8

Y el alicate se corrió y rozó el alambre de cobre y la explosión lo levantó y antes de aplastarlo contra la pared ya lo había reventado y otras explosiones sucedieron a la primera y el sordo rumor salió del cuarto y retumbó por la casa fuera hasta el final de la calle y cuando llegaron los bomberos fue necesario tirar la puerta a hachazos porque estaba cerrada por dentro y por entre el humo y el polvo vieron los cuerpos hechos pedazos y los muebles en añicos y los jirones de ropa. Todo el cuarto estaba encalado de sangre.