La dulce Francia
El primitivo burlesco francés conoció una etapa prehistórica antes de la aparición de Max Linder, quien impondría un nuevo estilo de humor, mucho más refinado que sus apayasados antecesores.
Max Linder fue una figura decisiva, imprescindible para la pantalla cómica, que supuso una completa ruptura con sus antecesores cinematográficos. éstos, por lo general procedían del circo, eran los clásicos payasos bufos que realizaban mil piruetas y aparecían con los consabidos trajes grotescos.
Su comicidad, algo burda, estaba basada en la distorsión de la realidad, la exageración, las muecas y los patinazos. Pero Linder fue otra cosa, antes de entrar en tan importante personaje deberíamos conocer a los primeros payasos cinematográficos del cine europeo en general y francés en particular.
Naturalmente el pionero por excelencia, aparte de los asuntos cortos esporádicos de los hermanos Lumière, fue sin ninguna duda George Méliès, pero como su carrera se centra más en el género de fantasía pasaremos rápidamente a la Gaumont que sin dudarlo sacó de las arenas circenses a personajes como Calino, Simple Simón y Leonce Perret que enseguida alcanzaron gran popularidad.
Leon Gaumont, fue un antiguo ingeniero electricista que en 1890 residía en París vendiendo instrumentos ópticos. Su marca era un girasol, logotipo que aún se utiliza en la actualidad.
Gaumont trabajaba con un invento realizado por el doctor E. J. Marey y G. de Demeny que trataba de un disco que proyectaba imágenes en una pantalla. Se llamaba cronofotografía. Pero sin embargo Gaumont es conocido por ser uno de los primeros productores mundiales. En 1899 viajó a Inglaterra para realizar cintas cortas, creando posteriormente un aparato llamado Cronófono que fue precursor del cine sonoro. Con su hijo Charles, Leon Gaumont producía asuntos cortos bastante interesantes pero que no pasaron de la anécdota por su imperfección. Entre los films realizados con esta técnica podemos destacar una versión de "The Mikado" (1907), célebre opereta cómica estrenada en el Teatro Savoy de Londres, el año 1885, llevada a la pantalla por sus propios autores, el músico A. Sullivan y el letrista W. S. Gilbert, convertidos aquí en ocasionales directores cinematográficos de sus triunfos escénicos...
"The Mikado" es una visión grotesca de un Japón tradicional, puesto en la picota sin ningún rubor. La trama gira sobre un verdugo del emperador, Ko-Ko, que desea casarse con una de sus pupilas, Yam Yam, pero la novia le es arrebatada por un músico ambulante, Nanki-Poo, que al final resulta ser el hijo del emperador organizándose una sucesión endiablada de enredos.
En 1960 se realizó una versión para televisión de la inmortal opereta con el legendario Groucho Marx en el papel del atribulado verdugo, y en 1988 la compañía catalana Dagoll Dagom triunfó precisamente con una versión española (y catalana) de la susodicha obra con Ferrán Rañé bordando el mencionado personaje. En este mismo año, el realizador catalán Manuel Esteban realizó una notable versión televisiva para TV3 (la televisión autonómica catalana) realmente impagable. Otra versión célebre escénica la realizó por las mismas fechas Eric Idle, de la Monty Python, en la English National Opera Company, dirigidos por Jonathan Miller que también fue registrada en un programa de televisión británico.
Uno de los primeros cómicos conocidos fue Charles Seigneur, apodado Charles Prince o Rigadin (Salustiano en España), quien fue contratado por la Pathé, otra empresa pionera del cine francés, de forma accidental. Dícese que Prince se paseaba alegremente por los arrabales de París, la Ciudad Luz, cuando se encontró inesperadamente con un rodaje. El director de escena de la compañía Pathé Hermanos reparó en su rostro, se le acercó y le comentó: "Disculpe, soy realizador de la Pathé. Estoy rodando un film cómico y me he estado fijando durante algún tiempo en usted. He de decirle que tiene un rostro muy divertido y quisiera pedirle un favor ¿quisiera permitirme que le haga aparecer en esta escena?".
El asombrado paseante aceptó encantado y se convirtió casualmente en el cómico más importante de su país, aunque su efímera fama fue oscurecida por el triunfo de un genial saltimbanqui, André Deed.