TU REALIDAD ES MÁS FUERTE

¿Has oído hablar alguna vez de la Ley de la Realidad Dominante? Esta ley enuncia el siguiente principio:

Dondequiera que haya un grupo de personas en contacto, aquella con un sistema de creencias más sólido y una superior destreza comunicativa acabará absorbiendo al resto hacia su Realidad.

Dicho de otro modo: en las interacciones humanas, las creencias de aquellos individuos con más fe en ellas y una mayor capacidad para comunicarse terminan por imponerse a las de aquellos otros sin tanta fe y menores dotes de comunicación.

Por ello, en un mundo como este donde las creencias son generalmente débiles y en el que las personas destacan por su torpeza a la hora de comunicarse, es más que probable que, si logras desarrollar un robusto sistema de creencias y te conviertes en un buen comunicador, seas capaz de succionar a la mayoría de la gente hacia tu Realidad. Y, en consecuencia, también podrás hacer que tu Marco prevalezca.

Por supuesto, esto solo es interesante si hablamos de una Realidad —es decir, de un sistema de creencias— que juegue en tu beneficio y no en tu contra.

Si en tu fuero más interno crees, por ejemplo, que no tienes nada que ofrecer, que no eres atractivo, que las mujeres no tienen razones para estar contigo y van a encontrar más valor en los brazos de cualquier otro, flaco favor te hará que dichas creencias tengan la fortaleza del acero y puedas transmitirlas eficazmente.

Ahora bien, si en tu Realidad eres una especie de dios o joya valiosa resplandeciente de poder y magnetismo, ¿imaginas lo que podría hacer por ti la Ley de la Realidad Dominante si aprendieras a servirte de ella? Y el que tus creencias fueran totalmente ciertas o no sería casi irrelevante. Siempre que estas fuesen favorables a tus objetivos, siempre que las abrazases con una fe inquebrantable y supieras comunicarlas con eficiencia al resto de la gente, estarías proporcionándote una gran ayuda.

Es este un principio que puede, pues, resultarte de extrema utilidad en numerosos planos de tu vida. Tanto es así que la mayoría de la gente tiende a asociar intuitivamente un cierto grado de éxito a aquellas personas cuyo centro de gravedad es más interno. En cuanto al área que nos ocupa, se trata de uno de sus pilares esenciales. De hecho, una de los atributos clave del Hombre Alfa es el de contar con una Realidad poderosa y definida. Equivocado o no, el Hombre Alfa destaca por poseer unas creencias firmes que le sirven de apoyo en todo lo que emprende y proporcionan congruencia a cada uno de sus actos.

Además, el Hombre Alfa tiende a ser un gran comunicador.

Parte de tu misión consistirá, pues, en reforzar tu fe en una Realidad que te convenga, te haga sentir a gusto, confortable y excitado sobre ella. La otra parte se basará en mejorar tu forma de comunicarla a todos los niveles.

Recuerda mis palabras, porque hablo muy en serio. En el juego, no se trata tanto de ver para creer como de creer para ver.

ELLA ES UNA INVITADA EN TU REALIDAD

Con cada interacción, se entabla una nueva batalla. Se trata de una guerra entre las realidades del hombre y la mujer, una guerra de la que aquel con creencias más sólidamente arraigadas y mejores dotes a la hora de comunicarlas saldrá victorioso.

Esto es así hasta el punto de que casi todo en el juego podría reducirse a una batalla de Marcos.

Ellas van a retarte, van a ponerte a prueba.

Si es necesario, van a cuestionar hasta el último reducto de tu persona para calibrar tu fortaleza y comprobar de qué pasta estás hecho. Y, si en última instancia tu Realidad es lo bastante sólida, ellas acabarán sintiéndola como real. Comenzarán entonces a experimentar curiosidad por conocerla para, finalmente, verse arrastradas a ella.

Pues, para las mujeres, un hombre con una Realidad poderosa es como el vórtice de un ciclón. O como uno de esos agujeros negros que lo succiona todo hacia sí.

Y es precisamente eso, un excitante viaje por tu Realidad, lo que tú estás —o podrías estar— dispuesto a ofrecerle.

Por ello, tú vives en tu propia realidad y la mujer que tienes en frente es una invitada en ella.

DALE SIEMPRE LA VUELTA A LA TORTILLA

Para ser el mejor, el más Alfa de cualquier grupo, solo necesitas dos cosas: creerlo realmente y saber comunicarlo mejor que el resto. ¿Eres capaz de hacerlo?

En algunos casos, cierto es, te resultará muy difícil creer algo así. Esos son los casos en los que, si puedes, deberás cambiarte a ti mismo. Con todo, siempre debes hacer fuerza por inclinar la balanza de tus creencias a tu favor y darle tanto marketing a tus defectos que seas capaz de presentarlos como virtudes, es decir, como DAVs.

Dicho sea de paso, hablamos ya de defectos reales, ya simplemente de rasgos de ti mismo que quieres seguir poseyendo pero que van a ser percibidos negativamente por las chicas. Por ejemplo, hay DEVs que no son auténticos defectos. Tu trabajo consiste en presentar dichos rasgos de forma que supongan DAVs, y no DEVs.

Y cierto, hay cosas que no dependen de ti. Pero lo que sí está siempre en tu mano es emprender el esfuerzo de adoptar el enfoque que te resulte más favorable y darle la vuelta a la tortilla. La idea es que la percepción que el Objetivo tiene de ti o de esas cosas concretas que en principio no le agradan o llaman su atención cambie por completo en poco tiempo. Se trata de imponer tu Realidad a la suya, tu Marco al suyo.

Hazte, pues, un experto en marketing y «vende la moto» tanto como puedas.

COMUNICAR TU REALIDAD NO ES SER UN CHARLATÁN

Hemos dicho que si vives en tu Realidad y logras arrastrarlas hacia ésta, eres tú quien empieza a controlar la situación. Comprobarás entonces lo mucho que les cuesta dejarte escapar. ¿Cómo van a hacerlo sin saber antes quién es ese hombre tan interesante?

Para lograr esto, necesitas creencias sólidas y eficacia comunicativa.

Ahora bien, recuerda que comunicar mejor no siempre es hablar más. Pecar de ello podría, por el contrario, verse fácilmente interpretado como un síntoma de debilidad y falta de verdadera congruencia. En suma, como una DEV.

A menudo, y especialmente cuando se trate de mujeres, tu Realidad no la impondrás argumentando a favor de ella, sino más bien a través de tu actitud y dejando entrever en cada uno de tus actos la fortaleza de tus creencias.

Recuerda, pues, que la comunicación efectiva abarca mucho más allá de las palabras.

Sex code
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
CartaAlLector.xhtml
Seccion1.xhtml
Seccion2.xhtml
Seccion3.xhtml
Seccion4.xhtml
Seccion5.xhtml
Seccion6.xhtml
Seccion7.xhtml
Seccion8.xhtml
Seccion9.xhtml
Seccion10.xhtml
Seccion11.xhtml
Seccion12.xhtml
Seccion13.xhtml
Seccion14.xhtml
Seccion15.xhtml
Seccion16.xhtml
Seccion17.xhtml
Seccion18.xhtml
Seccion19.xhtml
Seccion20.xhtml
Seccion21.xhtml
Seccion22.xhtml
Seccion23.xhtml
Seccion24.xhtml
Seccion25.xhtml
Seccion26.xhtml
Seccion27.xhtml
Seccion28.xhtml
Seccion29.xhtml
Seccion30.xhtml
Seccion31.xhtml
Seccion32.xhtml
Seccion33.xhtml
Seccion34.xhtml
Seccion35.xhtml
Seccion36.xhtml
Seccion37.xhtml
Seccion38.xhtml
Seccion39.xhtml
Seccion40.xhtml
Seccion41.xhtml
Seccion42.xhtml
Seccion43.xhtml
Seccion44.xhtml
Seccion45.xhtml
Seccion46.xhtml
Seccion47.xhtml
Seccion48.xhtml
Seccion49.xhtml
Seccion50.xhtml
Seccion51.xhtml
Seccion52.xhtml
Seccion53.xhtml
Seccion54.xhtml
Seccion55.xhtml
Seccion56.xhtml
Seccion57.xhtml
Seccion58.xhtml
Seccion59.xhtml
Seccion60.xhtml
Seccion61.xhtml
Seccion62.xhtml
Seccion63.xhtml
Seccion64.xhtml
Seccion65.xhtml
Seccion66.xhtml
Seccion67.xhtml
Seccion68.xhtml
Seccion69.xhtml
Seccion70.xhtml
Seccion71.xhtml
Seccion72.xhtml
Seccion73.xhtml
Seccion74.xhtml
Seccion75.xhtml
Seccion76.xhtml
Seccion77.xhtml
Seccion78.xhtml
Seccion79.xhtml
Seccion80.xhtml
Seccion81.xhtml
Seccion82.xhtml
Seccion83.xhtml
Seccion84.xhtml
Seccion85.xhtml
Seccion86.xhtml
Seccion87.xhtml
Seccion88.xhtml
Seccion89.xhtml
Seccion90.xhtml
Seccion91.xhtml
Seccion92.xhtml
Seccion93.xhtml
Seccion94.xhtml
Seccion95.xhtml
Seccion96.xhtml
Seccion97.xhtml
Seccion98.xhtml
Seccion99.xhtml
Seccion100.xhtml
Seccion101.xhtml
Seccion102.xhtml
Seccion103.xhtml
Seccion104.xhtml
Seccion105.xhtml
Seccion106.xhtml
Seccion107.xhtml
Seccion108.xhtml
Seccion109.xhtml
autor.xhtml
notas1.xhtml
notas2.xhtml