La revolución del sonoro

El estreno de "El cantor de jazz" (Tha Jazz Singer, 1927) de Alan Crosland fue, como es sabido, todo un trallazo que dejó completamente k.o. a la industria cinematográfica mundial. Aquel sublime momento en que Al Jolson cantaba "Mammy", con la cara tiznada de negro, tenía una magia muy dificil de olvidar pese a la mediocridad del conjunto del film. De hecho el sonoro ya existía desde el principio del cinematógrafo, recordemos los experimentos de la Gaumont francesa como la cronofotografía con la cual produjo una serie de operetas de Gilbert y Sullivan. Este procedimiento, muy incómodo, presentaba múltiples problemas de sincronización ya que constaba de un disco que sonaba a la par que la imagen y era muy dificil encajar ambas. (33)

El ingeniero Lee De Forest, con su empresa Phonofilms, creó un sistema de sonorización en el cual se prescindía completamente de los discos, y se utilizaba (y se utiliza aún) una banda adherida a la misma cinta, es decir el sonido óptico.

Con ese sistema ya se habían rodado diversas cintas experimentales dirigidas por Miles Mander, en Berlín también se realizaron experimentos en este sentido, y se inició la carrera del sonoro. La Warner-Vitaphone y la Fox-Movietone compitieron en descubrir el mejor sistema para darle voz a las películas que entonces experimentaban una profunda crisis a causa del auge de la radio que desplazaba al cinematógrafo de las preferencias del público.

Es necesario desmitificar aquí, de una vez por todas, la repetida falacia de que fue el cine sonoro quien acabó con las películas cómicas, el slapstick, por la sencilla razón de que este género ya estaba en declive antes del estreno de "El cantor de jazz" porque había saturado el mercado de forma abrumadora, la mayoría de las cintas producidas eran de una completa mediocridad y el público estaba ya harto de ver siempre repetidos los mismos trucos.

Aunque aquí siempre hablemos de los cómicos más distinguidos, no olvidemos que estos cortos se producían por centenares, la mayoría eran de muy mala calidad y sin ninguna gracia. Para entendernos eran el equivalente a estas series televisivas, completamente tontorronas con que suelen castigarnos americanos y españoles en la actualidad.

Los cómicos de gran calidad (Chaplin, Keaton, Lloyd, Langdon, Laurel, etc.) eran excepcionales, eran los genios de la escuela humorística visual, pero en realidad su producción es minoritaria. Eran los elegidos, los campeones, pero no todos tenían su talento.

De no haberse producido la llegada del sonoro, el declive hubiera llegado igual aunque "El cantor de jazz" de hecho no hizo más que precipitar la crisis y su solución drástica.

De la noche a la mañana un estilo de cine se quedó anticuado, Ben Turpin descubrió que su voz era inadecuada y su estrella se apagó bruscamente. No hubo caídas tan espectaculares como suele escribirse. No olvidemos nunca que en el sonoro los mejores cómicos del mudo también realizaron auténticas obras maestras como "El gran dictador" de Charles Chaplin, "Doughboys" de Buster Keaton, "Cinemanía" de Harold Lloyd, todas ellas ya comentadas en sus respectivos apartados, más los impagables cortos de Stan Laurel y Oliver Hardy.

La decadencia de Harry Langdon y el eclipse de Larry Semon o Roscoe Arbuckle era ajeno al sonido sino motivado por otras circunstancias. Pero si es cierto que muchos actores desaparecieron de la noche a la mañana, John Gilbert tenía una voz aflautada y provocaba hilaridad en el público por lo cual no podía ser considerado un galán ya que nadie le tomaba en serio.

Hollywood jubiló a una parte importante de su plantilla y llamó a los actores y actrices de Broadway, quienes hicieron las maletas para viajar en tropel a la soleada California. Sin embargo, muchas celebridades de la escena, que habían triunfado clamorosamente en el teatro fracasaron estrepitosamente en las pantallas. Aunque muchos actores no lo quieran reconocer, el cine y el teatro son dos medios completamente distintos, y quien vale para uno puede no servir para el otro. El cine hablado fue dando oportunidades a las grandes figuras de la escena, pero a la larga fue creando sus propios mitos. Unos mitos estrictamente cinematográfiicos, con una personalidad propia, que conquistaron los públicos de todo el mundo pese a la dificil barrera del idioma.

El Cine cómico
titlepage.xhtml
sec_0001.xhtml
sec_0002.xhtml
sec_0003.xhtml
sec_0004.xhtml
sec_0005.xhtml
sec_0006.xhtml
sec_0007.xhtml
sec_0008.xhtml
sec_0009.xhtml
sec_0010.xhtml
sec_0011.xhtml
sec_0012.xhtml
sec_0013.xhtml
sec_0014.xhtml
sec_0015.xhtml
sec_0016.xhtml
sec_0017.xhtml
sec_0018.xhtml
sec_0019.xhtml
sec_0020.xhtml
sec_0021.xhtml
sec_0022.xhtml
sec_0023.xhtml
sec_0024.xhtml
sec_0025.xhtml
sec_0026.xhtml
sec_0027.xhtml
sec_0028.xhtml
sec_0029.xhtml
sec_0030.xhtml
sec_0031.xhtml
sec_0032.xhtml
sec_0033.xhtml
sec_0034.xhtml
sec_0035.xhtml
sec_0036.xhtml
sec_0037.xhtml
sec_0038.xhtml
sec_0039.xhtml
sec_0040.xhtml
sec_0041.xhtml
sec_0042.xhtml
sec_0043.xhtml
sec_0044.xhtml
sec_0045.xhtml
sec_0046.xhtml
sec_0047.xhtml
sec_0048.xhtml
sec_0049.xhtml
sec_0050.xhtml
sec_0051.xhtml
sec_0052.xhtml
sec_0053.xhtml
sec_0054.xhtml
sec_0055.xhtml
sec_0056.xhtml
sec_0057.xhtml
sec_0058.xhtml
sec_0059.xhtml
sec_0060.xhtml
sec_0061.xhtml
sec_0062.xhtml
sec_0063.xhtml
sec_0064.xhtml
sec_0065.xhtml
sec_0066.xhtml
sec_0067.xhtml
sec_0068.xhtml
sec_0069.xhtml
sec_0070.xhtml
sec_0071.xhtml
sec_0072.xhtml
sec_0073.xhtml
sec_0074.xhtml
sec_0075.xhtml
sec_0076.xhtml
sec_0077.xhtml
sec_0078.xhtml
sec_0079.xhtml
sec_0080.xhtml
sec_0081.xhtml
sec_0082.xhtml
sec_0083.xhtml
sec_0084.xhtml
sec_0085.xhtml
sec_0086.xhtml
sec_0087.xhtml
sec_0088.xhtml
sec_0089.xhtml
sec_0090.xhtml
sec_0091.xhtml
sec_0092.xhtml
sec_0093.xhtml
sec_0094.xhtml
sec_0095.xhtml
sec_0096.xhtml
sec_0097.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_000.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_001.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_002.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_003.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_004.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_005.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_006.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_007.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_008.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_009.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_010.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_011.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_012.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_013.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_014.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_015.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_016.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_017.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_018.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_019.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_020.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_021.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_022.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_023.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_024.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_025.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_026.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_027.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_028.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_029.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_030.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_031.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_032.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_033.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_034.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_035.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_036.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_037.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_038.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_039.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_040.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_041.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_042.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_043.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_044.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_045.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_046.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_047.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_048.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_049.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_050.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_051.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_052.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_053.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_054.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_055.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_056.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_057.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_058.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_059.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_060.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_061.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_062.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_063.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_064.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_065.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_066.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_067.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_068.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_069.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_070.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_071.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_072.xhtml