavar sus afilados dientes en el cuello del Lindworm, enredándose entre sus brazos, consumiendo ese néctar hasta caer ambos en un abismo dentro de sus mentes.
“Amphivena” le hiso entender ella al Lindworm, al captar el nombre de su clan en su mente.
Después de yacer en el pasto, durante días, el Lindworm decidió llevarse a esta mujer hasta las cuevas donde habitaba con su tribu, olvidando su misión a los poblados.
Creando una nueva raza dentro de su clan, una raza híbrida, acoplando las características de ambos.
Con los años el clan comenzó a disiparse hasta otras naciones, mezclándose entre las gentes de los poblados, suprimiendo sus características de serpientes, adoptando una figura más humana.
Los clanes Lindworm y Phis eran clanes cercanos, emparentándose cada cierto tiempo, eran poderosas figuras dentro de los poblados, debido a sus amplios conocimientos médicos, y su gran capacidad de análisis, sus habilidades para la guerra y los negocios, posicionándolos, en los más altos pilares de la sociedad.
Pero de vez en cuando las sociedades envidiosas y molestas por la gran riqueza de ambos clanes, los comparaban con aquellas criaturas mitológicas que atacaban y asesinaban poblados enteros, comiendo su piel y succionando su sangre, e iniciaban guerras contra ellos, con la marcada intención de eliminarlos a todos y apoderarse de sus riquezas, forzando a los miembros de estas familias a pelear por su territorio, y a algunas más pacíficas, a huir a otras tierras donde no se conocieran las leyendas de los Lindworm y los Phis.