METÁFORAS PARA UNA LUNA
Yo quiero
tocarte,
tan intenso como pueda,
como si fueras una gaita
en tiempos de guerra;
humedecerte,
sin condiciones,
igual que quien pegaba sellos
en los mensajes que sí se escribían;
cubrirte,
hasta que nos duela,
como nos cubrió aquella noche
donde nos perdimos
después de habernos encontrado.
¡Que se me caen los besos de la boca!
como caramelos
de una cinta transportadora,
como quien observa
los blasones de su patria
en la victoria.
No te duermas todavía,
luna de piel distante,
que también quiero acariciarte
hasta que el tacto nos diga ¡basta!