MEROE
La población de Meroe propiamente dicha dista de la entrada de la isla setenta mil pasos y, para los que suben por el canal derecho del Nilo, al lado está otra isla, la de Tadu, que forma un puerto. Los edificios de la población son escasos; reina una mujer, Candace, nombre que ya desde hace muchos años se trasmite de una reina a otra; también allí hay un santuario consagrado a Amón, y templetes por toda la zona; por lo demás, cuando los etíopes tenían la hegemonía, esta isla gozó de gran fama. Cuentan que habitualmente proporcionaba doscientos cincuenta mil hombres armados y tres mil especialistas, y se dice que hoy en día existen cuarenta y cinco reyes etíopes diferentes.
Plinio el Viejo, Historia Natural, VI, 185-186