4. La construcción de un personaje
En el que tratamos con más detalle el proceso de construcción del personaje
Hemos visto brevemente los fundamentos de la creación del personaje a través de su biografía y el estudio pormenorizado de sus relaciones.
¿Y ahora qué?
¿Qué se hace con la idea de una persona, tal y como se nos presenta, en forma confusa y fragmentada, para transformarla en una persona real de carne y hueso? ¿Una persona con la que es posible relacionarse e identificarse?
¿Qué tiene que hacer para «dar vida» a sus personajes? ¿Cómo se construye un personaje?
Es una cuestión que ha preocupado a poetas, filósofos, escritores, artistas, científicos y a la Iglesia desde los primeros tiempos de la historia. No hay una respuesta concreta; forma parte del misterio y la magia del proceso creativo.
La palabra clave es «proceso». Hay una manera de hacerlo.
En primer lugar, cree el contexto del personaje. Luego llene ese contexto de contenido. Contexto y contenido. Son principios abstractos que le ofrecen una herramienta inestimable para el proceso creativo. Constituyen un concepto que será utilizado a menudo en este libro.
Éste es el contexto:
Imagínese una taza de café vacía. Mire en su interior. Hay un espacio dentro de esa taza. Ese espacio interior contiene café, té, leche, agua, chocolate caliente, cerveza o cualquier otro líquido contenido en esa taza.
La taza contiene el café. El espacio interior de la taza que contiene el café es el contexto.
Recuerde esta imagen y el concepto se aclarará a medida que vayamos avanzando.
Vamos a examinar el proceso de construcción de un personaje en lo referente al contexto.
En primer lugar: defina la NECESIDAD de su personaje.
¿Qué es lo que quiere alcanzar o conseguir su personaje en el transcurso del guión?
¿Un millón de dólares? ¿Robar el Chase Manhattan Bank? ¿Batir el récord de velocidad sobre el agua? ¿Ir a Nueva York y convertirse en un «cowboy de medianoche», como Jon Voight? ¿Continuar la relación con «Annie Hall»? ¿Realizar el sueño de toda una vida convirtiéndose en cantante en Monterrey, California, como Alice en Alicia ya no vive aquí? ¿Averiguar «qué es lo que está pasando», como Richard Dreyfuss en Encuentros en la tercera fase? Todas estas son necesidades de los personajes.
Pregúntese: ¿cuál es la NECESIDAD de su personaje?
Después prepare la biografía del personaje. Como hemos dicho antes, escriba entre tres y diez páginas, o más si quiere. Averigüe quién es su personaje. Es posible que le interese empezar por sus abuelos para conseguir una imagen clara. No se preocupe por el número de páginas que escriba. Está dando comienzo a un proceso que seguirá creciendo y extendiéndose durante la preparación creativa de su guión. La biografía es para usted, y no tiene por qué incluirse en el guión. No es más que una herramienta que usted utiliza para la creación de su personaje.
Cuando haya completado la biografía de los personajes, pase a la parte exterior de éstos. Separe los elementos profesionales, personales y privados de la vida de su personaje.
Ese es el punto de partida. El contexto.
Ahora, estudiemos la cuestión:
¿QUÉ ES EL PERSONAJE?
¿Qué es el personaje?
¿Qué es lo que tiene todo el mundo en común? Todos somos iguales, usted y yo; tenemos las mismas necesidades, los mismos deseos, los mismos miedos e inseguridades; queremos ser amados, estar cerca de personas como nosotros, tener éxito, ser felices y estar sanos. Todos somos iguales en el fondo. Hay ciertas cosas que nos unen.
¿Qué es lo que nos separa?
Lo que nos separa del resto del mundo es nuestro PUNTO DE VISTA; cómo vemos el mundo. Cada persona tiene un punto de vista.
EL PERSONAJE ES UN PUNTO DE VISTA; es nuestra manera de mirar el mundo. Es un contexto.
Su personaje podría tener hijos y representar de ese modo el punto de vista «de un padre». O podría ser un estudiante, y vería el mundo desde el punto de vista «de un estudiante». Su personaje podría ser una activista política, como Vanessa Redgrave en Julia. Ése es su punto de vista, y ella da su vida por él. Un ama de casa tiene un punto de vista determinado. Un criminal, un terrorista, un policía, un médico, un abogado, un hombre rico, un hombre pobre, una mujer, liberada o no: todos ellos nos ofrecen puntos de vista específicos e individuales.
¿Cuál es el punto de vista de su personaje?
¿Es liberal o conservador? ¿Es un ecologista? ¿Humanista? ¿Racista? ¿Cree en la fatalidad, el destino o la astrología? ¿Es una persona que deposita su fe en los médicos, abogados, el Wall Street Journal y The New York Times? ¿Una persona que cree en el Time, People y Newsweek?
¿Cuál es el punto de vista de su personaje sobre su trabajo? ¿Y sobre su matrimonio? ¿Le gusta la música? ¿De qué tipo? Estos elementos son componentes específicos que dan forma a su personaje.
Todos tenemos un punto de vista; asegúrese de que sus personajes tienen puntos de vista específicos e individuales. Cree el contexto y el contenido vendrá a llenarlo.
Por ejemplo, el punto de vista de su personaje puede ser que la matanza indiscriminada de ballenas y delfines es moralmente reprobable, y defiende su punto de vista contribuyendo con donaciones, haciendo servicio voluntario, asistiendo a reuniones, participando en manifestaciones, llevando una camiseta con la leyenda SALVAD A LOS DELFINES Y LAS BALLENAS. Los delfines y las ballenas son dos de las especies más inteligentes del planeta. Algunos científicos especulan con la idea de que sean «más listos que el hombre». Los datos científicos muestran que los delfines nunca han herido o atacado a un ser humano. Hay muchas historias de delfines que han protegido de los violentos ataques de los tiburones a aviadores derribados y marinos en la Segunda Guerra Mundial. Tiene que existir algún modo de salvar a estas formas de vida inteligente. Su personaje, por ejemplo, podría iniciar un boicot al atún en protesta por la insensata matanza de ballenas y delfines a manos de los pescadores comerciales.
Busque maneras de que sus personajes apoyen y dramaticen sus puntos de vista.
¿Qué más es un personaje?
Un personaje es también una ACTITUD, un contexto, una manera de actuar o de sentir que revela la opinión de una persona. ¿Su personaje manifiesta una actitud de superioridad? ¿De inferioridad? ¿Es una persona positiva o negativa? ¿Optimista o pesimista? ¿Muestra entusiasmo por la vida y por su trabajo, o está descontento?
Recuerde que el drama es conflicto; cuanto más claramente pueda definir la necesidad de su personaje, más fácil le será crear obstáculos que se interpongan entre éste y su necesidad, generando de este modo el conflicto. Ésto le ayudará a crear un argumento tenso y dramático.
También es una regla eficaz para la comedia. Los personajes de Neil Simon tienen, por lo general, una necesidad muy simple que enciende la chispa del conflicto. En La chica del Adiós, Richard Dreyfuss hace el papel de un actor de Chicago que subarrienda un apartamento en Nueva York a un amigo, y cuando llega se encuentra el apartamento «ocupado» por la antigua compañera de piso de su amigo (Marsha Mason) y su hija pequeña (Quinn Cummings). Él quiere instalarse y ella se niega a irse: sostiene que el apartamento es suyo y que la ocupación equivale a nueve décimas partes de la ley. Este conflicto es el principio de su relación, basada en la actitud de que cada uno de ellos tiene «razón».
La costilla de Adán es otro ejemplo que viene al caso. Escrito por Garson Kanin y Ruth Gordon, nos presenta a Spencer Tracy y Katharine Hepburn como dos abogados —marido y mujer— que se enfrentan ante el tribunal. Tracy es el fiscal en el juicio contra una mujer (Judy Holliday) acusada de disparar contra su marido, ¡y Hepburn es su defensora! Es una situación de una magnífica comicidad que aborda cuestiones básicas como la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Realizada en 1949, se adelantaba a la lucha por los derechos de la mujer y sigue siendo un clásico de la comedia cinematográfica americana.
Defina la necesidad de su personaje y luego cree los obstáculos que impiden su satisfacción.
Cuanto más sepa sobre su personaje, más fácil le resultará añadir dimensiones al entramado básico de su historia.
¿Qué más es el personaje?
El personaje es PERSONALIDAD. Cada personaje, manifiesta visualmente una personalidad. ¿Su personaje es alegre? ¿Feliz, brillante, ingenioso o sociable? ¿Serio? ¿Tímido? ¿Reservado? ¿De maneras encantadoras o grosero, descuidado y arisco, sin ingenio ni humor?
¿Qué clase de personalidad tiene su personaje?
¿Es ella negligente, diabólica o perversa? Todos estos son rasgos de la personalidad que reflejan al personaje.
El personaje es también su CONDUCTA. La esencia del personaje es la acción: una persona es lo que hace.
La conducta es la acción. Imaginemos que un personaje se baja de un Rolls-Royce, cierra la puerta y cruza la calle. Ve una moneda de diez centavos en la acera; ¿qué hace? Si mira a su alrededor para ver si alguien le está mirando, no ve a nadie y luego se agacha y recoge la moneda, esto nos dice algo sobre su carácter. Si mira a su alrededor, ve que hay alguien mirándole y no recoge la moneda, esto también nos dice algo sobre su carácter, dramatizado por su comportamiento.
Si usted determina la conducta de su personaje en una situación dramática, puede proporcionar al lector o al público ideas sobre sus propias vidas.
La conducta revela muchas cosas. En una ocasión, a una amiga mía se le presentó la oportunidad de volar a Nueva York para realizar una entrevista de trabajo. Sus sentimientos sobre este viaje eran encontrados. La entrevista era para un trabajo muy prestigioso y con un salario elevado; ella quería el trabajo, pero no estaba segura de querer vivir en Nueva York. Se debatió con el problema durante más de una semana; por último decidió ir, hizo las maletas y se fue al aeropuerto. Pero cuando aparcó en el aeropuerto, dejó «accidentalmente» las llaves dentro del coche, con la puerta cerrada… ¡y el motor encendido! Es un ejemplo perfecto de una acción que revela al personaje; yo le dije lo que ella sabía desde el primer momento: ¡no quería irse a Nueva York!
Una escena como ésta revela muchas cosas sobre el personaje.
¿Su personaje se enfada fácilmente y reacciona tirando cosas, como hacía Marlon Brando en Un tranvía llamado Deseo? ¿O se pone intensamente furioso, como Marlon Brando en El padrino, y sonríe torvamente sin manifestarlo exteriormente? ¿Llega tarde a las citas, o temprano, o a tiempo? ¿Reacciona ante la autoridad, como lo hacía Woody Allen en Annie Hall cuando rompe su permiso de conducir delante de un policía? Toda acción y discurso basados en los rasgos individuales del personaje amplían nuestro conocimiento y comprensión de sus personajes.
Si llega a un momento del guión en el que no sabe lo que harían sus personajes en una situación determinada, examine su propia vida y averigüe qué es lo que haría usted en una situación parecida. Usted es la mejor materia prima de que dispone. Aprovéchela. Si ha creado usted el problema, también puede resolverlo.
Ocurre lo mismo que en nuestra vida diaria.
Todo surge del conocimiento de su personaje. ¿Qué es lo que quiere conseguir su personaje a lo largo del guión? ¿Qué es lo que le empuja a alcanzar este objetivo? ¿O a no alcanzarlo? ¿Cuál es su necesidad o su propósito en la historia? ¿Por qué está allí? ¿Qué es lo que quiere conseguir? ¿Qué debemos sentir nosotros, lectores o público, por sus personajes? Ésa es su tarea como escritor: crear personas reales en situaciones reales.
¿Qué más es el personaje?
El personaje es también lo que yo llamo REVELACIÓN. A lo largo de la historia aprendemos algo sobre el personaje. En Los tres días del cóndor, por ejemplo, Robert Redford encarga la comida en un restaurante del barrio. Nos enteramos de que es inteligente, un escritor «con la mejor colección de originales rechazados del mundo», y más adelante aceptamos dramáticamente la manera que tiene de adaptarse a su nueva situación: alguien quiere matarlo y él no sabe quién ni por qué. El conciso guión de Lorenzo Semple, Jr., y David Rayfiel nos revela algo sobre el personaje de Robert Redford.
La función del guionista es revelar aspectos del personaje al lector y al público. Tenemos que enterarnos de algo acerca de su personaje. Durante la progresión de su guión, su personaje, por lo general, se entera de cosas sobre su situación a través de los pormenores de la historia al mismo tiempo que el público. De este modo, el público y el personaje comparten el descubrimiento de los nudos de la trama que sustentan la acción dramática.
La IDENTIFICACIÓN es otro aspecto del personaje. El factor de reconocimiento, el «yo conozco a alguien así», es el mayor cumplido que se le puede hacer a un escritor.
LA ACCIÓN ES EL PERSONAJE; una persona es lo que hace, no lo que dice.
Todos los rasgos del personaje mencionados hasta aquí —el punto de vista, la personalidad, la actitud y el comportamiento— están relacionados y se superponen parcialmente durante el proceso de construcción del personaje. Esto le pone frente a varias alternativas; puede usted elegir entre utilizar algunos, todos o ninguno de estos rasgos del personaje. Pero saber cuáles son aumenta su control del proceso de construcción del personaje.
Todo nace de la biografía del personaje; su pasado nos proporciona un punto de vista, una personalidad, una actitud, una conducta, una necesidad y un propósito.
Cuando esté en pleno proceso de escritura, verá que necesita entre veinte y cincuenta páginas antes de que su personaje empiece a hablarle, a decirle lo que él o ella quiere hacer y decir. Una vez que haya realizado el contacto y establecido una relación con sus personajes, éstos tomarán el relevo. Déjelos hacer lo que quieran. Confíe en su capacidad para realizar la elección de acción y dirección durante la etapa de «palabras sobre el papel».
En ocasiones, sus personajes pueden alterar el curso de la historia, y es posible que usted no esté seguro de si debe permitírselo o no. Pruebe a ver qué pasa. Lo peor que puede ocurrir es que pierda algunos días al darse cuenta de que ha cometido un error. Es importante cometer errores; la espontaneidad creativa brota de los accidentes y los errores.
Si ha cometido usted un error, limítese a reescribir esa parte y todo volverá a su cauce.
Uno de mis alumnos vino a contarme que estaba escribiendo un drama con final desgraciado o «trágico». Pero, al principio del tercer acto, sus personajes empezaron a «hacerse los graciosos». Empezaron a salir frases graciosas y la resolución se volvió divertida en lugar de seria. Cada vez que se sentaba a escribir, el humor empezaba a brotar a raudales; no podía evitarlo. Se sentía frustrado y acabó por renunciar, desesperado.
Vino a verme disculpándose. Me dijo que, sinceramente, no sabía qué hacer. Le aconsejé que se sentara y se pusiera a escribir, dejando que las palabras y los diálogos salieran como quisieran. Si es divertido, que lo sea; que se limitara a escribir y a terminar el tercer acto. Luego podría ver qué es lo que tenía. Si era divertido de principio a fin y no le gustaba, lo único que tenía que hacer era archivarlo en un cajón y luego volver a escribir el tercer acto de acuerdo con su primera intención.
Lo hizo y dio resultado. Tiró la versión cómica del tercer acto y volvió a escribir uno serio, como él quería. La comedia era algo que tenía que hacer, algo que tenía que sacar. Era su manera de evitar «concluir» el guión. Muchas veces, los escritores que están a punto de terminar un proyecto se aferran a él y evitan acabarlo. ¿Qué va usted a hacer cuando esté terminado? ¿Alguna vez lee un libro que no quiere terminar? Le pasa a todo el mundo. Limítese a reconocerlo como un fenómeno natural y no se preocupe.
Si le ocurre alguna vez, simplemente escriba lo que le salga. Vea qué ocurre. Escribir es siempre una aventura; nunca se sabe realmente lo que va a salir. ¡Lo peor que puede ocurrir, si se equivoca, es que se pase algunos días reescribiendo algo que no ha salido bien!
Sencillamente, no espere que sus personajes se pongan a hablarle desde la primera página. No es así como funciona. Si ha realizado usted su investigación creativa y CONOCE A SU PERSONAJE, sufrirá algunas resistencias antes de lograr abrirse paso y ponerse en contacto con sus personajes.
El resultado final de todo el tiempo dedicado al trabajo, investigación, preparación y reflexión serán unos personajes reales, vivos y creíbles; personas reales en situaciones reales.
Eso es lo que todos intentamos conseguir.
Como ejercicio: examine las biografías de sus personajes y establezca un punto de vista determinado para su protagonista y los tres personajes más importantes. Cree una actitud y piense en algunos rasgos de conducta o de personalidad que revelen a sus personajes. Piense en el contexto y el contenido. Volverá a encontrarse con ellos.