Agradecimientos

 

Escribir la parte correspondiente a los agradecimientos de cualquier trabajo es, para mí, la parte más complicada. Es por eso que, quizá haciéndome la despistada, no los incluí en 'Clávame las uñas en el corazón'. Pues bien… ahora me toca hacer éstos e incluir aquéllos. Doble dificultad.

Porque tengo que agradecer, antes de nada, a todos aquellos que leyeron y creyeron en mi primera novela, los que me empujaron con sus comentarios y sus palabras de aliento. Porque gracias a ellos, a vosotros, me creí que era escritora y de creérselo, salen las segundas novelas como esta.

Gracias, en especial, a toda la gente de Valderas, mi pueblo del alma, que me ha llevado en volandas durante el lanzamiento en papel de 'Clávame las uñas en el corazón' y del que no puedo estar más orgullosa. Esta segunda novela es un poquito vuestra por todo lo que me disteis entonces.

Gracias a Raúl por empujarme a hacerlo, por obligarme casi a publicar la novela que estaba escondida en el cajón. Gracias por insistir hasta el aburrimiento, pues ese es un acto de amor precioso. Gracias por ser mi pilar y mi roca, y por haberme dado a mi niña, a nuestra Olivia, ella sí, lo mejor que yo he hecho en mi vida.

Gracias a Jesús, mi padre, por el apoyo, y a mi madre, Charo, que aunque no esté, sé que hubiera sido la madre más orgullosa del planeta Tierra. A mis suegros, Isabel y Francisco, por ilusionarse con esto también (especialmente a Isabel, mi agente especial de ventas para la zona de Villahibiera). Gracias a mis hermanos, Begoña, Arantza y Roberto, por hacerme la publicidad, por hablar tan bien de mis libros, por querer comprarlos (todos), antes de que salgan.

Gracias a mi cuñada Isabel, mi otra hermana, por ponerle rostro a mis libros. Por hacer esas portadas tan bonitas y aguantarme cuando quiero cambiar algo. Por hacerlo siempre sin pedir nada a cambio y todo con una sonrisa.

Gracias a Fernando Gómez Mancha, autor del 'El viejo cocinero', por coger esta portada y hacerla aún más interesante. Y por hacerlo desde el corazón y porque sí. Ha quedado tan bonita, que dan ganas de comérsela.

Gracias a Pilar Pomarino, por ser arquitecta de mis sueños, por coger mi primer libro (y sé que con este también lo hará) y ponerlo en su precioso Baúl (tenéis que visitar su bonita tienda si pasáis por Valderas, en la provincia de León) regalando recomendaciones y palabras maravillosas sobre mi obra a todos sus clientes. Gracias, Pili, de corazón.

Gracias a Chris M. Navarro, por ser lectora cero sin reservas, por leer rápido, por aportar siempre, por ayudarme con su visión de veterana en un género al que me acercaba por primera vez. Soy tuya para siempre.

Gracias a Cesidio Blanco por hacer de mi valedor delante de todo un pueblo, por presentarme a su primo Richard y hacer entre los tres la presentación más bonita que podía imaginar de 'Clávame las uñas en el corazón'.

Gracias a todas aquellas personas que habéis hablado, comentado, alentado a través de las redes sociales, mis particulares promocionadores, a los que siempre habéis hablado bien de lo que escribo, a los que me decís que queréis leer lo próximo ya: Ana Pilar, Tati, Miriam (autora de 'Marafariña'), Taide, Tiquio, Chuseta, Laura, Rosa, Txema, la amatxo de Txema, Eduardo (del blog Algunos Libros Buenos)...

Gracias por la confianza a ti también, tú que acabas de terminar este libro, gracias por haberlo adquirido y haberlo leído. Gracias a todos los que habéis decidido darme un voto de confianza con este género que no es el mío, el que no sabía si podría dominar. Seguro que me queda mucho por aprender, pero me lo he pasado estupendamente escribiendo esta historia.

Los dramas me encantan, son mi natural espacio para escribir, mi género de referencia. Pero, para los puristas, para los que consideran que sólo esas historias merecen ser contadas y no estas, lanzo un ruego al aire. Dejadme volver a las historias románticas, bonitas y dulces, las de los finales felices, aunque sólo sea de vez en cuando, porque a veces es lo que necesito, precisamente. A veces, como me ha ocurrido con 'El mundo, contigo', tu propio corazón te pide que te deshagas un poquito de la oscuridad para que lo llenes de luz y trazos de felicidad con una historia sencilla y honesta como lo es esta.

Gracias. Gracias de verdad por leerme. Gracias por acercarme al sueño y ser, cada día, un poquito más eso con lo que fantaseaba de pequeña: una escritora.