Epílogo
Nicole corre detrás de Emiliano en el
jardín.
Sebastián se vuelve loco tomándoles
fotos.
En el periódico está la
noticia.
¨Dinna Marshall
vende el equipo que su padre fundó.
La tarde de ayer,
la empresaria tomó la decisión de vender La Sagra, la cuál no tardó
nada en encontrar un nuevo dueño.
Al parecer la ahora
madre por segunda vez, quiere mantener su vida lejos de la opinión
de los medios para concentrarse en su familia
…¨
Dejo el periódico a un lado, no me
interesan sus suposiciones.
Cuando salgó al jardín, me cuelgo a la
espalda de Sebastián.
— ¿Qué haces, cariño? — me
pregunta.
— Nada — le sonrió — llamaron
tus padres, vienen para acá.
Me da un beso en los
labios.
— ¿Falta algo?
— No. Nada.
Sebastián mira a nuestros
pequeños.
— Es increíble cómo pasa el tiempo —
sonríe — Apenas ayer estaba cuidando de ti y esa
pequeña.
Reí.
— Ahora cuidas de tres personitas que
te amamos mucho.
— Y no las cambiaría por
nada.
Lo abrazo.
— ¿Seguro que no extrañas tu
empleo?
— Extraño a los muchachos pero no
quiero verlos en peligro nunca más— me da un beso — Además , ya no
podría hacer un viaje de dos meses y estar lejos de
ustedes.
— Te prometo que si administrar los
negocios, no te da tantas satisfacciones, estar con nosotros
si.
— Eso no lo dudo ni un
poco.
Emiliano corrió hacia nosotros. Le
encantaba jugar con Nicole a las correteadas, se partía en risa
cuando Nicky lo atrapaba y le hacía
cosquillas.
— Vamos, debemos cambiarnos — les
dije.
Cargué a
Emiliano.
— Pero mamá…
— Anda, cielo — le dice Sebastián a
Nicole — Supongo querrás usar un vestido de
princesa.
Nicole lo mira y hace una
mueca.
— Ya tengo casi
ocho,Migo.
Comencé a
reír.
— De acuerdo, entonces puedes usar…
otra cosa.
— Vamos, sube a cambiarte. Te alcanzo
en un momento — le dije a Nicky.
Nicole entra a la
casa.
— Vaya, todo era más fácil cuando lo
único que quería era armarLego.
Le di un beso
pequeño.
— No me imagino cuando tenga quince—
le dije.
— Ni me digas, que Regina y Cesar
viven molestándome con eso.
— Si, lo sé — sonrío — Pero debes
hacerte a la idea que pronto empezará con las bandas de música y
los chicos.
— ¿Recuerdas lo que decía carta de
Nick?
Lo miro
confundida.
— Si…
— Bueno, yo también ya sé que arma
usaré el día que me presente a su novio.
Comienzo a
reír.
— En lo que eso pasa — le entrego a
Emiliano — Ve a cambiar al niño antes de que su abuela llegue. Yo
pondré la mesa.
— Vamos, campeón. Debes estar guapo
para recibir tus regalos.
Emilio le sonríe pues sólo tiene un
año.
— Y por favor, deja de ponerle
combinaciones raras.
Sebastián sonríe y le dice a Emilio
que no me hagan caso, que él luce guapo con lo que
sea.
La ultima semana se le ha ocurrido
vestir a Emiliano con mil colores al mismo
tiempo.
Cuando mi suegra llega me abraza
fuertemente.
— ¿Cómo estás,
hija?
Sonrío.
— Muy bien ¿Y
ustedes?
— También.
—Pasen.
Mi querido suegro me abraza
también.
— Nos tardamos porque Gabriela no
encontraba el regalo de Emilio.
— No le hubieran traído
nada.
— ¿Cómo crees? Es su
cumpleaños.
— Pero tiene miles de
cosas.
— Íbamos a traerle algo a Nicole pero
no sabíamos qué. Así que mejor compramos un monedero
electrónico.
— La mejor elección, está en un
momento en que todo es para bebés y ella ya es grande — ruedo la
mirada — va a volverme loca antes de que cumpla
quince.
Comenzamos a
reír.
— Regina era así
también.
Ambos toman
asiento.
El timbre suena de nuevo, es Miranda y
Robert.
Actualmente están viviendo en México
pero dentro de dos semanas, parten hacia España de
nuevo.
Me abrazan
fuertemente.
— Perdón por la tardanza, el tráfico
está terrible.
— Dímelo a mí, aún tengo trauma post
boda.
Comenzaron a
reír.
— Bueno, es que todos creímos que al
fin Sebastián había recapacitado y se había ido pero… — alza los
hombros — sólo fue el trafico— dice Robert.
— Y tú en lugar de que me digas la
verdad, me dices que no me preocupe, que me ayudarás a disculparme
con la gente.
— Bueno, es que hubieras visto tu
rostro.
— Eres un feo — lo señalo — Te da
envidia que yo ya esté casada y tú no salgas ni en
rifa.
Me muestra la
lengua.
— Para que lo sepas — sonríe — Estoy
muy bien sin un hombre — me muestra la lengua — pero si Sebas tiene
un amigo parecido a él, sería fantástico.
Todos comenzamos a
reír.
El timbre vuelve a sonar y ahora es
Regina.
— Cuñada — me da un beso — Perdón,
venía a vuelta de rueda.
— No te preocupes, todos vienen
llegando.
Cierro la puerta y Regina saluda a
todos.
Después baja Nicole y va a abrazar a
su tía, la única con la que se lleva bien en estos
momentos.
Gabriela le entrega su regalo y Nicole
le sonríe.
Entró a la cocina para servir un par
de bebidas y al salir los observo a todos. Son mi familia, aquella
que no tuve y que ahora me hace muy feliz.
Sebastián aparecer con Emiliano en
brazos, le ha puesto un traje deWoodyy él
usa un traje deBuzz Ligthyear.
Todos ríen y yo me acerco a
él.
— ¿De dónde han sacado
eso?
— Los compramos — me da un beso — Él
quería que me disfrazara también — Alza los hombros— no podía
negarme.
Le doy un
beso.
— Esta noche, quiero que me lleves al
infinito y más allá.
Le guiño y él
sonríe.
Después me
besa.
Todos en algún momento tenemos la
oportunidad de una segunda oportunidad, a veces renegamos de ella
por miedo más que nada, pero cuando vuelves a ser feliz a amar, te
das cuenta que definitivamente no es cómo la primera vez, incluso
es mejor.
Fin.