
La decisión final
Volando por encima del estrecho que separa los dos continentes, y entrando ya en campos de Andalucía, las cuatro amigas contemplaron una manada de caballos corriendo en libertad. Era como si éstos presintiesen la presencia de la nave que transportaba a sus cuatro amorosos seres.
—Algún día, esta visión será un atractivo que todos podrán contemplar como nosotros —vaticinó Shankal.
En unos instantes llegaron a la ciudad de Madrid.
La vibración era mucho más densa, formada principalmente por la intranquilidad de millones de personas preocupadas por resolver sus obligaciones materiales. En África estaban más felices, pero aquí no se percibían tantas vibraciones de alegría.
—¿Qué les sucede? —Preguntó Puchi— ¿No son aquí más ricos que en África?
—Esto es, precisamente, una de las razones por las que están así. El dinero es una fuente de problemas, y los problemas quitan la felicidad a las personas. Ya te dije en Dakar que en los países más pobres saben que no conseguirán nada más que lo justo para subsistir, y por eso aprecian más lo poco que tienen. Pero en Europa viven preocupados por lo que tendrán el año que viene y por lo que les pueda faltar…
—¿Y por qué no cambian esto?
—Por la influencia de quienes dominan el mundo, tal y como ya sabes.
—¿Y como lo consiente Dios?
—En este mundo hay libre albedrío absoluto, incluso para mantenerles engañados, como también sabes… —contestó pacientemente Shankal.
Desde arriba se percibía casi todo cemento, automóviles y multitud de personas que se movían hacia todos los sentidos con prisa.
—En tu mundo no hay ciudades como ésta, porque el Ser necesita de espacio, de naturaleza, Belleza… Pronto bajarás para verla más de cerca. Ahí conocerás a quien difundirá nuestro mensaje.
Las hermanas le comunicaron a la niña que le realizarían los ajustes necesarios para poder cambiar su forma física, tanto la de ella como la de Tris, si deseaba ir acompañada por él. Era libre de elegir el tipo de persona a la que deseara asemejarse para tomar contacto directo con los habitantes de la Tierra, pero esta vez iría sola, sin su guía, y nada más entregar el libro recobraría su aspecto original para poder regresar a su Mundo Esmeralda en donde le estaban esperando sus papás.
—Permaneceré aquí hasta que vuelvas —le dijo Shankal—. Una corte celestial se ha encargado de recopilar y relatar convenientemente tus experiencias vividas. Yo te las entrego a ti para que tú también lo hagas con la persona a la que elijas…
Puchi se emocionó sabiendo de la situación en la que se encontraba este mundo y de su gran responsabilidad. Su incierto futuro dependía de unos habitantes a los que se les iba a entregar lo que quizás pudiese influir en su decisión final para hacer un nuevo Mundo Esmeralda.
La decisión habría de ser solo suya…