Andrómeda
Nunca el dragón estuvo con mejor salud y más entonado que la mañana en que Perseo lo mató. Se dice que Andrómeda comentó después con Perseo la circunstancia: se había levantado tranquilamente con muy buen ánimo, etcétera.
Cuando le referí esto a Ballard, se lamentó de que ese rasgo no figurara en los clásicos. Lo miré y le dije que yo también era los clásicos.
SAMUEL BUTLER, Note-books.