La información sólo es poder cuando te permite tomar decisiones.
De nada sirve tener almacenados millones de datos sobre el movimiento del euro, los precios futuros del peso y los cierres de la bolsa de valores… De nada sirve conocer toda la teoría sobre economía e inversiones… De nada sirve saberse de memoria la lista de los hombres más millonarios del mundo (salvo por saber quiénes están solteros y qué es lo que les gusta hacer en su tiempo libre)… Si no es información que te permita actuar, entonces no la necesitas.
Es más, la información que necesitas para volverte Millonaria no está en los periódicos financieros ni en los libros de economía. Está justo enfrente de ti: son los datos que te permiten conocer tu situación financiera. Exactos y sin maquillaje.
Tener información sobre lo que pasa en tu cartera y en tu mente es mil veces más importante que la opinión de un experto con doctorado y pipa. Saber qué es lo que estás haciendo con tus pesos y centavos es mucho más importante que preocuparte por saber lo que está pasando con las arcas millonarias de la nación.
El problema es que así como la información sobre el dólar, la bolsa, las tasas de interés y la economía abunda, la información que cada una de nosotras tiene sobre su situación financiera privada y personal es poca, si no es que inexistente. Es más fácil ver la paja en la cartera ajena que la viga en las finanzas propias.
Puede parecerte innecesario analizar “tu información personal”. Después de todo, ¿cómo vas a conocer tu situación financiera si eres tú quien la vive todos los días?
En serio, ¿realmente te conoces bien? Pregúntate esto (y sé honesta al contestarte):
¿Cuánto gastas al mes? No en aproximados o en frases, en pesos y centavos.
¿Cuánto debes? No vale contestar mucho o poco. ¿¡Cuánto!?
¿Qué es lo que quieres hacer con tu dinero? No, aquí no es cuestión de sueños y fantasías. Tus planes concretos… ¿Cuánto van a costarte?
¿Tienes las respuestas?
Tu metabolismo financiero está atrofiado porque no está ejercitando el músculo del auto-conocimiento. Tu debilidad monetaria no radica en que estés ganando poco, gastando demasiado o ahogándote en deudas (ésas son las consecuencias, no las causas del problema), sino en que no conoces la información real sobre tu situación financiera.
Que quede claro, el dólar podrá estar caro o barato, las tasas de interés podrán subir o bajar, la economía del país podrá crecer o estancarse. Eso es secundario. Tú vas a empezar a ser Millonaria el día en que te conozcas financieramente y tengas perfectamente bien ubicada cuál es tu situación.