Epílogo

Codicilo a las últimas voluntades y testamento de Arthur Hall Ballinger.

A mi yerno Oliver Rathbone le lego todo mi equipo fotográfico: cámaras, trípodes, luces y las placas y negativos que ya han sido expuestos.

Dicho material se encuentra en la caja de seguridad de mi banco.

Confío en que exista un cielo o un infierno desde donde pueda observar qué hace con ello.

ARTHUR HALL BALLINGER.