Dedicatoria
Desde mi más tierna infancia y cuando aún no contaba diez años de edad, gracias a un maestro de escuela de los de entonces, llegué a tomar verdadera pasión por la historia.
Cuánto más antigua y más lejana a mi ámbito geográfico más me gustaba.
Llegué a libros de historia de los llamados de texto como si fueran auténticas novelas, de los que se utilizan para estudiar y consultar.
Aparte de los juegos propios de mi edad, yo tenía una fantasía, siempre la tuve, y mi fantasía era la de un héroe legendario, que recorriera el mundo antiguo, y así soñando como un niño pues es lo que era, me propuse escribir un libro, lógicamente una novela, aunque luego cuando fuera más mayor no se decantase, en un principio, si novela o nivola, al estilo de don Miguel.
Pero nunca tenía tiempo, los avatares de la vida, el trabajo, los hijos y como no, mi amada esposa, llenaban por completo mi vida, y no es que ahora no lo hagan, no, es que ahora con una perspectiva distinta de la vida, y encontrándome en el punto de equilibrio de mi existencia, es ahora cuando me he decidido a hacerlo.
Lo que soñaba de pequeño, los personajes, los mundos, las historias de aquellas fechas, y las fantasías del entonces niño, he tratado de conjugarlas con cierto rigor histórico, añadiendo un tanto de misterio, unas pizcas de erotismo, y desde luego mucha ilusión.
A la persona de la que me enamoré desde que tenía quince años.
A todas aquellas personas que me animaron y/o ayudaron en este libro.