Recusación del sacerdocio
Toda esta crítica de la religión instituida se concreta (o mejor, se apuntala) en la prohibición de establecer una Iglesia o una jerarquía religiosa. En palabras taxativas del profeta Muhámmad: «No hay monacato en el islam». Ni siquiera se ofrece la posibilidad de un sacerdocio al servicio de las gentes, pues de lo que se trata es de recusar toda mediación, de la afirmación radical de la autonomía del ser humano ante su Señor. Nadie puede interferir en esta relación. Cualquier pretensión de representación o de hablar en nombre de Al-lâh es shirk. En el Corán, ésta es una acusación lanzada contra cristianos y judíos, una crítica que puede hacerse extensiva a las instituciones de todas las religiones. Y no cabe duda de que los musulmanes deberíamos aplicarla a las instituciones que se presentan como representantes del islam: comendadores de creyentes, consejos de ulemas, ministerios de asuntos religiosos, alfaquíes al servicio del Estado…
Pero el shirk se ha enseñoreado del islam también a través de ideas: la idea del Corán increado; la idea del árabe como lengua sagrada; la idea de la mezquita como templo; la idea de los ulemas o alfaquíes como autoridades religiosas; la idea de los códigos jurídicos elaborados por los grandes juristas del islam, considerados como ley de Dios; la idea de que existe un consenso de los juristas del pasado que debe ser acatado; la idea de que debemos seguir ciegamente lo que establecen los ulemas; la idea del yihad como instrumento de dominio; la idea de que Dios ha asignado roles diferenciados a la mujer y al hombre; la idea de la anima como nación política; la idea del Estado islámico; la idea del islam como única religión válida que anula las religiones anteriores… El shirk del Corán, el shirk del árabe, el shirk de la mezquita, el shirk de los ulemas, el shirk de la sharia, el shirk del iyma, el shirk del taqlid, el shirk del yihad, el shirk del patriarcado, el shirk de la anima, el shirk del Estado, el shirk del Islam en tanto que religión constituida y separada de otras religiones mediante conceptos y barreras doctrinales… Todas estas ideas deben ser sometidas sin cortapisas a la crítica coránica, y así recuperar la fuerza liberadora del islam al margen del saber religioso cosificado. Comete acto de shirk quien adora a una religión en vez de a Al-lâh.