Vista desde el Groenburgwal hasta la Zuiderkerk (Clicar).
El paseo
Este recorrido pasa por algunos de los canales más bellos, aunque estas vías acuáticas son mucho más que una romántica imagen: desde hace más de cuatro siglos su ardua tarea es mantener la ciudad a flote, drenando la tierra anegada.
Inicio Esquina de Staalstraat y
Groenburgwal; 4/9/14/16/24 Muntplein
Final De Ysbreeker; 3 Wibautstraat/Ruyschstraat
Duración 3 km; 2 h con paradas
Una pausa
Se puede tomar
café y admirar la decoración vintage del Café Langereis (cafelangereis.nl;
Amstel
202; 11.00-3.00 do-ju, a 4.00 vi y sa;
;
4/9/14 Rembrandtplein), al pie del
Blauwbrug (Puente Azul).
Groenburgwal
Hay que situarse en el puente levadizo que cruza el Groenburgwal y encararse hacia el norte. Muchos lugareños aseguran que esta es la mejor vista de la ciudad, afirmación corroborada por el impresionista Claude Monet, que la inmortalizó en 1874 en su Zuiderkerk o Iglesia del sur de Ámsterdam elevándose sobre el Groenburgwal.
Exposición del NAP
En la entrada este del edificio Stopera, que alberga el Muziektheater (Clicar), se halla el centro de visitantes del Normaal Amsterdams Peil (NAP), que controla el nivel del mar en los Países Bajos; aquí se muestra qué zonas de la ciudad se hallan por debajo.
Blauwbrug
El Blauwbrug (Puente Azul), de 1884, se inspiró en el de Alejandro III de París. Cuenta con altas y ampulosas farolas rematadas con la corona imperial de Ámsterdam, esculturas de peces, y pilotes con forma de proa de barco medieval.
Reguliersgracht
Por el Herengracht se llega hasta el Reguliersgracht (Clicar), el “canal de los Siete Puentes”. De espaldas a Thorbeckeplein, con el Herengracht delante, se pueden apreciar los siete arcos peraltados de otros tantos puentes.
Magere Brug
Por el Keizergracht, hay que girar a la derecha hacia el Magere Brug (Puente Estrecho). Cuenta la leyenda que fue construido por dos hermanas que vivían en las orillas opuestas del río y buscaban una forma cómoda de verse; el problema es que el dinero solo les dio para un puente muy estrecho.
Amstelsluizen
El paseo sigue al sur hasta Amstelsluizen, impresionantes esclusas de 1674 que permiten que los canales reciban agua dulce. Las compuertas del sector oeste de la ciudad se dejan abiertas cuando el agua estancada es bombeada hacia el mar.
De Ysbreeker
Tras cruzar de nuevo el río, se toma Prof Tulpplein pasando por el Amstel Inter-Continental Hotel hasta llegar a De Ysbreeker (Clicar), antigua taberna para los fornidos obreros que rompían el hielo del Ámstel para abrir paso a los barcos. Desde la terraza se pueden ver pasar las embarcaciones.