Agradecimientos
Lo maravilloso de escribir un libro sobre perros es que, si tienes suerte, te ves rodeada de personas inteligentes que también tienen perros, personas que aprecian los hocicos húmedos y las colas que se agitan vigorosamente.
Muchísimas gracias a mi editora Kristin Sevick por su clarividencia y su excelente sentido del humor. Kristin ha sacado más jugo a los personajes, a la historia y al escenario y siempre ha encauzado este libro en una dirección mejor. También quiero dar las gracias a todos los empleados de Tor/Forge que han ayudado a hacer de este libro una realidad. Gracias a Kevan Lyon, mi agente, salvadora de West Highland terriers y entusiasta de las novelas. Es un auténtico placer trabajar con Kevan y me siento afortunada de ser una de sus clientas.
A medida que este libro avanzaba, muchos lectores me ayudaron a encontrar el camino. No puedo agradecer lo bastante a Suzanne Selfors su visión panorámica y su disposición para hablar sobre esta novela una y otra vez. Susan Wiggs, Sheila Roberts, Kate Breslin y Anjali Banerjee, mi increíble equipo de críticas, soportaron versión tras versión de esta novela y siempre me ofrecieron sugerencias inspiradoras. Sarah Kostin, Barb Martin y Dawn Simon leyeron los borradores iniciales y me dieron unos consejos buenísimos. Gracias, también, a Judy Hartstone por la frase «familia para siempre», una idea que ella ilustra maravillosamente con el amor que da a Sadie, su encantadora perra adoptada. Estoy en deuda con todos vosotros.
Ni que decir tiene que este libro no existiría sin la ayuda de nuestros perros Lucky y Kota. Zoë está inspirada en Kota: las dos comparten el placer por las bromas, los dulces y cruzar puertas. Y, por último, aunque no por ello menos importante, estaré eternamente agradecida a mi marido Kol, quien no solo me introdujo en el fascinante mundo de los perros, sino que siempre ha creído en mí, incluso cuando yo estaba sumergida en un mar de dudas. Kol me ha animado continuamente. Si alguien se merece ser placado y lamido en la cara por una perra llamada Zoë, ese es mi marido.