Coda
Nuestra tesis es que el islam que practicó y transmitió el profeta Muhámmad, el Mensajero de la Realidad, se clarifica al ser presentado como una forma de anarquismo místico, basado en el sometimiento de cada individuo a la Realidad Única y en la emancipación del ser humano de toda forma de poder o de coacción externa a él. Este anarquismo no es meramente político; es más, se trata de una emancipación de lo político. Esta emancipación es individual, pero no individualista sino comunitaria. Emanciparse de lo político pasa aquí por orientarse a Al-lâh, la Realidad Única, que a todos nos congrega. Al-lâh es lo único que existe, la Realidad Única, y no puede ser fijado ni representado. En el momento en que el ser humano ha logrado el perfecto estado de servidumbre o entrega a Al-lâh, deja de ser un ego separado y pasa a actuar movido únicamente por Al-lâh. El amante queda reflejado en el espejo del Amado. Es por ello también una mística, entendida como experiencia individual de encuentro con la divinidad, sin mediaciones ni representaciones, un encuentro que se produce en el corazón de cada criatura. Existe un estado de complicidad entre el místico y Al-lâh, una manifestación de Al-lâh específica e interior a cada criatura, que al ser recordada nos vuelca en la realización de buenas y bellas obras de forma natural, sin que sea necesaria una coacción exterior. Todos estamos unidos en Al-lâh, todos somos hijos de Adán, todos somos uno. La libertad, la solidaridad entre iguales, la ayuda mutua, el respeto a la creación, la adquisición de las más nobles cualidades, la búsqueda de la excelencia: todo ello es parte de la naturaleza primordial de toda criatura. Una comunidad islámica es una comunidad de seres libres, el marco en el cual esta naturaleza emerge sin dificultades.
Mística y anarquismo convergen en nuestra vivencia del islam. El anarquismo alude a la política liberada de la tiranía del poder, y lo místico alude a la espiritualidad liberada de las ataduras de la religión. El islam es una síntesis de ambos.
Terrassa, marzo de 2009
Almodóvar del Río, Ramadán 1431